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Argentina se suma al desarrollo de investigaciones sobre el hidrógeno

hidrogeno-LombardoEduardo Lombardo explica las alternativas del petróleo.

Foto: Alfredo Celoria

El especialista de la UNL analiza las posibilidades de este elemento químico.

La energía del futuro es el hidrógeno pero también un mix que incluye la eólica, solar y los biocombustibles. Tras comprobar que el agotamiento de la era del petróleo está cada vez más cerca, todos los países comenzaron a investigar sobre posibles fuentes de energía renovables y el hidrógeno empieza a hacerse un espacio en esta discusión.

Aunque es probable que su uso se extienda por todo el planeta recién en 20 años, los estudiosos aseguran que los países deben comenzar a investigar para desarrollar la tecnología necesaria para su producción y la Argentina se está sumando a este desafío.

El profesor de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) e investigador del Conicet, Eduardo Lombardo, estuvo en Rosario invitado por la Asociación de Ingenieros Químicos de Rosario y brindó algunas precisiones sobre el proyecto para investigar en esta área que el Estado puso en marcha.

El hidrógeno es el elemento más abundante del universo, se encuentra en abundancia en las estrellas y los planetas gaseosos gigantes. Sin embargo, el hidrógeno gaseoso es extremadamente poco abundante en la atmósfera de la Tierra. De hecho, la mayor parte se encuentra formando parte de compuestos químicos tales como los hidrocarburos o el agua.

Por eso, las investigaciones se centran en buscar la forma de generar hidrógeno lo más puro posible.

Una de las mayores atracciones del hidrógeno es que nadie es el dueño, está disponible en la naturaleza y no es un bien estratégico como el petróleo. Por eso, es clave que los países desarrollen la tecnología para acceder y producirlo. “Argentina está en un buen camino, el tema en nuestro país es la continuidad de los proyectos. Cuando tuvimos continuidad en energía atómica vendimos un reactor a nivel internacional”, mencionó Lombardo.

“En este momento estamos llegando a una situación crítica en la generación de energía por la posible escasez de petróleo y por el tema ambiental, cuando uno tiene que reemplazar al petróleo por otro combustible tiene que buscar uno que sea benigno para el medio ambiente. Ante este escenario hay un fuerte impulso de casi todos los países para buscar nuevas fuentes de energía y el hidrógeno es una alternativa”, explicó Lombardo.

El investigador precisó que el hidrógeno es un transportador de energía, no una fuente de energía, y que está en toda la naturaleza pero combinado. “Uno tiene que sacarlo, en el agua se separa el hidrógeno del oxígeno y recién ahí se utiliza como combustible”. Lo ideal, señaló, es “transformar el hidrógeno en electricidad para tener vehículos con esta energía, pero se necesitan celdas de combustibles”, subrayó.

Gran parte de las investigaciones se orientan a mejorar la tecnología porque todavía no es competitiva. “Uno puede producir hidrógeno puro, pero su costo es alto”, explicó. Y agregó: “Si se saca de gas natural el costo es competitivo respecto de la nafta pero todavía la celda de combustible no es tan durable, por eso se está trabajando en perfeccionarla”.

El bioetanol

No obstante, opinó que “en el largo plazo no conviene producir hidrógeno en base a gas natural sino ir a los biocombustibles, al bioetanol, que tienen más cantidad de hidrógeno”.

Lombardo precisó que está avanzando en un proyecto estratégico con un grupo interdisciplinario de profesionales para investigar sobre la producción del hidrógeno, la purificación y el uso de las celdas de almacenamiento. El equipo está integrado por ingenieros químicos y físicos de Santa Fe, Buenos Aires y La Plata, y por referentes del Centro Atómico Bariloche. “Los distintos grupos van a aportar nuevos materiales para llegar a tener automóviles que funcionen a hidrógeno de acá a 20 años”, puntualizó. Una limitante es “el problema del huevo y la gallina ya que necesitás muchos surtidores de hidrógeno para que la gente compre los autos, algo similar a lo que pasó con el GNC cuando se complicaba viajar de Santa Fe a Rosario, y por tanto hay toda una inversión en infraestructura muy importante que requiere una decisión política y ni siquiera en Estados Unidos se tomó todavía”, dijo el analista.

Historia y perspectivas

Los trabajos sobre el hidrógeno comenzaron en la década del 70 con el primer embargo petrolero, “cuando el mundo vio que la cosa podía complicarse”, apuntó Lombardo, pero el gran impulso fue hace 10 años, “cuando Europa, Estados Unidos y Japón arrancaron investigaciones en el área”.

Ahora Argentina “tomó conciencia de que no puede dejar pasar la tecnología porque aún cuando decida comprar todo, para esto también hay que tener el conocimiento, que no se adquiere de un día para el otro”, dijo el especialista.

Hacia el futuro, Lombardo sostiene que no hay que despreciar ningún camino “hay que hablar de biodiesel, bioetanol, fuerza eólica o energía solar, desarrollarlos a todos porque no sabemos hasta cuando vamos a contar con petróleo”, dijo y aseguró que algunos predicen que en 50 años todo el transporte vehicular será a partir del hidrógeno pero eso es muy optimista, a menos que hubiese un cambio brutal de tecnología y eso no se ve en el horizonte”.

Patricia Martino/La Capital
Fuente: La Capital

Fimaco

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