Wim van Sluis es un holandés que por su contextura física más bien parece español. Ex concejal por la ciudad de Rotterdam, hoy Van Sluis encabeza el comité de promoción del puerto de esa ciudad, una de las principales puertas de acceso a Europa. Cada año, llegan a Rotterdam barcos procedentes de la Argentina, que transportan dos millones y medio de toneladas de frutas, granos y aceite de soja.
El lunes y el martes, van Sluis estuvo en Buenos Aires. Pasó más de doce horas por día visitando oficinas en Palermo y el centro. Se fue de la Argentina convencido de que tiene un buen negocio entre manos: lograr que, en no más de un año, las exportaciones locales a Rotterdam se incrementen de 2,5 millones de toneladas a casi 4 millones.
¿Acaso en la Casa Rosada se está operando un pase mágico para que en apenas 12 meses las exportaciones se incrementen 50%? Difícil. El dólar sigue quieto y las retenciones subieron.
En realidad, lo que busca Rotterdam es el negocio de la exportación de biodiésel. Hasta ahora no existía. Comenzó hace sólo dos meses.
Los primeros embarques salieron desde Ecofuel, una planta de biodiésel de Puerto General San Martín, de Aceitera General Deheza y de Bunge. También empezó a exportar la fábrica Renova, que construyeron las cerealeras Glencore y Vicentín. Ya exportan 30.000 toneladas de biodiésel por mes.
Además, hay otros cinco emprendimientos (de Eurnekian, Louis Dreyfus, Molinos y otros) que pronto llevarán la capacidad instalada a 1,7 millones de toneladas.
Para 2010 el biodiésel será obligatorio dentro del gasoil, en una proporción de 5%, que hoy equivale a unas 600.000 toneladas, según estimó el experto Claudio Molina. Pero para entonces la capacidad instalada rondará los 2,2 millones de toneladas, de modo que quedará un enorme saldo exportable. De ahí los cálculos de Van Sluis. Aunque también se fue con dudas: Europa está pagando mejor la tonelada del aceite de soja que la del biodiésel de soja. «Se paga más caro por el producto intermedio que por el producto final», dijo Molina.
Por Luis Ceriotto
Fuente: Diario Clarín