En esa zona se está construyendo una planta que generará energía a partir del cereal y también de efluentes de tambos y de granjas porcinas.
En obra. La planta consumirá 500 has de planta entera picada fina por año.
El maíz tiene cada vez más destino de energía en el sur de la provincia de Córdoba. Un nuevo proyecto para generar un megavatio de electricidad por hora y otro de energía térmica a base de biogás se construye a tres kilómetros de Río Cuarto, consolidando la cadena de agregado de valor en la zona. Además del componente vegetal, suma como materia prima desechos de ovinos y cerdos, efluentes que para muchos establecimientos resultan un carga difícil de ubicar.
Al proyecto lo conforman 29 productores y lleva el nombre de Bioeléctrica. Se ubica muy cerca de la planta de etanol de Bio 4, a la que le suministrará un megavatio de energía térmica para el funcionamiento de sus calderas. Además, ambas empresas comparten varios de sus integrantes societarios.
El esquema de trabajo de la planta es simple. Cuenta con digestores en los que se produce una fermentación anaeróbica para producir el biogás, que contiene metano. Este se incorpora a un motor generador de 1.600 caballos de fuerza que lo transforma en un megavatio de corriente eléctrica lista para ser inyectada al sistema interconectado nacional.
En comparación, esta cantidad de energía puede abastecer un pueblo de más de 600 casas de consumo estable. Una ventaja de estas plantas de tecnología alemana es que trabajan las 24 horas del día. Marcelo Otero, director de la compañía, resaltó que son 8.800 horas de energía de base al año, cuando una planta solar podría generar 1.500 horas/año y una eólica 2.400 horas/año.
En el marco de la exposición rural de Río Cuarto, que se llevó a cabo hace poco días y donde mostró el proyecto, el ingeniero agrónomo Gerardo Andreo, integrante de la iniciativa, explicó que la planta consume 500 hectáreas de maíz picado fino por año, y unas 2.500 toneladas de efluentes porcinos o de tambos, que en algunos casos no tienen en su predio el tratamiento adecuado y generan trastornos ambientales.
Por ahora, Bioeléctrica siembra su propio maíz, pero no se descarta que en el futuro, con más plantas como ésta funcionando, se genere un mercado alternativo para el maíz, como sería venderlo picado fino a una planta de biogás.
Los desechos son transportados desde los campos en camiones atmosféricos herméticos que evitan emanaciones de olores y metano. En la planta se lo almacena y se lo dosifica en proporción de acuerdo al consumo. Los tiempos de retención son de 45 días. Para evitar cambios bruscos de variables, todo está automatizado y medido. Esto asegura alimentaciones constantes y uniformes en una periodicidad determinada.
En este nuevo emprendimiento riocuartense, a diferencia de Bio 4, que sólo consume el grano de maíz, Bioelectrica se servirá de la planta entera.
Con una inversión de 22 millones de pesos, la fecha de arranque de motor está prevista para junio de 2014. El avance de obra se estima en un 40 por ciento de avance. El predio cuenta en total con cinco hectáreas, pero son plantas diseñadas para funcionar en dos, incluyendo el almacenamiento.
La idea de la empresa es replicar estas plantas en toda la región en un número aproximado de 60, generando inversiones en pueblos que consumen entre dos y cuatro megas de electricidad. Otero señaló que se busca transferir el conocimiento y el asociativismo entre los productores. Más plantas como ésta permitirían disminuir costos de transporte de energía hacia lugares alejados, que suelen estar en punta de línea y sufren fluctuaciones y cortes.
Donde haya cultivo de maíz, porcinos y tambos, puede haber una planta como ésta, dicen.
Por Andrés Ferreras
FUENTE: CLARIN SUPLEMENTO RURAL