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Muchas micotoxinas encontradas en los porotos de soja o grano de maíz dañados se pueden transferir al aceite y subproductos como al pellet (harina) o a los expeller (torta) Crédito: Gentileza Juan Pablo Ioele
Las condiciones climáticas adversas durante la cosecha afectaron seriamente la producción y calidad de los granos, especialmente al poroto de soja y al grano de maíz, reduciendo significativamente los rendimientos y su valor comercial. Por ende, se ve perjudicado el resultado económico (rentabilidad) de la empresa agropecuaria.
Las enfermedades fúngicas (micotoxinas) del tallo y hoja de la soja y el maíz usan a la semilla para poder difundirse. Muchas de ellas no son tóxicas al ganado vacuno y ovino, aunque hay varias que pueden afectar seriamente la producción animal y a la salud humana.
Por ello, es imprescindible que el productor agropecuario analice la presencia de micotoxinas o, en su defecto, de hongos en los porotos o granos dañados en un centro de investigación especializado.
Las micotoxinas son sustancias tóxicas producidas por ciertos hongos bajo determinadas condiciones físicas, químicas y biológicas.
Entre los géneros de hongos más comunes y peligrosos se destacan: Fusarium spp, Aspergillus spp, Penicillium spp, Alternaria spp, Cercospora spp, etcétera. Las principales micotoxinas producidas por ellos son aflatoxinas, ocratoxina, zearalenona, tricotecenos y fumonisinas.
La simple presencia de un hongo no significa la presencia de la micotoxina que este puede generar, ya que a veces no se dieron las condiciones del ambiente (temperatura y humedad) para ello.
Soja dañada
En muchas muestras dañadas se observó un incremento porcentual, respecto a un grano sano, de la proteína bruta (+-29.5-31,9 a 31,4-38,4%) y de la materia grasa (18,9-21,6 a 19,7-22,5%). Además, aumentó el nivel de energía metabolizable (3,8 a 4,1 Megacaloría de energía metabolizable/kg MS).
Los rumiantes son más resistentes a las micotoxinas que los no rumiantes. Y los animales jóvenes son más sensibles que los adultos.
Impacto en bovinos
Los efectos de las micotoxinas sobre el metabolismo, producción y reproducción animal son:
Afectación del hígado, cerebro, pulmón, riñón y corazón (trastornos digestivos).
Inmunosupresión.
Baja tasa de concepción, aborto y otros problemas reproductivos.
Asociado a la cetosis clínica y subclínica y/o deficiencias nutricionales.
Asociado con enfermedades infecciosas, parasitarias (por inmunosupresión).
Menor consumo de alimentos, especialmente, los dañados.
Reducción de la producción (carne o leche).
Riesgos de transmisión a carne, leche, aceite
Muchas micotoxinas encontradas en los porotos de soja o grano de maíz dañados se pueden transferir al aceite y subproductos como al pellet (harina) o a los expeller (torta).
Y lo más preocupante, es que muchas de ellas se pueden transferir del metabolismo animal, a través de la sangre, a la carne, leche y grasa, y que al ser consumidos puede producir intoxicaciones.
Aflatoxina: Se puede encontrar en grandes cantidades en la leche y subproductos lácteos. Además de afectar seriamente el vacuno.
Ocratoxina A: Si bien los efectos negativos son leves en los animales adultos, pueden ser muy tóxicos (mortal) en teneros pre-rumiantes o monogástricos.
Zearalenona: Afecta a la reproducción (infertilidad) y producción del ganado, vacuno, cerdos y ovinos.
Tricotecenos: Es muy potente en el ganado vacuno (gastroenteritis, hemorragias intestinales y muerte).
Cuando los animales están en contacto directo con granos o porotos afectados por micotoxinas, generalmente, reducen significativamente el consumo de ellos. Además, se muestran intranquilos y a veces, se niegan a entrar a pastorear un cultivo «enfermo» como puede ser el caso de maíces diferidos con espigas «dañadas» en planta.
Es imposible hacer una recomendación «seria» para aprovechar con el ganado un poroto o grano dañado por hongos, sin antes conocer si hay micotoxinas y en qué concentración.
Debido a la complejidad del tema y que se pueden transmitir las micotoxina a la carne, grasa y leche, con serios riesgos de afectar la salud humana, es imprescindible hacer un análisis de los hongos y de las micotoxinas presentes en el poroto o grano dañado en centros de investigación especializados que hay en todo el país.
Por: Aníbal Fernández Mayer
El autor es nutricionista del INTA Bordenave
FUENTE: DIARIO LA NACION/ARGENTINA