Argentina: La propuesta del INTI.
Hacia la generación distribuida de energías renovables.
El pasado 20 de septiembre, el INTI realizó un seminario sobre tecnologías para la micro generación local distribuida de energías renovables. El objetivo del encuentro, el cual incluyó nueve talleres sobre distintas fuentes de energía, entre otros temas, fue hacer converger esfuerzos desde el espacio privado y público bajo un nuevo paradigma que privilegie las necesidades comunitarias. Asimismo, se puso el foco en las posibilidades de transferir al más breve plazo tecnologías a escala local, incorporando al debate la forma de enlazar lo local con la distribución masiva, ya que el país está vinculado por grandes redes de distribución.
La jornada fue abierta por el Ing. Enrique M. Martínez, quien enfatizó que las restricciones energéticas que se esperan requieren definiciones de alcance comunitario y “una vez alcanzadas éstas, quedarán establecidos los escenarios para la actividad empresaria”. Teniendo como referencia este marco de análisis, expuso tres ideas fuerza que constituyen la propuesta del INTI. “En primer lugar, si los recursos deben ser asumidos como una restricción, el uso racional de la energía debe ser resignificado hasta convertirse en una línea que abarque los combustibles líquidos y gaseosos, la energía eléctrica, el diseño y construcción de viviendas, en definitiva, la minimización del consumo superfluo en todos los planos. La segunda idea fuerza surge de respetar como prioridad las definiciones comunitarias y las necesidades del conjunto de los pueblos, para lo cual hay que ayudar a diseñar e implementar sistemas basados en fuentes renovables para la generación y utilización local del producto energético. En un mundo que tendrá restricciones muy fuertes en los recursos físicos, es mejor optar por lo sustentable y lo distribuido. La tercera reside en que el INTI facilite la implementación de la mayor cantidad de sistemas posibles. Son necesarias las discusiones teóricas y las investigaciones básicas, pero el papel del Instituto debe ser el de articulador de saberes a los efectos de conseguir la transferencia a lo concreto en el menor plazo posible”. A su vez, el Ing. Martínez señaló que “desde nuestro espacio creemos que debemos profundizar las investigaciones y propuestas para instalar la eficiencia en el seno de la cultura comunitaria. Y una vez que se instale el concepto de eficiencia, seguramente pasaremos a discutir cómo conseguir la eficiencia al mínimo costo”. En otro orden, también brindó cifras de la consultora internacional McKinsey, que en forma inédita elaboró un estudio sobre cómo ganar dinero a través del ahorro de energía. Según el estudio, poner en marcha un conjunto de medidas de fácil aplicación permitiría que la demanda de energía mundial, que está previsto que crezca al 2.2% anual hasta el 2020, sólo necesitaría crecer al 0,7% anual.
Energía eólica
El taller coincidió en que la generación distribuida requiere impulsar líneas de investigación, desarrollo y demostración, y agrupar talentos y experiencias. Entre otros temas, se analizaron el desarrollo de un aerogenerador de 1 KW y una turbina de 50 KW, considerando su utilización en pequeñas comunidades, y la posibilidad de desarrollar un generador eléctrico de bajas revoluciones y alta eficiencia. Se acordó también iniciar una línea de investigación sobre bondades y defectos de distintos sistemas de control para aerogeneradores y la certificación de equipos eólicos.
Energía solar
Este grupo arribó a la conclusión que se puede contribuir al aprovechamiento de la energía solar en el país, en particular en micro generación, a través de un número reducido pero significativo de acciones que el Instituto deberá patrocinar para lograr un impacto importante de la energía solar en los planos energético, ambiental y social. El aprovechamiento de la energía solar térmica, en particular el calentamiento de agua a baja temperatura y su posterior uso en aplicaciones domésticas, constituye uno de los ejes principales de acción a ser desarrollado, tanto en sus aspectos técnicos como en la legislación que promueva su uso intensivo. A su vez, se destacó la importancia de la participación del sector industrial y la implementación de algunos proyectos de demostración en edificios públicos y barrios de viviendas populares, así como la necesidad de contar en el INTI con un laboratorio de ensayos y certificación de calidad de los calentadores solares, nacionales o importados, disponibles en el mercado.
