El sector de los biocarburantes dice que Soria le lleva a la «ruina».Antonio Cerrillo/Barcelona.
El Gobierno ha aprobado una nueva normativa que rebaja los objetivos obligatorios sobre el empleo de biocombustibles en el conjunto de los carburantes de locomoción. La medida ha sido acogida con un enorme enfado por las empresas productoras.
El objetivo global para los biocombustibles (biodiésel y bioetanol) se reduce en este año del 6,5% al 4,1%. “La rebaja de la obligación es la puntilla para un sector destrozado por las importaciones desleales de biodiésel desde hace seis años”, asegura Alfonso Ausín, presidente de la Asociación de Empresas Productoras de Energías Renovables (APPA Biocarburantes). Las plantas españolas trabajaron el año pasado al 9% de su capacidad en 2012, frente al 15% de 2011 y el 21% de 2010, unos ratios totalmente «insostenibles» para sostener esta industria. El principal impacto afectará al biodiésel, pues los objetivos de este año para este biocombustible se rebajan desde el 7% al 4,1% del carburante diésel, mientras que las metas para el bioetanol pasan del 4,1% al 3.9% del total de la gasolina. La demanda real esperada de biodiésel en 2013 (alrededor de 615.000 toneladas) representaría de facto una cuota de mercado de tan sólo un 2,8% del total de carburantes diésel consumidos. De hecho, la demanda se cubrirá en un 80% con importaciones «desleales» procedentes de Argentina e Indonesia mientras el Gobierno no adopte las medidas regulatorias adecuadas que lo impidan, señala APPA.
Tras la rebaja del objetivo mínimo de biocarburantes en gasolina desde el 4,1% al 3,9%, se prevé que la demanda de bioetanol prevista para este año descienda alrededor de un 10% respecto a la de 2012 (320.000 toneladas), lo que unido a la posible disminución de las exportaciones, empeorará el ratio de funcionamiento de las cuatro plantas españolas de bioetanol.
«Nos apuñalan por la espalda, con nocturnidad y alevosía; nos dejan prácticamente muertos y encima dicen que lo han hecho por nuestro bien. Es una situación inaudita”, asegura Alfonso Ausín, presidente de APPA Biocarburantes, tras comprobar que el real decreto-ley aprobado por el Gobierno rebaja los objetivos de presencia de los biocarburantes. Pero lo que más les molesta es que en su exposición de motivos la medida se presenta como una solución para “asegurar cierta estabilidad al sector de los biocarburantes”. “Ciertamente, la muerte de un sector conduce a un estado de estabilidad total”, afirma Ausín, que considera increíble que en una norma destinada «a apoyar al emprendedor y estimular el crecimiento y la creación de empleo» se incluya una medida que va a contribuir «a la pérdida de centenares de puestos de trabajo y a la ruina de un sector industrial emprendedor que ha invertido más de 1.800 millones de euros para fabricar biodiésel y bioetanol en España».
«Resulta igualmente falaz que en la misma exposición de motivos del real decreto se afirme que esta medida, ‘en ningún caso, compromete el cumplimiento de los objetivos comunitarios previstos para 2020’, cuando es evidente que contradice de forma flagrante la senda fijada en el Plan de Energías Renovables 2011-2020 para el cumplimiento del objetivo comunitario de que las energías renovables alcancen en 2020 en 10% del consumo final en el transporte, objetivo consagrado en España por la Ley 2/2011 de Economía Sostenible», dice APPA.
«Mediante la utilización injustificada de un real decreto, el Gobierno ha obviado su obligación de consulta previa a los sectores afectados, tras haber venido ocultando a la opinión pública desde el pasado mes de octubre que estaba tramitando un real decreto», añade. «Con esta medida, el Gobierno pone el último clavo en el ataúd del sector del biodiésel en España, tras haberse permitido durante años que las petroleras se aprovecharan de los incentivos fiscales y del dumping de las masivas importaciones desleales para actuar en detrimento de la industria española, condenada así a una lenta y mortal agonía», finaliza Ausín.LA VANGUARDIA.