Un grupo de científicos del Departamento de Investigación de la compañía Greenenergy ha descubierto cómo extraer el aceite de las empanadas saladas de Cornualles (típicas inglesas), los pasteles y las patatas fritas y convertirlo en biodiésel.¿Cómo lo hacen?
El proceso de esta novedosa y sorprendente iniciativa ya lo ha puesto en marcha la empresa que hasta ahora reciclaba aceites usados de cocina. Consiste en mezclar los residuos de los alimentos grasos con determinada cantidad de diésel para transformarlos en biodiésel y posteriormente vender este carburante en las gasolineras de Gran Bretaña.
Los residuos sólidos que quedan tras la obtención del diodiésel los convierten en abono o en energía, y en un futuro podrían usarlos para hacer combustible de biomasa sólida o bioetanol, tal y como informa en nota de prensa la compañía.
La explicación para tantos usos y posibilidades es que este tipo de alimentos contienen entre un 25 y un 30 por ciento de aceite y grasa.
Y para rizar el rizo, la compañía Greenenergy empleará el agua residual restante de este proceso como fertilizante de cultivo de biomasa. Sin duda una iniciativa singular que denota que la comida grasa también puede tener sus virtudes.LA RAZON/ESPAÑA.