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INDIA ES EL NUEVO DESTINO DEL ACEITE DE SOJA DE ARGENTINA

El caso Brasil refuerza la estrategia del gobierno para cortar la dependencia de China.

El gigante asiático también suspendió la compra de aceite de soja de Brasil.

Confirmó así la idea del gobierno que veía en la medida un intento por trasladar la molienda a China. Ahora, India es la apuesta fuerte para reemplazarla. Pero la discusión excede el commoditie y combina medidas para generar inversiones productivas en el país. La política de incentivo de biodiesel obligatorio completa la estrategia.

La relación comercial con India no supone una alianza nueva pero el gobierno argentino está decidido a profundizarla en función de la necesidad de reemplazar el mercado chino, al que consideran extorsivo.

En la Casa Rosada creen que el gobierno indio acepta algo a lo que no están dispuestos los chinos: Invertir en Argentina. India aparece ahora como un potencial reemplazo del mercado chino, interrumpido a partir de la negativa de comprar aceite de soja.

“Tenemos que cuidar los dólares para fortalecer nuestra economía y no depender de cimbronazos externos”, dicen en la Rosada. En el gabinete de Cristina Kirchner consideran al fortalecimiento de la producción nacional como una prioridad. Por eso, el desafío al gigante asiático imponiendo algunas trabas a las importaciones de manufacturas chinas, quizás uno de los motivos que dispararon la cancelación de compra de soja argentina.

“Ante las restricciones que puso China para la compra de aceite de soja, Argentina ha logrado expandirse y pudo encontrar en el mercado indio lo que antes le vendía a los chinos”, explicó a La Política Online el director de la consultora Abeceb, Dante Sica.

Hace un año, China dejó de comprar aceite de soja argentino al aplicar una nueva regulación sanitaria que frenó todos los envíos de ese producto. Es habitual que los países aduzcan problemas sanitarios para evitar las condenas de la OMC por implementar barreras proteccionistas.

En el Gobierno, niegan que esa medida haya sido en represalia por las barreras que los productos chinos encuentran en el ingreso a la Argentina y hablan de pujas comerciales. Explican que China quiere comprar el grano de soja para producir el aceite en sus propias plantas. “Nosotros queremos equilibrar la balanza comercial del trabajo”, dicen en el gobierno, para explicar su rechazo a esta política china.

En esa puja, el gobierno argentino pide que traigan acá las fábricas para que se exporte un producto manufacturado en el país, que sume valor agregado a las materias primas argentinas y genera puestos de trabajo.

En ese marco, en el gobierno están decididos a no hacerles el juego a las aceiteras locales que afirman que el conflicto con China es por las barreras a las manufacturas industriales de ese país y le piden al kirchnerismo que deje de aplicarlas. En la casa Rosada señalan como ejemplo de su posición lo que está sucediendo por estos días en Brasil, en donde los chinos también dejaron de comprar aceite de soja.

“El problema es que China aumentó su capacidad ociosa y entonces planchan las exportaciones de aceite. Ellos quieren la semilla para producir allá. Algo que nosotros descartamos”, dicen desde el gobierno y agregan que “vender soja y girasol a granel ya lo hicimos a principios de siglo”.

Las ventas totales de aceite de soja de la Argentina hacia la India se duplicaron tras el conflicto con China. Las cifras oficiales muestran que el año pasado se concretaron embarques por 1.318,5 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 103 por ciento respecto de 2009.

Sin embargo, Dante Sica también advierte algunas luces amarillas en la relación que se está construyendo con la India. “Puede ser que existan empresas indias que quieren radicarse en el país, pero también van a exigir que Argentina compre sus productos para empezar a compensar la balanza comercial”, destaca.

Más biodiesel en los combustibles

Como parte de esa lógica de acotar la dependencia de China, el gobierno decidió subir el corte de biodiesel en los combustibles del país. La estrategia es utilizar la producción naciobal de biosiedel como una manera de fomentar el procesamiento y consumo local de los granos con valor agregado. Reemplazar en parte de la dependencia externa, creando mercado interno para esos bienes.

El año pasado comenzó a regir el corte obligatorio del gasoil con un 5% de biodiesel. Pero el ministro de Planificación, Julio de Vido, ya anunció que el corte obligatorio de biodiesel en gasoil aumentará al 7%.

“En Argentina se da una situación clave para el biodiesel: Una industria líder en producción y al mismo tiempo una fuerte escasez de gasoil”, explicó a LPO Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles.

Sin embargo, Molina separa esa disposición del gobierno con la decisión de China de restringir la compra de aceite de soja. “No es por ese motivo que el gobierno aumentó el corte. Existe una tendencia mundial”, dice.

Además, explica que esa decisión está ligada a una política de combustibles. “Trabajamos para que este momento llegue y fue una casualidad que coincida con el momento de la crisis con China”, concluye Molina.LA POLITICA ON LINE.

La alianza con India excede el campo

Pero la alianza argentina con su nuevo socio fuerte va más allá del aceite y ya alcanza sectores industriales. En el gobierno aseguran que «el intercambio comercial llegará en 2012 a los US$ 3.800 millones anuales”.

El comercio bilateral creció 150% en 2010 y se triplicaron las exportaciones respecto de 2009. Se trata del segundo inversor asiático en Argentina, con 13 empresas radicadas que invirtieron US$ 1.100 millones.

El martes funcionarios de ambos países participarán de la inauguración de la nueva planta de fabricación de medicamentos de alta tecnología del laboratorio Glenmark.

Esta firma invirtió US$ 31 millones en el Parque Industrial de Pilar para instalar el nuevo laboratorio que se convertirá en el centro global de productos oncológicos de la empresa, que ya exporta a más de 30 países.

Esta iniciativa se suma a la de otras empresas indias que ya anunciaron nuevas inversiones en Argentina, como Sonalika, que fabricará tractores con la nacional Apache; el grupo Tata, que concretará una inversión en Misiones para producir y procesar té; la eléctrica Kirloscar, que estudia fabricar en el país bombas de irrigación para procesos industriales; el grupo Arcelor-Mittal, que ampliará la producción siderúrgica; y empresas del sector informático como Irevna, Tata Consultancy Services (TCS), Cognizant, First Source, Cellenty y Aaliptha. En total, las empresas de la India tienen inversiones por más de 1.000 millones de dólares en la Argentina.

Con una facturación de más de US$ 600 millones Glenmark exporta productos por US$ 400 millones. Tiene plantas en la India, Brasil y República Checa. En Argentina había adquirido en 2005 el laboratorio, «Servycal SA» especializado en productos oncológicos, y luego comenzó su inversión en el Parque Industrial de Pilar.

Fimaco

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