Puede ser usado a escala industrial.Rosarinos desarrollan un método innovador para purificar biodiesel
Lo logró un grupo de investigadores del Conicet.
Un grupo de investigación del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos (Iprobyq/Conicet-UNR) desarrolló un nuevo método para purificar biodiesel a través de la utilización de enzimas y puso a punto el proceso a partir del diseño de una planta piloto escalable a nivel industrial. Este tratamiento elimina un precipitado formado por esteril glucosidos presentes en el biocombustible que afectan su calidad y pueden causar problemas en los motores de los vehículos que lo usan.
“Para elaborar la enzima utilizamos como materia prima el glicerol que es un desecho de la industria del biodiesel y que, por lo tanto, tiene un costo muy bajo. Lo que hacemos es modificar genéticamente una bacteria que se llama Escherichia coli introduciendo genes de otras especies para que produzca, a partir del glicerol, las enzimas que nosotros necesitamos”, detalla Hugo Menzella, investigador independiente del Conicet y director del equipo. Una vez modificada, la bacteria se pone en fermentadores junto con el glicerol para que crezca y produzca la enzima que luego será separada del resto del cultivo celular para su utilización.
«La enzima trabaja en fase acuosa entre el biodiesel y el agua, una vez que el combustible se limpia se separa del agua y se ‘seca’ con temperatura y vacío para eliminar completamente la humedad. Por otro lado, se recicla la fase acuosa donde queda la enzima que vuelve a usarse en un nuevo proceso”, explica el becario Pablo Ravasi, becario del Conicet y miembro del equipo. La planta instalada en el Iprobiq contempla todos los pasos del proceso de purificación y el equipo de investigación ha logrado optimizar los tiempos, temperaturas y demás variables para cada etapa.
Hasta el momento, sólo existían procesos químicos para purificar el biodiesel, el método diseñado por los científicos del Iprobyq es el primero que utiliza enzimas, y está patentado. Generalmente, las compañías que producen biodiesel, cuando no usan métodos químicos, lo limpian dejándolo en reposo en tanques y esperando que los esteril glucosidos precipiten al fondo. “Esto demanda mucho espacio para contener el combustible y tiempo ya que la producción no se puede comercializar en forma inmediata”, dice Ravasi.
“Las enzimas industriales se utilizan en muchísimos procesos y están siendo adoptadas cada vez más rápidamente porque reemplazan los procesos químicos tradicionales al generar muchos menos desechos y ser más económicas”, afirma Menzella. “La producción de enzimas industriales está en manos de dos o tres compañías multinacionales y en Sudamérica no hay ninguna empresa que lo haga, por esto creemos que tenemos una gran oportunidad”, señala el investigador.
También para el aceite
“Producimos enzimas que eliminan impurezas de aceites y que, al mismo tiempo, incrementan los rendimientos hasta en 24 kilos por tonelada”, indica Menzella. El impacto que podría tener la aplicación masiva de esta enzima se dimensiona teniendo en cuenta que Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja y que según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la campaña 2014/2015 se vendieron cerca de 4,7 millones de toneladas al exterior.
La enzima que refina el aceite actúa degradando unos compuestos denominados fosfolípidos que quedan luego de la extracción y provienen de la semilla. Para limpiar el aceite se separan los fosfolípidos a través de un proceso de centrifugación sencillo, pero parte del producto es arrastrado por estas impurezas.
Fuente: PuntoBiz