Energía hidráulica
Este taller concluyó que la tecnología necesaria para desarrollar esta forma de generación de energía descentralizada está disponible y que lo más importante es la articulación de las capacidades nacionales en la materia: talleres metalúrgicos, ingenieros que puedan calcular las obras pertinentes a este tipo de generación, laboratorios existentes que puedan homologar y certificar potencias de equipos, entre otros. Por otro lado, existe una demanda concreta, ya sea de familias agrupadas, pequeñas comunidades o alumbrado público que son usuarios potenciales de este tipo de solución energética.
Biogás (residuos agroganaderos y urbanos)
Sobre este ámbito se definieron tres grados de necesidad. La de la gran empresa o los residuos urbanos de una población, que necesitan contar con plantas de tamaño considerable, donde el problema principal es la disposición del residuo más que el energético propiamente dicho; la de los pequeños productores que a su vez presentan la necesidad de disposición de los residuos y la necesidad de energía para su operación; y la de las comunidades rurales donde la prioridad es la de disponer de algún tipo de energía alternativa para mejorar la calidad de vida. Se coincidió en que las tecnologías asociadas a la producción de biogás son relativamente maduras y conocidas, pero no existe disponible en nuestro país ningún productor de equipos que pueda aportar respuestas de rápida transferencia en las escalas requeridas y a nivel masivo.
Biocombustibles
Este taller propuso la discusión y análisis de este vasto sector económico dentro de las líneas conceptuales propuestas por el Ing. Enrique Martínez: concentrar los recursos en la promoción y ayuda a las comunidades regionales que puedan aprovechar cultivos energéticos no alimenticios. Se concluyó que se dará seguimiento a las iniciativas propuestas para interesar a asociaciones de pequeños productores en una cadena de valor que integre una Planta de Biodiesel homologada por el INTI, dentro de las reglamentaciones de la Ley de Biocombustibles.
Residuos sólidos industriales y forestales
En este tema se procuró armonizar algunos criterios para trabajar en la identificación de la necesidad (cuantificar la oferta y demanda de biomasa, efectuar la tipificación de la misma y concientizar a la población sobre el manejo del recurso) y en propuestas de trabajo (desarrollar sistemas optimizados de combustión a nivel domiciliario, aprovechamiento de residuo agropecuario-forestal mediante adecuación de tecnología ‘gasógeno-pirólisis’ y desarrollo forestal para aprovechamiento de terrenos decapitados para generación de energía eléctrica domiciliaria – industrial).
Hidrógeno y celdas de combustible
Se evaluaron los aspectos relevantes vinculados a las oportunidades de aplicación del hidrógeno y de las celdas de combustible para el suministro de energía proveniente de fuentes renovables en los distintos mercados energéticos de Argentina: sistema interconectado, núcleos aislados de generación, localidades con generación aislada y áreas de población dispersa.
Uso eficiente de la energía activo
Se distinguieron cuatro planos en el tratamiento de la eficiencia energética: políticas energéticas, marco regulatorio, concientización y soluciones tecnológicas. Se observó también la necesidad de mejorar la aplicación del sistema de etiquetado energético, introduciendo condiciones de eficiencia mínima obligatoria y extendiendo el sistema a equipos a gas natural y a equipos auxiliares para iluminación. Al mismo tiempo, establecer la obligatoriedad de homologación y certificación de desempeño energético de equipos e instalaciones industriales y la matriculación de personal especializado en la operación de equipos. También se propusieron mejoras tecnológicas para usar eficientemente la energía térmica en la industria, el gas residencial, comercial e industrial, la energía eléctrica en los sistemas de alumbrado público y de oficinas e industrias, y la energía en procesos industriales. Se sugirió además la creación de una red nacional interinstitucional de fomento a la eficiencia energética articulada por el INTI, convocando a sectores dentro y fuera del Estado y la creación de un grupo de estudio para relevar casos exitosos a replicar.
Uso eficiente de la energía pasivo
En este campo se propuso utilizar los principios técnicos de la reglamentación de la Ley 13059 de la Provincia de Buenos Aires, adaptarlos y expandirlos para su aplicación en todo el país. Frente a diversos problemas, como la falta de una normativa, el desconocimiento de un buen diseño, los intereses económicos de las empresas constructoras y de capacitación de profesionales, entre otros, se propusieron algunas soluciones, como la obligatoriedad de la enseñanza en Ingeniería Civil y Arquitectura del diseño ambientalmente sustentable, la difusión de la problemática a través de los medios y la escuela, y la promoción y subsidio a las mejoras en el uso racional de la energía.
Fuente: Argenpress.info