Un cóctel de alcohol, fernet y biocombustibles.
Son pocas las empresas manejadas por la cuarta generación de una misma familia. Es el caso de la cordobesa Porta, que arrancó en 1882 con la elaboración de licores por iniciativa de un inmigrante italiano que llegó desde Lombardía. Para José Porta, de profesión contador, la clave de la supervivencia pasa por una frase que parece sacada del manual: primero la fábrica . Se la enseñó su abuelo y dice que le permite superar las tensiones de distinto grado que son frecuentes con sus hermanos.
El grupo, con 270 empleados y $ 200 millones de facturación al año, se dedicó a los alcoholes de alta calidad, ya sea de uso medicinal o para la perfumería y cosméticos en una canasta a la que fue sumando bebidas como el Fernet 1882, el vodka y hasta vinagres. En alcoholes desarrollaron el primero en gel en la Argentina y son los número uno del segmento. También se unieron a Cepas, elegida por tratarse de una firma familiar (de los Gancia) y de capitales nacionales: crearon una compañía en bebidas de alta gradación que se ganó un lugar en el mapa de ese negocio.
Pero un desarrollo tecnológico conjunto con la Universidad de Villa María permitió una vuelta de tuerca para ingresar a un sector que pinta prometedor: la elaboración de biocombustibles a partir del maíz y del sorgo.
En lo que asomaba como meta imposible , Porta fue uniendo varias puntas. Por un lado, juntó a un grupo de productores de Río Cuarto, coordinados por Manuel Ron, que se ocuparán de abastecer la materia prima. Por otro, convenció a la sueca Alfa Laval para una alianza estratégica en el desarrollo y la provisión de los imprescindibles equipos.
Y, en una decisión con cierto arrojo, se lanzó a construir la fábrica de bioetanol. La bautizó Bio IV y se extiende en cinco hectáreas en Río Cuarto, tras una inversión de US$ 30 millones. Es la primera en su tipo en la Argentina. Con Alfa Laval ya están ofreciendo construir plantas llave en mano, aquí y en otros puntos del mundo.
Porta asegura que las ventas de bebidas en el mercado doméstico ya no tienen el mismo ritmo. Por eso, cuando se trata de invertir apuesta “a lo que tiene más futuro”, en referencia a los biocombustibles.
Por Silvia Naishtat
FUENTE: IECO DIARIO CLARIN