Cuidar el medio ambiente es el objetivo que convocó en Shangai a fabricantes, funcionarios y científicos.
SHANGHAI.- Desde siempre, la movilidad fue un factor clave para la humanidad. Pero fue en el siglo XX cuando la historia cambió para siempre con la aparición del automóvil.
Hoy, el mundo se mueve sobre ruedas y el parque automotor, destinado al transporte de pasajeros o de cargas, se multiplica. Pero claro, todo tiene sus aspectos negativos y la emisión de CO2 es uno de ellos.
La comunidad internacional está preocupada. El calentamiento global, la contaminación y los problemas del tránsito en las grandes ciudades son algunos de los puntos más conflictivos.
Para generar un espacio de debate, análisis y búsqueda de soluciones, Michelin creó, en 1998, el Challenge Bibendum.
El encuentro, que se realiza anualmente, rota por distintas sedes y el mes último se realizó en esta pujante ciudad china, que en 2010 será sede de la Expo Mundial.
Fabricantes de automóviles, empresas de energía, autopartistas, funcionarios oficiales de distintos países, científicos, organizaciones no gubernamentales y periodistas compartieron tres jornadas donde la movilidad sostenible fue el centro de toda la atención.
Entre las actividades más importantes se destacaron las mesas de trabajo sobre temas específicos y las conferencias.
Pero las grandes estrellas fueron, sin duda, los vehículos presentados por las automotrices para demostrar los distintos desarrollos que tienen como principal objetivo ofrecer al mercado tecnologías menos contaminantes.
Se exhibieron tanto modelos de producción en serie como prototipos. Además, hubo vehículos impulsados por combustibles convencionales (nafta y gasoil), biocombustibles y otros alternativos, como el hidrógeno y las celdas de combustible.
Además de los fabricantes chinos de automóviles, en el Challenge Bibendum Shanghai 2007 participaron Audi, BMW, Daimler, Ford, General Motors, Hyundai, Nissan, PSA Peugeot, Citroën, Renault, Toyota y Volkswagen.
El CEO de Michelin, Michel Rollier, fue claro a la hora de las definiciones. «El mundo se urbaniza rápidamente y crecen las necesidades de energía; además hay signos evidentes de calentamiento global y al mismo tiempo no podemos seguir aceptando el costo humano y social de los accidentes de tránsito», dijo.
Agregó que Michelin tiene tres firmes convicciones. Una es que el transporte vehicular es uno de los vectores más extraordinarios del desarrollo económico y cultural, y detenerlo significaría retroceder en ambos aspectos.
Otra es que en los últimos quince años se hicieron notables avances para disminuir la polución en las grandes ciudades, se redujo la contaminación sonora asociada con los vehículos y se mejoró la seguridad de los automóviles, pero nada de eso será suficiente si no se toman medidas para los problemas que pueden alcanzar proporciones críticas en los próximos años.
La tercera convicción de Michelin es que frente a la proyección de que en 2030 habrá 1600 millones de automotores en el mundo, es absolutamente esencial acelerar la puesta en práctica de las soluciones que están al alcance.
Y es precisamente este último aspecto el que convocó a más de 3000 personas a Shanghai. Aquí se mostraron cuáles son las tecnologías que hoy están disponibles en el mundo de la industria automotriz.
Esa fue la razón por la cual uno de los puntos fuertes de la convocatoria fue la prueba de los distintos vehículos en condiciones de tránsito habituales.
Los organizadores dispusieron que los autos fueran evaluados durante un rally. Se realizaron dos tipos de test: de performance y medioambientales.
En las pruebas de performance se midieron aspectos relacionados con la aceleración y la maniobrabilidad, mientras que las pruebas relacionadas con el medio ambiente tomaron en cuenta, entre otras cosas, el ahorro de combustible, el nivel de ruido del vehículo y las emisiones de CO2, directamente relacionadas con el calentamiento climático que tanto preocupa.
En la categoría de autos de pasajeros de producción en serie, los tres primeros lugares los ocuparon el Mercedes-Benz E 300 Bluetec, tiene un motor diesel y filtros especiales que reducen la emisión de óxidos de nitrógeno; el Volkswagen Passat Bluemotion, con motor diesel de 105 CV con un consumo promedio de 5,1 litros cada 100 kilómetros que es el más bajo de su categoría, y el BMW Hydrogen 7, cuyo motor V12 está adaptado y funciona con nafta o con hidrógeno.
En tanto, en la categoría de autos de pasajeros prototipos, el podio fue para el Audi A5 3.0 TDI, segundo fue el Renault Logan ECO y tercero el VW Jetta Clean TDI. En el caso de los automóviles, tuvieron que realizar un recorrido de 170 kilómetros, que incluyó autopistas, caminos vecinales y calles de ciudades, incluyendo un tramo cronometrado en el que tenían que mantener una velocidad promedio de 80 km/h.
En tanto, también fueron sometidos a prueba vehículos utilitarios con tecnologías menos contaminantes, pero sobre un recorrido de 100 km, y por último también participaron vehículos urbanos, autos muy pequeños y motocicletas, que fueron probados en un circuito urbano de 30 kilómetros de extensión.
Por lo visto, en Shanghai las tecnologías más aplicables a corto plazo son la utilización de biocombustibles (biodiesel o bioetanol), los modelos híbridos (que combinan motor naftero o diesel con otro eléctrico) y los que están adaptados para funcionar con nafta o con gas.
Tanto los que utilizan hidrógeno, que dependen de una red de abastecimiento de ese combustible, como los eléctricos, cuyas baterías todavía no están suficientemente desarrolladas para brindar la autonomía necesaria, son propuestas que necesitarán más tiempo para ser exitosas.
Pero unas como otras serán, sin duda, una valiosa contribución, como aspira Michelin, para que el creciente parque automotor mundial afecte cada vez menos al medio ambiente.
Además, estas tecnologías serán útiles en la medida en que los gobiernos apliquen políticas que estimulen su uso y sancionen a quienes no cuidan el aire que respiramos.
Por Jorge Pandini
De la Redacción de LA NACION
Presencia de la OMS
La prevención también fue tema de discusión
Uno de los asistentes al encuentro de Shanghai fue el director del Departamento de Prevención de la Violencia y Accidentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Etienne Krug.
Explicó que la OMS tiene un gran programa de prevención y que el Challenge Bibendum, al tratar sobre transporte sustentable, es una gran oportunidad para interactuar con otros protagonistas.
Dijo que el papel de la OMS es un trabajo de coordinación, de acercar a gobiernos y entidades privadas para que trabajen juntos en favor de la seguridad vial.
Explicó que la organización también realiza estadísticas, reúne datos y realiza algunas investigaciones sobre ese tema.
«Los accidentes de tránsito están dentro de las 10 principales causas de muerte y heridos en todo el mundo. Es tan grave como la malaria y están aumentando. Además, si se considera la franja que va de los 10 a los 29 años, los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte», dijo.
Fuente: La Nación