El directivo Egidio Mailland, sostiene que hoy cuentan con una solvencia que les permite encarar los proyectos que resulten de interés. En los últimos años construyó tres puertos y creció con los criaderos de semilla. Ahora apunta a la colza.Desde noviembre de 2007, Egidio Mailland es presidente del consejo de administración de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).
Su origen geográfico es Necochea, donde la cooperativa posee un puerto. Como parte de la convicción de ACA, Mailland también asegura que el objetivo es atender todos los requerimientos de las 160 cooperativas socias que se ubican en todo el país. En una entrevista realizada por Infocampo brinda una panorama actual y explica los proyectos a realizar.
-¿Cómo es la realidad de ACA en este momento?
-Esta asociación ha ido creciendo e incursionó en distintos tipos de inversiones. En su momento se creó el departamento de exportaciones que requería un puerto y hoy ya contamos con tres: el Puerto Quequén, sobre el océano, San Lorenzo, sobre el Paraná, y Vilelas, sobre el riacho de Barranqueras, en el Chaco.
-¿Qué proyectos están realizando?
-En Pergamino estamos concretando una obra de ampliación de u$s5 M para materiales de primera línea en híbridos de soja y sorgo. Hace unos años habíamos comenzado con el trigo y ya contamos con el criadero de semillas en Cabildo, además estamos armando nuestro pequeño departamento de colza para crear y generar nuestra información y ver de qué manera podemos desarrollar este cultivo al que le vemos gran futuro.
-La cadena de ACA va desde el insumo hasta el puerto. ¿Alguna vez se han planteado agregar valor convirtiendo grano en carne?
-Lo estudiamos y tenemos una carpeta sobre todo el proceso de industrialización, distribución y comercialización de carnes, pero creemos que es algo complejo y que no lo dominamos.
El tema carnes lo tenemos acotado a una sociedad con una cooperativa en Viedma, que es el Fridevi, y al frigorífico de cerdos en Justinano Posse, en la provincia de Córdoba.
-¿Y a nivel ACA se ha planteado un proyecto avícola?
-En avicultura no, sólo lo hacemos a través de cooperativas nuestras que lo hacen en una escala importante y están exportando.
Lo que hicimos fue mirar muy de cerca el tema de los cerdos y de hecho lo seguimos mirando a ver qué camino va tomando y qué decisiones va adoptando el actual Gobierno, especialmente en lo que se refiere a la exportación.
-¿Qué cooperativas?
-La Agrícola Regional de Crespo, en Entre Ríos, que está trabajando con ponedoras, o el caso de la cooperativa de Avellaneda, en Santa Fe, que produce pollos en una escala muy importante.
–En Brasil, las cooperativas producen aves y cerdos. ¿Esto podría suceder aquí?
-Lo que sucede es que en la Argentina de hoy concebir un modelo o una industria de procesado y comercio de cerdo, mientras la vaca siga teniendo un precio politizado, por así llamarlo, es muy difícil. De esta manera el cerdo o el pollo no podrían competir y tampoco sería eficiente en la conversión de granos. Nosotros decimos que mientras la carne de vaca no recupere el nivel de precios que debe tener es muy difícil para los otros productos competir y ser eficientes.
-¿Si el Gobierno les diera un apoyo económico podría ser determinante para inclinar la balanza y entrar en este tipo de negocios?
-No, todas las líneas de inversión que realiza ACA se hacen en función del escenario que le va a tocar moverse. ACA no requiere de fondos o asistencias, hoy tiene una solvencia y consolidación por la que no le hace falta este tipo de aportes. Por su parte, la decisión de un criador de cerdos no tiene que ver directamente con la inversión sino en qué situación le va a tocar moverse en el mediano y largo plazo. Eso implica conocer las reglas del juego en el actual mercado.
-¿Cómo avanza el proyecto que tienen de la planta de biodiésel?
-Por ahora no es más que la voluntad de dos empresas que se juntan para hacer el proyecto y estamos muy cerca de cerrarlo, ya hemos encontrado muchos puntos de coincidencia y faltarían algunos papeles para que se concrete.
-¿Cómo funcionaría la planta?
-Básicamente consistiría en la adquisición del aceite por ambas empresas, transformarlo en biodiesel y exportarlo. Lo haríamos en la zona de San Lorenzo. Creemos que en menos de dos meses se estarían cerrando varios puntos del proyecto.
-¿Influye el cambio de reglas de juego de exportación de biodiesel para definir la inversión?
-Por supuesto que sí, nosotros confiamos en que el biodiésel es un producto requerido en diferentes países del mundo y parte de los granos se van a colocar en ese producto. Quizá en la Argentina para 2010 van a tener que definir qué hacer con el biodiésel, acá también se va a necesitar.
Creemos que es un modo más donde colocar la soja. La decisión política de los aranceles estaría en función de la voluntad política del país.
-Claro, como productores que son, ustedes calificarían para ser proveedores del mercado interno de biodiésel.
-Efectivamente.
-También avanzan con el proyecto de la planta de superfosfato simple. ¿Cómo sería?
-Es similar a la de biodiésel, estamos vinculados a otra empresa. Habría que importar la roca fosfórica y hacer una fábrica de ácido sulfúrico. De la mezcla química saldría el superfosfato azufrado para la siembra de soja. Nosotros tenemos una cantidad de productores que requieren este producto que por ahora se importa.
-Ustedes van a importar la roca fosfórica y fabricarla en el país.
¿De esa manera cierra el número?
-Sí, lo que pasa es que los números van sufriendo variaciones constantemente. Uno calcula en una dirección y después se van cambiando los mercados o las reglas. En tanto y en cuanto la suba de los fertilizantes sea acompañada por la suba de los granos no vamos a tener problema, lo vamos a tener el día que esa curva no se acompañe. Hoy día, aún con la altísima suba de los fertilizantes, la conversión sigue siendo positiva.
Fuente: Infocampo