Libitec concurre a los cupos de producción de biodiésel marcados por el Ministerio.La firma linarense podría retomar la actividad, paralizada hace tres años, y favorecer la llegada de un socio comercial a la planta.

En el último año respecto a las leyes para el control de la producción de biodiésel en España ha sido una de cal y otra de arena. Con la publicación del Ministerio de Industria, Energía y Turismo del procedimiento de asignación de cantidades de producción de biodiésel para cumplir con los objetivos obligatorios de mezcla de biocarburantes, los productores españoles ven abierto de nuevo el mercado con una perspectiva «viable», entre ellos, la planta de Linares Biodiésel Technology (Libitec).

El procedimiento de asignación de cotas de producción responde a una de las principales exigencias del sector español, cuyas plantas se encontraban prácticamente paradas por la llegada de biodiésel de importación, como es el caso de Libitec, que paralizó su actividad productiva hace tres años ante la imposibilidad de hacer frente a la competencia a los biocarburantes argentinos e indonesios, principalmente.

Así, la dirección de Libitec ha trasladado a su actual plantilla -cuatro empleados que se mantienen en la planta realizando tareas de mantenimiento- de su propuesta para producir parte del biodiésel otorgado a los fabricantes españoles, aunque no se ha aclarado las cantidades solicitadas. «El plazo para solicitar las cuotas termina este mes y Libitec ya ha hecho su propuesta. Ahora habrá que esperar la respuesta de Industria, que tardará unos cinco meses, para conocer si definitivamente Libitec tiene viabilidad y puede retomar la actividad productiva», destaca Miguel Ángel Albacete, presidente del comité de empresa.

La nueva fórmula, que permite la participación de agentes argentinos y de cualquier procedencia, asigna cantidades de producción durante un año. La convocatoria aparece recogida en una resolución de Industria con la que se pone en marcha de forma definitiva un mecanismo largamente esperado por el sector y sometido a retrasos y modificaciones para impedir denuncias internacionales.

Referente andaluz

Linares Biodiésel Technology (Libitec), la segunda planta productora instalada en Andalucía y una de las de mayor capacidad productora de toda España (100.000 toneladas al año) cerraba sus puertas en 2010 ante la imposibilidad de hacer viable su producto en un mercado donde la «competencia desleal» del biocombustibles argentino hacía del biodiésel español poco atractivo ante unos precios más elevados.

Desde entonces, la dirección de Libitec inició las negociaciones necesarias que favorecieran la llegada de un nuevo socio la planta linarense con el fin de hacer su producto más atractivo. Precisamente, la falta de una ley proteccionista para el biodiésel español ha sido una de las problemáticas que provocaron la paralización de la actividad en Libitec. Así, hace sólo unos meses Álvaro Alonso, representante legal de Azucareras Reunidas de Jaén (ARJ) -socia de Libitec-, aseguraba que, establecida la asignación de cantidades a través de la orden ministerial, «se persigue retomar la actividad».

Linares Biodiésel Technology fue inaugurada en abril de 2007, tras una inversión de veinticinco millones de euros como la segunda planta productora instalada en Andalucía y una de las de mayor capacidad productora de toda España. Su nacimiento está ligado al plan de reindustrialización presentado por la empresa Azucareras Reunidas de Jaén, tras el cese de su actividad en Linares en octubre de 2006 como consecuencia de la reestructuración del sector del azúcar en la Unión Europea.

Desde su apertura a diciembre de 2007, la productora de biocombustibles de Linares facturó por su actividad unos ocho millones de euros y obtuvo en 2008 casi treinta y cinco millones en facturación, que se redujo en seis millones a lo largo del ejercicio de 2009.IDEAL.