El constructor aeronáutico europeo Airbus anunció hoy la constitución de un consorcio con los fabricantes Honeywell, International Aero Engines (IAE) y la aerolínea JetBlue Airways para el desarrollo de una segunda generación de biocombustibles para la aviación comercial.
La misión de este consorcio será desarrollar una tecnología para convertir los aceites obtenidos de vegetales y algas en combustibles para los aviones y la obtención de las autorizaciones para ellos de las organizaciones encargadas de los estándares, explicó Airbus en un comunicado.
La filial aeronáutica de EADS señaló que con sus socios están examinando que los beneficios del carburante obtenido de la biomasa no entre en competencia con la producción actual de alimentos ni ponga en peligro recursos hídricos o de tierra.
Insistió en que los biocombustibles de segunda generación que constituyen su meta emiten menos emisiones contaminantes en todo su ciclo de vida que el queroseno que se utiliza actualmente.
Para obtener ese biocarburante, se utilizará la tecnología de Honeywell, que ha desarrollado un proceso de conversión de la materia orgánica.
El responsable del programa de investigación de carburantes alternativos de Airbus, Sebastien Remy, recordó que cada día los aviones utilizan ‘millones de barriles de queroseno’ para volar y que para sustituir ‘una parte significativa’ hay que encontrar una opción más eficiente que las fuentes de biomasa disponibles en la actualidad.
‘Airbus cree que una segunda generación de biocombustibles de aviones puede abastecer hasta el 30% de todo el carburante de la aviación comercial para 2030’, indicó Remy.
Esos biocombustibles podrían aportar beneficios también en términos medioambientales, por una menor emisión de dióxido de carbono y de partículas.
El pasado mes de febrero, un avión de la compañía británica Virgin Atlantic fue el primero que hizo un vuelo comercial con combustible biológico en un trayecto entre Londres y Amsterdam, resultado de un programa de colaboración con el constructor aeronáutico Boeing y el fabricante de motores General Electric.
El pasado 1 de febrero, Airbus había lanzado un programa de investigación de carburantes sintéticos con un primer vuelo de prueba de su modelo gigante A380 que utilizó un queroseno mezclado con un combustible sintético obtenido de gas.
El programa, en el que participan además de Airbus, la compañía petrolera Shell, el fabricante de motores Rolls Royce y la compañía aérea Qatar Airways, se marcaba como objetivo de partida realizar los primeros vuelos comerciales con una mezcla de este combustible sintético al 50 por ciento a partir del año próximo.
Fuente: Terra España