Tuxtla Gutiérrez.- Un desperdicio altamente contaminante para la industria cafetalera de todo el mundo, podría ser la clave para el desarrollo de un biocombustible cuya producción es posible en Chiapas.
Si todo el mucílago de café, que actualmente se tira a los ríos donde contamina y mata peces, se transformara en etanol, Chiapas podría rebasar en al menos 1.7 veces la demanda nacional de etanol por al menos 10 años.
Así lo considera el investigador y docente del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Chiapas (CECyTECH) del plantel Bellavista, Antonio Díaz Velásquez.
Enclavada en una de las regiones más pobres del estado, Bellavista parece haber encontrado la clave para hacer que un desperdicio contribuya a disminuir la contaminación y a generar ingresos económicos para sus habitantes.
Velázquez explica: “el mucílago es la baba que recubre al grano y que se desecha, es altamente contaminante, cuando va a parar a los ríos incrementa la demanda de oxígeno y mata a los peces”.
“No tenía, hasta ahora, algún uso en la industria, de hecho constituía un problema en todo el mundo.”
La investigación no es nueva, lleva tres años en curso pero ha tenido importantes avances que pueden acelerarse aún más con la inversión que se necesita para pasar de la teoría a la práctica.
“Obtención de etanol” es el nombre del proyecto con el que estudiantes y profesores de este centro educativo enclavado en la sierra chiapaneca, descubrieron que el mucílago es rico en azucares y por tanto fermentable.
A partir de ahí analizaron qué tipo de etanol producía éste y si era viable para su uso a escala mayor.
“Lo que encontramos es que genera muy pocos residuos para la atmosfera, de hecho en países como Brasil un 65 por ciento de los vehículos ya utilizan etanol para moverse.”
“Buscábamos como ayudar a gente marginada y dimos con un biocombustible, es decir algo que no valía nada ahora vale mucho y puede tener múltiples aplicaciones.”
Chiapas no está sólo en la carrera, países como Brasil, Colombia, Costa Rica y Australia, por mencionar algunos, ya tienen el uso de etanol como una de sus metas prioritarias para asegurar la demanda de combustible.
Pero, a diferencia de ellos, el de Chiapas es una propuesta hacia un residuo que no supone un riesgo para la seguridad alimentaria.
“Ellos tienen plantas y lo producen en grandes cantidades pero por el momento las fuentes de donde mayoritariamente se obtiene son el maíz o la caña de azúcar, de ahí su alto costo.”
Basados en su investigación, Velázquez asegura que de 8 kilos y medio de café, se obtiene un kilo de mucílago y de éste, es posible procesar hasta 560 mililitros de etanol en una mezcla del 55 por ciento.
“México tiene una demanda por encontrar cómo oxigenar sus gasolinas porque de la forma tradicional ya no es posible debido a presiones internacionales para disminuir la contaminación, el etanol es la respuesta.
“La demanda actual de etanol es de 40 millones de litros anuales y se espera que en la siguiente década aumente a 90 millones, actualmente para satisfacerla se compra a los países productores.”
–¿Qué se necesita para hacer realidad esta investigación y producir etanol para Chiapas, México y por qué no, el mundo?
-“Se necesita una inversión de 3 millones 750 mil pesos para montar una planta piloto, ahí sabremos cuánto es redituable a escala industrial y cómo es posible mantener la producción.
Tenemos el apoyo del Instituto de Reconversión Productiva y Bioenergéticos, de otras instituciones de investigación nacionales y nos estamos acercando también a la iniciativa privada.
Por ejemplo, en el caso del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) el proyecto ya pasó dos de las tres etapas que se consideran necesarias para recibir un financiamiento.”
Antonio Díaz Velásquez, como sus alumnos, ve más allá: “Algunas fincas se han interesado mucho en el proyecto, algunas cuentan con 300 hectáreas lo cual supone un recurso importante”.
“Con la producción que tenemos actualmente de café en todo el estado, podríamos rebasar en 1.7 veces la demanda nacional de etanol por lo menos en los próximos 10 años y no tendríamos que depender del maíz para ello, asegurando así el alimento de las próximas generaciones.”MARCO Antonio Alvarado.NOTICIAS NET/MEXICO.