biocombustibles

Lula y la UE acuerdan sobre biocombustibles

Lula-UE-biocombustiblesAcuerdo en Bruselas.

Brasil se erige como futuro proveedor de combustibles limpios.

Brasil firmó ayer un acuerdo energético con la Unión Europea que prevé el intercambio de conocimientos y tecnología para aumentar la eficiencia energética sobre todo en el área de biocombustibles.

Este país sudamericano se posiciona así como futuro gran proveedor para los europeos de combustibles «limpios y renovables».

Ayer, con Lula da Silva en Bruselas, la Unión Europea dio señales de que se dispone, rápidamente, a ampliar las importaciones de biocombustibles de «países como Brasil». Pero avisó a sus futuros grandes proveedores externos que deberán seguir rigurosamente las normas ambientales fijadas por los organismos comunitarios. La necesidad de acrecentar las compras externas de esa clase de sustancias está vinculada con la decisión de llevar a 10% en 2010 el empleo de combustibles menos contaminantes. «Europa debe estar abierta a la posibilidad de aceptar que importará gran cantidad de nuestros biocombustibles», subrayó Peter Mandelson, comisario de comercio del bloque.

Esa disposición marca una diferencia con los resultados que obtuvo el presidente Lula en sus dos últimos encuentros con el norteamericano George W.Bush. Con éste no logró superar la discusión de las barreras que Estados Unidos impone al alcohol de origen brasileño que se usa en las naftas. En las citas de marzo, Bush se mostró categórico: la venta de etanol brasileño recién puede aspirar a ver liberadas las trabas en 2009, esto es, después que él mismo deje el gobierno.

En Bruselas, ayer Lula anunció que se organizará una conferencia mundial de biocombustibles en Río de Janeiro, en julio del año próximo. «Queremos señalar a la comunidad internacional que de este modo continuamos con la batalla iniciada en Río de 1992 cuando el mundo suscribió el principio de crecimiento sostenible». Lula pretende que esa nueva cumbre sea «un marco de referencia histórico».

Por la tarde, el presidente brasileño buscó convencer a autoridades, académicos y empresarios europeos, que asistían al Foro Mundial sobre Biocombustibles, que el aumento del consumo global de etanol no amenazará la producción de cereales para alimentos. En esa conferencia Lula también rechazó que la mayor producción de etanol vaya a implicar la destrucción de la floresta amazónica. «La experiencia brasileña muestra que es incorrecto oponer la agricultura para la producción de alimentos a la agricultura para biocombustibles», subrayó.

Indicó que sólo 0,4% del territorio brasileño es empleado para plantar caña de azúcar. «Y esas áreas quedan muy lejos de la Amazonia, una región que no sirve además para plantar caña».

Eleonora Gosman SAN PABLO CORRESPONSAL
egosman@clarin.com

Fuente: Diario Clarín

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