La UE recortó las ayudas a quienes siembran cultivos para la obtención de biocombustibles.
BRUSELAS (Reuters).- La Unión Europea (UE) recortó los subsidios que ofrecía durante 2007 a los agricultores que produjeran un volumen mayor de los cultivos que pueden ser usados en la elaboración de biocombustibles debido a que las plantaciones crecieron más de lo esperado, dijo el miércoles pasado la Comisión Europea.
Uno de los subsidios, denominado prima de los cultivos energéticos, fue instituido en 2004, un año después de la reforma agrícola realizada por la UE. Desde 2007, los países que se integraron al bloque recientemente, incluyendo a Bulgaria y a Rumania, obtuvieron los mismos pagos. El subsidio fijo de 45 euros por hectárea (unos 64 dólares) tuvo por objetivo desde su puesta en marcha que los agricultores sembraran más cultivos que pudieran ser usados en la fabricación de biocombustibles.
Las cosechas contempladas en dicho programa de ayudas incluyen la remolacha azucarera, los cereales y las plantas de las que se pueden obtener aceites vegetales, como la colza.
En el presente año la UE elevó el área máxima que puede beneficiarse con el subsidio a 2 millones de hectáreas, desde el 1,50 millón de hectáreas previo. Los gobiernos de la UE también tienen la facultad de ayudar económicamente a los agricultores para que cultiven tales cosechas con un subsidio que cubre hasta la mitad de los costos incurridos.
Pero los agricultores de la UE excedieron la superficie máxima estipulada en el programa de subsidios al sembrar alrededor de 2,84 millones de hectáreas.
Entonces, para mantenerse dentro de su presupuesto de 90 millones de euros, la Comisión ha tenido que calcular qué cantidad de esa tierra califica para la prima de cultivos energéticos. Y el resultado fue de poco más del 70 por ciento de la tierra por la que los productores han reclamado el pago.
Metas incumplidas
Desde Alemania, la publicación Oil World señaló que las metas para incrementar la producción mundial de biocombustibles deben ser recortadas debido a que los mercados de aceites vegetales y oleaginosas no pueden satisfacer la fuerte demanda. «Es necesario que se revisen las políticas de biocombustibles a nivel mundial», señaló la revista, que agregó que las metas de uso y producción trazadas recientemente por distintos países fueron demasiado optimistas.
A partir de 2008 los objetivos de producción subirán, lo que generará una demanda adicional que los mercados de aceites y grasas no podrán sostener, al menos en los años 2008 y 2009. «Los precios (de aceites comestibles) han alcanzado puntos tan altos que los gobiernos deberían comenzar a reconsiderar sus actuales políticas de biocombustibles», dijo Oil World.
Fuente: La Nación