Las plantas de mayor escala se construyen en el complejo portuario sobre el río Paraná.
Con días de diferencia se pusieron en marcha las plantas de Ecofuel y Renova. Hasta ahora, son las más grandes del país. Juntas pueden elaborar hasta 440 mil toneladas anuales de biodiésel. En los próximos meses, se pondrán en marcha otros complejos en Puerto San Martín, Timbúes, San Lorenzo, Rosario y General Lagos. Mientras tanto, en Córdoba y Entre Ríos surgen proyectos de menor escala.
La historia parece tener reservado varios capítulos para la ciudad santafesina de San Lorenzo. Es que muy cerca de la zona donde San Martín libró en 1813 el combate de fuego por la independencia nacional, la agroindustria está gestando las primeras luces de lo que será uno de los polos de producción de biodiésel más importantes del continente.
Los primeros nacimientos fueron casi simultáneos y corrieron por cuenta de Renova y Ecofuel SA (Puerto San Martín). En el primero participan Vicentín y la Oleaginosa Moreno Hermanos (de la suiza Glencore), mientras que Aceitera General Deheza (AGD) y la filial argentina de Bunge son responsables de la restante.
Ambas estructuras representan una inversión de 70 millones de dólares y producirán, sumadas, 440 mil toneladas anuales de biodiésel para la exportación. Les pisa los talones la planta de Unitec Bio, que el grupo Eurnekian levanta en Puerto San Martín. Tiene fecha de largada en enero próximo, con una capacidad y tecnología similares a las de Ecofuel.
Pero no son los únicos. Los principales jugadores del negocio agroindustrial de corredor portuario santafesino sobre el río Paraná tienen planes ambiciosos. En eso están Louis Dreyfus (General Lagos), Molinos Río de la Plata (Rosario), Explora (San Lorenzo) y Raiser con Green Fuel (Timbúes), entre otros. En total, las inversiones en grandes plantas suman alrededor de 350 millones de dólares.
En Córdoba. Mientras tanto, en la provincia de Córdoba se producen apenas 2.500 litros diarios de biodiésel, más allá de los proyectos anunciados y de las capacidades de las fábricas. Los establecimientos activos están en Chalacea (departamento Río Primero), Jovita (General Roca) y Tancacha (Tercero Arriba). También fue montada una planta en la localidad de Pilar (departamento Río Segundo), que llegó a entregar hasta 3.800 litros por día pero ahora está en suspenso por el costo de oportunidad que plantea la elaboración del biocombustible a partir de soja. El emprendimiento fue uno de los primeros en Córdoba, comenzó con colza y continuó con soja, por lo que la planta fue ampliada para contar con equipos de quebrado y desactivación.
Sin embargo, debajo de esta punta de iceberg hay proyectos de inversión por 200 millones de pesos para lograr una producción de 120 millones de litros anuales de biodiésel y 60 millones de litros de etanol en la provincia. Para el presidente de la Cámara de Biocombustibles de Córdoba, Oscar Gentili, estos números confirman que Córdoba será un jugador de peso para abastecer al mercado interno, que a partir de 2010 demandará biocombustibles para el corte obligatorio del cinco por ciento en gasoil y naftas.
De acuerdo con los datos que maneja esa entidad, existen varios proyectos que fijaron fecha de largada para el año próximo. Uno de ellos es Molyagro SA, en el que participa la familia Gentili (Tancacha) y cuya capacidad de producción será de 12 mil litros por día. En Colazo (departamento Río Segundo) también se trabaja para poner en marcha un emprendimiento de 10 mil litros por día. Por su parte, un grupo de productores de Laboulaye (Roque Sáenz Peña) planea levantar una planta de biodiésel para autoconsumo de 4.500 litros por día.
Hasta aquí, se trata de plantas chicas o medianas para autoconsumo. Pero todos esos emprendimientos analizan la posibilidad de asociarse para alimentar a una fábrica que produciría 50 mil toneladas anuales de biodiésel en 2010. El proyecto lo encabeza la Compañía Argentina de Biocombustibles SA (Cabsa), cuya mayoría societaria (51 por ciento) estará en manos de productores, mientras que el resto del paquete se formaría con pequeñas y medianas empresas aceiteras, con el objetivo de vender el biocombustible en el mercado interno.
Por último, Bioetanol Río Cuarto SA focaliza su negocio en la producción a gran escala de etanol a partir de maíz. La planta estará en Río Cuarto (al sur de Córdoba) y demandará una inversión de 21 millones de dólares. La capacidad de producción será de 50 millones de litros al año.
Fuente: La Voz del Interior