La firma lanzará a Bolsa parte de su división eólica; ¿abrirá el apetito de los inversionistas?
MADRID — La empresa eléctrica española Iberdrola SA planea escindir esta semana el 20% de su unidad de energía limpia en una oferta pública que ofrecerá respuestas sobre si la energía «verde» es algo real o sólo una moda pasajera.
La compañía le ha dado un valor preliminar a la división, llamada Iberdrola Renovables SA, de entre 22.000 millones y 29.600 millones de euros (US$ 32.200 millones y US$ 43.400 millones). Dados los montos, se trata de la salida a bolsa de energía verde más grande de la historia y una prueba de fuego para medir el apetito de los inversionistas por la energía alternativa, como la eólica o la solar.
Hoy, Iberdrola establecerá el precio final para la escisión en entre 5,3 y 7 euros por cada título. Se espera que las acciones empiecen a cotizarse el jueves en la Bolsa de Madrid.
Otras grandes empresas de servicios públicos con portafolios de energía renovable, como la portuguesa EDP Energias y la española Acciona SA, estarán observando de cerca la salida a bolsa de la filial de Iberdrola para ver si ellas también deben escindir sus activos de energía alternativa.
Últimamente, ha habido una racha de pequeñas ofertas públicas por parte de fabricantes de partes para plantas de energía solar, como Yingli Green Energy Holding y LDK Solar Co., ambas con sede en China. Las acciones de estas empresas inicialmente se dispararon, pero después cayeron, lo que trae a colación la volatilidad del auge y desplome de las puntocom.
Iberdrola Renovables empezará con una alta valoración —su relación precio ganancia podría llegar a 100, dependiendo del precio de oferta— y la empresa y algunos inversionistas dicen que el precio se justifica por la alta tasa de crecimiento de la compañía.
Más allá del crecimiento, el factor más importante para las ganancias futuras de Iberdrola Renovables es el apoyo constante del gobierno. La energía eólica, al igual que la solar, aún requiere de subsidios para competir con las energías tradicionales. Pero los subsidios van y vienen. El Congreso de Estados Unidos, por ejemplo, aún no ha renovado su principal subsidio a la energía renovable más allá de 2008, lo que ha generado el temor de que el crecimiento del sector se estanque el próximo año.
Iberdrola, no obstante, cree que el entorno ha cambiado para bien. La Unión Europea y China dicen que hacia 2020 quieren generar cerca de un 20% de su energía a partir de fuentes alternativas. En EE.UU, pese a la falta de acción en el Congreso, cerca de 30 estados han establecido sus propias políticas para promover la energía renovable.
Algunos inversionistas dicen que están listos para participar. «Estamos dispuestos a pagar una prima para obtener al líder del mercado», dice Treasa Ni Chonghaile, de la firma KBC Asset Management International Ltd. , en Dublín, que maneja los US$ 82, 5 millones de Calvert Global Alternative Energy Fund, que ya tiene una participación en Iberdrola. «Su exposición a mercados de alto crecimiento, especialmente EE.UU., debería darle múltiplos más altos que a otros del sector», afirma.
La entrada de Iberdrola a la energía limpia comenzó en 2001, cuando empezó a desarrollar granjas eólicas en España. La empresa nunca apostó a la energía solar, que es una tecnología más costosa y menos madura que la eólica. El año pasado, Iberdrola hizo una oferta de 18.000 millones de euros, unos US$ 26.400 millones al tipo de cambio actual, por la escocesa Power PLC, una empresa de servicios públicos que en ese momento era dueña de PPM Energy Inc., una de las empresas más grandes de energía renovable de EE.UU. Iberdrola adquirió una serie de fabricantes de granjas eólicas el año pasado y hoy es el operador de energía renovable más grande del mundo.
La compañía tiene cerca de 7000 megavatios de energía eólica —que es más o menos el equivalente a siete plantas nucleares— instalados principalmente en España, el Reino Unido y EE.UU. La empresa dice que EE.UU. será el centro de atención de su expansión futura. En los primeros nueve meses del año, la unidad renovable tuvo ventas por 494 millones de euros, US$ 724,3 millones, y utilidades por 48,7 millones de euros, US$ 71,4 millones.
Iberdrola Renovables también recibirá gran parte de los 18.000 millones de euros del plan de inversiones a tres años de Iberdrola. La empresa planea agregar cerca de 2000 megavatios de energía eólica al año en los próximos tres años, llevando su capacidad total a cerca de 13.000 megavatios. Y tiene más proyectos en carpeta.
La empresa cree que ese crecimiento futuro justifica la elevada valoración de su unidad verde. La empresa también resalta recientes acuerdos de energía eólica para defender la valoración. Así, el gigante alemán de servicios públicos E.On compró hace poco granjas eólicas en España y EE.UU. que valoraron el megavatio de energía eólica instalada en entre 3 millones y 4,5 millones de euros.
Aunque es más costoso producir un kilovatio de energía con energías alternativas que con las tradicionales, como las plantas de carbón o gas, la combinación del auge en los precios de los combustibles fósiles y la mejora de las tecnologías de energía eólica está compensando rápidamente la diferencia de costos.
Por Keith Johnson
Fuente: La Nación