IERAL analiza el impacto de los biocombustibles.  

En medio de un boom de precios de los commodities agrícolas, la política de apoyo a los biocombustibles de Estados Unidos proyecta como escenario que “los precios de casi todos los granos producidos en el país y especialmente los dos principales, la soja y el maíz, así como de sus derivados, permanecen en niveles altos, o como mínimo en valores superiores a los promedios observados en las últimas décadas”, según el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea. 

Según el trabajo, si bien el fenómeno de los biocombustibles no es nuevo, el hecho de que Estados Unidos, primer productor mundial de maíz, promocione el etanol a partir de este cultivo potenciará la tendencia alcista de los commodities agropecuarios, directa o indirectamente.

De los cultivos locales, los biocombustibles impactan directamente en el mercado del maíz y caña de azúcar (con los que se produce etanol), de todas las semillas oleaginosas (en particular la soja y la colza) y de los aceites de vegetales (con los que se produce biodiesel). En tanto, tienen repercusión indirecta en los restantes cereales (trigo y sorgo), las harinas, las carnes e incluso los lácteos, sea porque son sustitutos de los demandados directamente o porque utilizan a aquellos como insumos (como el maíz en la producción de carne y leche). Así, los precios de la carne seguirán altos y “el sector pecuario deberá hacer grandes esfuerzos para no ver deteriorada su rentabilidad relativa”, señala el informe.

Estados Unidos, que consumía para etanol el 6% de la producción mundial de maíz en 2004/2005, ya demanda el 11% y en 2010 podría quedarse con el 30%, señala IERAL.

Así, en la Argentina, sería lógico que siga aumentando fuertemente la producción agrícola, por mayor uso de la tierra, como por ingreso de nuevas áreas a la producción. “La tierra seguirá siendo el factor de la producción más caro y escaso”, apuntó el informe.

Fuente: El Cronista Comercial