NUEVA YORK (Reuters) – Los reguladores de Estados Unidos dieron el visto bueno para que los fabricantes de biocombustibles de Argentina accedan a un programa de crédito del país, abaratando las ventas de los exportadores de Sudamérica en el gigantesco mercado estadounidense, una medida que podría presionar los precios.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) dijo el martes en un comunicado que aprobó una solicitud de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) para un «Requerimiento Alternativo para el Monitoreo de Biomasa Renovable».
Este proceso fija los requisitos para que los productores extranjeros accedan al programa estadounidense de Normas de Combustible Renovable.
Los requisitos incluyen el uso de los auditores de terceros para supervisar los procesos de fabricación y demostrar que la soja usada en su biocombustible es cultivada en campos que no fueron deforestados.
La luz verde efectivamente facilita a Argentina vender su gran producción de biocombustibles en Estados Unidos, lo que podría incentivar al sector en el país sudamericano, que ha sufrido por una caída en la demanda del mayor consumidor, la Unión Europea, debido a una prolongada disputa comercial.
En Estados Unidos, sin embargo, la medida podría presionar los precios «RINS» e intensificar la competencia debido a que el país bombea cantidades récord de combustibles renovables en medio de una creciente incertidumbre sobre el controvertido programa.
La Junta Nacional de Biodiésel (NBB, por su sigla en inglés) advirtió que esto abrirá las «compuertas» a los fabricantes de biocombustibles de América del Sur con «muy poca supervisión o verificación» de que el combustible sea cultivado de acuerdo con las estrictas normas.
La aprobación se produce tres años después que Argentina, el mayor exportador mundial de biodiésel en base a aceite de soja, aplicó para obtener créditos de combustibles alternativos «RIN», usados por refinerías estadounidenses, importadores y otros para demostrar que están cumpliendo con los requisitos de mezcla de biocombustibles.
Muchas de las semillas de soja transformadas en aceite de soja en Argentina provienen de Uruguay, Perú, Brasil y otros países, dijo el NBB. Dado el complejo comercio internacional en cuestión, la EPA tendrá poca capacidad de verificar los planes propuestos por los productores argentinos.
La EPA informó la decisión al director ejecutivo de Carbio, Víctor Castro, en una carta fechada el 27 de enero y la publicó en su sitio web. Carbio no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.
El martes, los créditos de biodiésel para 2014 cotizaron de 77 a 79 centavos de dólar, después de haberse negociado el lunes a 79 centavos. Los créditos para 2015 se transaron desde 99 centavos a 1,01 dólares, frente a 1,00-1,02 dólares el lunes.
(Reporte de Chris Prentice en Nueva York, con informe adicional de Maximiliano Rizzi en Buenos Aires; Editado en español por Silene Ramírez)
FUENTE: REUTERS