La reunión fue convocada por el organismo que lidera Wilmur Ross, para las 18 hora argentina, y se produjo a instancias del reclamo formal que la Cancillería argentina hizo el martes pasado para suspender la aplicación de los aranceles, a los que el gobierno de Mauricio Macri calificó de «excesivos», y abrir una mesa de negociación que permita acercar las posiciones y, más que nada, mantener abierto el mercado que en los primeros seis meses del año había absorbido el 96% de la producción de biodiesel argentino.Fuentes de las empresas locales consultadas por El Cronista consideraron factible que del encuentro en Washington no surjan mayores novedades. Es que calculan que el organismo que comanda Ross hará uso de la posibilidad de extender los plazos para tratar el pedido argentino. No obstante, indicaron que la convocatoria a la propia reunión abre un horizonte para una actividad que no encuentra hoy por hoy un mercado alternativo donde volcar su producción.
En ese marco, desde principios de agosto, las industrias del biodiesel la mayoría en el polo agroexportador de Rosario, las plantas funcionaron con baja o nula actividad ante lo que esperaban fuera un fallo contrario al biodiesel local, aunque imaginaban aranceles provisorios en torno a 24% como el peor escenario.
El bloqueo de Estados Unidos (que aun cuando se acepten las negociaciones implican estar fuera de «juego» por al menos un trimestre completo) encontró a la Argentina aun a la espera de que la Unión Europea acate el fallo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), del año pasado, y rebaje sensiblemente los derechos de importación definitivos que había impuesto al biodiesel argentino en 2013 (24%) y que implicaron el cierre del viejo continente para el combustible alternativo.La UE tenía que acordar reducción de aranceles hacia mediados de agosto, pero postergó esa decisión para la primera quincena de septiembre luego de discrepancias ente los países miembro del bloque europeo. La Comisión Europea a fines de junio recomendó a los estados parte una reducción de los aranceles desde el 24% a un promedio de 8% a 10% según la empresa involucrada en la exportación. La votación debería producirse en los próximos días, señalaron distintas fuentes consultadas.
Desde el gobierno argentino confían en que a la brevedad Europa reabrirá su mercado al biodiesel argentino, a la vez que destacan que la luz verde de China para volver a comprar aceite de soja argentino permite cierto alivio para la industria aceitera local. No obstante, desde el sector empresario se enfatizó que la producción de biodiesel que no se podrá efectuar redundará en mayor volumen de aceite de soja (1,5 millón de toneladas) de no fácil colocación, y eso producirá una reducción tanto de la demanda del poroto como de los precios al productor. El argumento fue rechazado por Sociedad Rural (SRA), que el fin de semana, en un comunicado enfatizó que el bloqueo de EE.UU al biodiesel «no tiene por qué ser excusa para afectar el precio local de la soja».