Brasil ya implementó sustitución energética.
El artículo 33 de la recientemente promulgada Ley 26.337 de Presupuesto Nacional prevé la exención impositiva para las importaciones de gasoil durante 2008 «destinadas a compensar los picos de demanda del mismo, incluyendo las necesidades para el mercado de generación eléctrica», según el texto de la norma.
El volumen autorizado a ingresar bajo este régimen de excepción alcanza a 1,8 millón de metros cúbicos, con posibilidades de ampliarse en un 20% (2,16 millones) si la Secretaría de Energía lo evalúa necesario.
Cuando en enero de 2006 los legisladores sancionaron la Ley 26.074, instaurando este sistema de exención impositiva, el volumen previsto para importar a lo largo de ese año fue de 800.000 metros cúbicos.
Ergo, en el transcurso de tres años, el déficit energético previsto aumentó 2,25 veces.
A un valor de 600 dólares el metro cúbico, tal como se desprende de los registros de la Aduana para el segundo semestre del año, el 1,8 millón de metros cúbicos autorizados a importar sin impuestos significará una transferencia de recursos económicos al exterior del orden de los u$s1.000 millones.
En este punto, pasemos al Brasil, donde a partir de este 1° de enero de 2008 es obligatorio el corte del gasoil con biodiésel al 2%.
Según la estatal Agencia Nacional del Petróleo (ANP), el uso de este derivado del aceite vegetal permitirá en este primer año el ahorro de unos u$s500 millones (900 millones de reales) en importación de gasoil.
La ANP explica que en Brasil hay 49 plantas de biodiésel autorizadas y otras 44 en vías de serlo. Nuestros socios del Mercosur ya tienen capacidad para fabricar 2,50 millones de metros cúbicos de biocombustible y terminarían el año con 3,82 millones.
Tal es el avance de esta industria, que los funcionarios ya están analizando seriamente adelantar el incremento del corte obligatorio al 5%, previsto en su ley nacional recién a partir de 2013.
Con un corte al 5%, los brasileños estiman que se ahorrarían unos 1.250 millones de dólares al año en importaciones de gasoil. Actualmente, un 7% del consumo de gasoil se satisface vía la importación.
Por otra parte, señalan que la naciente industria del biodiésel alcanzará a 200.000 agricultores de escala familiar, que participan con sus productos del sistema de licitaciones públicas para la producción del combustible.
Volvamos ahora a nuestro país, la Argentina, donde con tres plantas habilitadas ya se exportaron en 2007 unas 320.000 toneladas de biodiésel, número que no es representativo del potencial, dado que las colocaciones comenzaron a tomar ritmo recién a mediados de año.
Se estima que para fines del año próximo la capacidad instalada rondará entre 1,7 y 1,9 millón de metros cúbicos, el mismo volumen autorizado para importar de gasoil.
Por otra parte, con un consumo interno estimado en 14 millones de metros cúbicos de gasoil, el corte obligatorio del 5% estipulado para 2010 representaría unos 700.000 m3.
Sin embargo, es poco o nulo el desarrollo de la industria del biodiésel para abastecer el mercado interno. De hecho, los aspectos esenciales de la reglamentación de la ley (precio, sistema de abastecimiento) siguen sin definirse.
Por otra parte, el Gobierno puede adelantar la entrada en vigencia del corte obligatorio.
De tal manera, que tiene en sus manos las herramientas para convertir el problema del déficit de gasoil en una oportunidad de desarrollo agroindustrial.
Incluso, y esto ya lo plantearon en 2006 los senadores puntanos Rodríguez Saá y Negre de Alonso vía un proyecto de ley, se puede transferir el costo fiscal de liberar la importación de gasoil a los proveedores de biodiésel para el corte obligatorio, en forma de subsidio.
Esto no significa obligar a volcar al mercado interno el biodiésel de las grandes fábricas del polo aceitero de Rosario, pudiendo estos exportarlo a mejor precio, sino aprovechar para estimular definitivamente un segmento agroindustrial que pueda operar en este mercado.
No sólo se mejoraría el superávit comercial (hay u$s1.000 millones perdidos en la importación de gasoil), sino que se podría generar oportunidades de desarrollo.
Javier Preciado Patiño
Fuente: Infocampo