Antes de analizar y mencionar la situación de los biocombustibles en nuestro país, vamos a explicar de que estamos hablando, las razones y la situación en el mundo de los biocombustibles.
Muchos creen que es una novedad o que todavía no funcionan, y esa es una falsa percepción que tiene la gente. Un biocombustible es un combustible de origen biológico. Incluso el petróleo lo sería, pues proviene de restos fósiles de seres que vivieron hace millones de años. Pero se tiende a definir como biocombustible a un combustible de origen biológico obtenido de manera renovable a partir de restos orgánicos.
En principio hablaremos de dos tipos:el Bioetanol es un alcohol producido a partir de la fermentación de los azucares que se encuentran en el maíz, caña de azúcar, cebada, trigo, sorgo, remolacha u otros “cultivos energéticos”, que mezclado con la nafta produce un biocombustible de alto poder energético con características muy similares a la nafta, pero con una importante reducción de las emisiones contaminantes en los motores tradicionales de combustión.
Por otro lado nos encontramos con el Biodiesel, que se obtiene a partir del procesamiento de aceites vegetales tanto usados o reciclados y/o aceites obtenidos de oleaginosas como soja, colza, girasol, cártamo, palma, entre otros cultivos y desechos orgánicos como grasa o estiércol, que mezclado con diesel o gasoil se pueden utilizar en todos los motores diesel sin ninguna modificación, obteniendo rendimientos similares con una menor contaminación al medio ambiente.
El biodiesel no es una novedad de los últimos años y mucho menos un descubrimiento de las ultimas décadas ya que el primer motor diesel del mundo, utilizado en el año 1903 en Suiza, por el señor Rudolf Diesel, utilizó aceite de maní como combustible.
En Europa el crecimiento de la producción de Biocombustibles crece significativamente. Del 2004 al 2005 la evolución fue del 65%. El país mas avanzado en producción y consumo es Alemania, mas abajo está Francia que produce menos de un tercio con respecto al país líder. Continúan la lista Italia, República Checa y Polonia. La Unión Europea emitió el comunicado 547/2001 sugiriendo el uso de biocombustibles para asegurar y diversificar la oferta de energía, y a su vez disminuir las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) para el transporte terrestre en Europa. Al mismo tiempo propone objetivos para la inclusión de los biocombustibles para los años 2005-2010. Estados Unidos produjo 4 millones de toneladas de biodiesel durante el 2005.
Ya explicamos que es un biocombustible, hablamos del origen y ahora conoceremos el porque del resurgimiento y la necesidad de generar un cambio en los combustibles tradicionales. Desde la Revolución Industrial, pasando por la era del ferrocarril, la producción en serie de automóviles y la aviación comercial, se ha incrementado exponencialmente la emisión de dióxido de carbono en el planeta que genera el efecto invernadero y provoca cambios en el clima tales como: el recalentamiento global e inundaciones, entre otros, y fenómenos como las lluvias ácidas.
Por otro lado, nos encontramos con la realidad del petróleo. Durante los últimos años ha descendido la disponibilidad mundial de este producto, el agotamiento de las reservas de los principales países y el ritmo corriente de consumo, provocan que las reservas mundiales conocidas, se agoten en menos de 40 años. Al mismo tiempo, la cotización del crudo ha aumentado en forma notable.
Por estos motivos, los países desarrollados buscan nuevas alternativas de energía más económicas, renovables y menos contaminantes.
Estas energías son: la energía solar, eólica, hidroeléctrica, entre otras. Mientras tanto los países petroleros presionan para que se siga utilizando el petróleo como fuente principal de energía y continuar siendo potencias económicas. Especialistas en el tema, indican que el escenario no es para alarmarse, ya que existen reservas no exploradas (Mar de China, Mar de Bering y Medio Oriente) que son más importantes a las existentes.
