En el proceso que estamos viviendo, importantes sectores altamente favorecidos por las políticas arbitrarias de hace unos pocos años, ahora enfrentan los costos de otras políticas también arbitrarias y contradictorias con las primeras. Para una Argentina bastante desmemoriada, se recuerdan algunos ejemplos ilustrativos de los costos privados de invertir en una economía basada en la arbitrariedad en relación a otra respetuosa y cumplidora de la Constitución.
Motos: a través de las licencias no automáticas de importación, la industria nacional comenzó a crecer rápidamente a partir de 2009.
Con el propósito de darles mayor certeza de protección a los fabricantes locales, en 2011 el Ministerio de Industria estableció que solo permitiría la importación de una unidad por cada dos ensambladas internamente mientras que para 2012 estableció una importada por cada cuatro ensambladas localmente. Esta protección casi prohibitiva fue festejada por la industria que vio infladas sus ganancias e invirtió con la expectativa de que la protección duraba para siempre. Ahora, según el Presidente de la Cámara de Fabricantes de moto vehículos, el aumento de impuestos internos ?echa por tierra? los proyectos de fabricación nacional.
Autos: los fabricantes de autos vienen gozando de una protección especial en el Mercosur pero a pesar de ello, durante los últimos años, el déficit comercial del sector crecía. Para reforzar la sustitución de importaciones y revertir esta tendencia, a principios de 2011 la Resolución 45 instrumentó las licencias no automáticas para la importación de automóviles y en un show de optimismo, los Ministerios de Economía e Industria llegaron a pronosticar que para 2012 el déficit comercial del sector disminuiría en USD 4000 millones de dólares. De una forma similar a las motos, el aumento de impuestos internos torna improductivas las inversiones en este sector.
Autos de alta gama: para la importación de autos de alta gama, el Gobierno hizo acuerdos con varias empresas que contrariamente a lo que aseguró en su momento, terminaron generando un enorme déficit comercial. En el caso de Porsche por ejemplo, el Gobierno permitió la importación de sus modelos por un valor similar al que esta empresa se comprometía a exportar de otros productos como vino y aceite de oliva. En el caso de BMW el acuerdo también incluyó arroz. Mercedes Benz, Alfa Romeo y otras empresas productores de alta gama alcanzaron acuerdos similares. Vino, aceite de oliva, arroz, soja y biodiesel están entre los productos mencionados en estos acuerdos que se hubieran exportado de todas maneras. Es decir, los acuerdos con estas empresas aseguraban un déficit comercial. Nuevamente el aumento de impuestos internos echa por tierra las inversiones de estas empresas.
Alimento para animales: detrás de elevados subsidios, durante los últimos cinco años, la producción y exportaciones de esta industria se expandieron rápidamente. El subsidio consistía fundamentalmente en precios de los principales insumos primarios como maíz y soja, que como consecuencia de las barreras sobre las exportaciones, han estado muy por debajo de los precios internacionales. En el caso de los alimentos para animales, mientras el derecho de exportación era del 5%, las barreras sobre las exportaciones de los insumos se traducían en precios internos que eran alrededor de un 35% inferior a los internacionales. Esta diferencia de unos 30 puntos entre las barreras sobre las exportaciones se traduce en un elevado subsidio que está totalmente financiado por el sector primario que sacrifica precios. De manera súbita, recientemente el Gobierno elevó el derecho de exportación de los alimentos para animales conteniendo soja del 5% al 32% con lo cual prácticamente elimino el subsidió y transformó en redundante muchas de las inversiones realizadas por el sector.
Biodiesel: Algo similar ha ocurrido con la industria del biodiesel que invirtió millones de dólares en gran parte para aprovechar los subsidios implícitos en derechos de exportación arbitrariamente escalonados. Las represalias recientes implementadas por la Unión Europea en parte influenciadas por esta política, repentinamente generaron una elevada capacidad ociosa. Otros ejemplos: Hay muchos otros ejemplos de asignación de inversiones privadas direccionadas por políticas arbitrarias que tuvieron un comienzo auspicioso para los sectores beneficiados pero que como consecuencia de recientes medidas también discrecionales, han generado un elevado monto de inversiones redundantes. Un ejemplo es la industria molinera que se beneficio con la prohibición de exportar trigo y que ahora como consecuencia de esta política, se enfrenta con la escasez de este producto.
Asimismo, los fabulosos subsidios a la industria ensambladora de Tierra del Fuego que han generado un abultado déficit comercial y una enorme pérdida de ingresos tributarios, también están en jaque.
Nótese que en todos estos casos las políticas del Gobierno crearon incentivos que dirigieron la inversión hacia sectores que bajo una política comercial más abierta y estable (por ejemplo, respetando las reglas del Mercosur), no se hubieran expandido tanto ni a la velocidad que lo hicieron en los últimos años pero tampoco hubieran sufrido los costos señalados. La inestabilidad y reversión de políticas arbitrarias son ejemplos de los elevadísimos riesgos de invertir en una economía sin reglas (instituciones). Los empresarios no debieran olvidar que en esta Argentina, lo que el Gobierno les da con una mano, se las puede sacar muy fácilmentecon la otra.
Opinion por Julio J. Nogués Economista
Fuente: Cronista