La organización ambientalista apoya una campaña para frenar la deforestación que este sector provoca en Indonesia, y que acelera el cambio climático.
Agencia EFE
Greenpeace tildó este martes de «irresponsable» a la industria del aceite de palma y le urge a apoyar una campaña para frenar la deforestación que este sector provoca en Indonesia, y que acelera el cambio climático.
El colectivo ecologista argumentó que es necesaria una «moratoria inmediata» que detenga la «destrucción masiva» de los bosques del país y que aporte el tiempo suficiente para establecer una red de áreas protegidas y zonas dedicadas a la explotación forestal «responsable con el medioambiente» y «socialmente justa».
Greenpeace argumentó que es necesario que la industria del aceite de palma se involucre en la conservación de las selvas y los bosques de turba de Indonesia debido a que «es uno de los principales causantes de la deforestación» del país y porque «se está ganando una creciente reputación como sector irresponsable».
El objetivo final de la organización es obtener una «plataforma común» formada por todos los implicados que ponga coto a la deforestación, ya que la quema de áreas forestales representa el 20 por ciento del total de emisiones de dióxido de carbono en el mundo, uno de los gases que provoca el cambio climático.
Como logros de su acción, la organización ecologista señaló que Unilever, un gigante de los cosméticos y uno de los mayores consumidores individuales de aceite de palma, ha afirmado recientemente «que apoya una inmediata moratoria en la deforestación de Indonesia» para el cultivo de aceite de palma.
Además, Greenpeace aseguró que Unilever está negociando en la actualidad con otras grandes multinacionales de la alimentación, los cosméticos y los biocombustibles para que se adhieran a una coalición de empresas que apoya esta iniciativa.
Dos provincias, una en Papúa (este del país) y otra en la isla de Sumatra (noroeste), ya han declarado una moratoria para detener la deforestación en los términos que apunta Greenpeace.
La provincia de Riau, también en Sumatra, decidió recientemente paralizar la conversión de zonas boscosas en áreas de cultivo.
La degradación y quema de la selva tropical indonesia causa todos los años la emisión de unos 1.800 millones de toneladas de gases que aceleran el cambio climático.
Indonesia padeció la mayor tasa de deforestación del mundo entre 2000 y 2006 con 1,1 millones de hectáreas de bosque perdidas al año, o unos 125 campos de fútbol por hora, aunque en los últimos años el ritmo de destrucción se ha moderado.
Fuente: La Voz del Interior