Retomando el tema del medio ambiente, desde la firma del Protocolo de Kyoto (1997), los países industrializados se comprometieron a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases del efecto invernadero. Allí se comprometieron a reducir un 5,2% la emisión de gases contaminantes entre el 2008-2012. En consecuencia, el mundo desarrollado esta buscando nuevas energías, y seguramente los biocombustibles serán una alternativa que permita una transición hacia nuevas tecnologías, que no contaminen y más económicas.
De esta manera, la demanda de granos se vera afectada por la industria para la elaboración de biocombustibles. En las últimas semanas, vimos como la relación de consumo energético y consumo de petróleo en los Estados Unidos, se ha trasladado a los precios de los granos.
Días atrás vimos como las estimaciones de mayor consumo energético, por las bajas temperaturas en la costa este de los Estados Unidos, han impulsado las cotizaciones de los contratos de petróleo, un 5% en pocos días. Algunos especialistas internacionales indican que la cotización del maíz, debido a la influencia energética podría rondar niveles de USD200 en el CBOT.
Argentina y el sector agrícola, tienen muy buenas perspectivas con respecto a este escenario global y cuentan con condiciones agronómicas adecuadas para el desarrollo de los insumos básicos necesarios para la producción de biomasa, con una importante industria aceitera (capacidad de molienda 2006: 150 mil Tn/día) para producir biodiesel y bioetanol.
A raíz de la reglamentación de la ley 26.093, sancionada en abril del año pasado, quedo dispuesto el marco legal para los biocombustibles en Argentina. La ley indica que a partir del 1 de enero del 2010, todas los combustibles deberán ser cortados (mezclados) con biocombustibles. Las naftas se mezclaran con un 5% de bioetanol y el gasoil con un 5% de biodiesel.La matriz energética de combustibles actual refleja que el 66% utiliza gasoil, 17% para naftas y otro 17% para GNC.
El consumo proyectado de gasoil en 2010 es de 13,7 millones de litros, si tenemos en cuenta el corte obligatorio que regirá a partir del 01/01/2010, se necesitaran 3,5 millones de toneladas de soja, lo que es equivalente a 685 millones de litros de biodiesel, y 1,3 millones de hectáreas (9% del área sembrada actual). Con respecto al maíz y las naftas, el consumo proyectado de naftas en 2010 es de 4 mil millones de litros, por tal motivo se requerirá unos 200 millones de litros de etanol, lo que representa 550.000 toneladas de maíz (4% de la ultima campaña).
La ley además propone algunos beneficios para incentivar la instalación de industrias. Algunos de ellos son, la amortización acelerada de bienes de capital y devolución anticipada del IVA, durante un periodo de 15 años; al mismo tiempo considera exenciones impositivas para el producto final y la liberación de los impuestos a Combustibles Líquidos (20,2% tasa del gasoil y 5 centavos/litro en el caso de las naftas).
Pero no todo es positivo, y las políticas de largo plazo siguen sin aparecer, dejando de lado el mayor desarrollo y desaprovechando las condiciones actuales, que nos favorecen para posicionarnos como lideres en el área. En este caso el ejecutivo se reserva el derecho de aplicar retenciones y podría continuar con el cambio de reglas en el juego, agregando gravámenes a los biocombustibles y limitando de alguna manera la exportación.
Desde el punto de vista económico y social, la industria de los biocombustibles aportará, creación de nuevas industrias inexistentes en el país, generación de puestos de trabajo, desarrollo de cultivos energéticos para áreas marginales (en el norte de nuestro país ya se esta cultivando cártamo y colza), contribuyendo a mejorar el nivel de vida de la población del lugar.
Para el productor agropecuario, traerá diversificación del riesgo precio, ya que destinando parte de su área de siembra a cultivos para energía, tendrá una demanda garantizada e incorporara un valor agregado a los aceites y granos, pudiendo exportarlo con un diferencial de precio.
Fuente:
Sebastián Porcel
Fundación Global Agro
http://www.globalagro.com.ar/