biodiesel

Un grupo empresario eligió el Conurbano para producir biodiesel.

Inicialmente había mostrado interés por conocer la disponibilidad de tierras en el Parque Industrial bahiense. Sostienen que el precio del gasoil deberá sincerarse, y que las posibilidades de vender al mercado interno serán altas.

La opción de radicarse en el Parque Industrial para producir biodiesel fue desestimada por la empresa Global Cereales, de
capitales nacionales, que eligió finalmente asentarse a 160 kilómetros de la Capital Federal, según lo confirmó ayer a este
diario el director financiero del proyecto, Peter Sundheimer.

El directivo, de nacionalidad alemana, radicado desde hace algunos años en el país, y dedicado al negocio cerealero, sostuvo que Bahía Blanca había sido tenida en cuenta como una opción para instalar una segunda planta de producción, pero se descartó básicamente por razones presupuestarias y logísticas.

El Grupo Global Cereales Sociedad Anónima, que lleva adelante esta inversión, tiene como actividad central el corretaje de cereales y aceites, desde hace 5 años, e integra los registros de la Bolsa de Cereales porteña, según su titular.

Del emprendimiento participan inversores privados, la sociedad mencionada, y un fideicomiso creado a tal efecto.

«Global tiene la logística del negocio de granos y aceites, así que buscó un socio con capacidad tecnológica para producir plantas de elaboración de biodiesel», señaló Sundheimer.

Subrayó que el sitio elegido para localizar la planta, les permite estar más cerca de la zona de demanda del combustible, y del área atendida por el grupo, ubicada al norte de la localidad de Balcarce.

El proyecto de Global Cereales tiene por objetivos satisfacer la demanda interna y exportar los excedentes. Para ello se ha previsto el montaje de dos reactores, uno de gran escala, destinado a la producción exportable, y otro menor, que se emplearía en la elaboración de combustible para el mercado interno.

«El proyecto prevé que en tres años se alcance un volumen de producción de 1 millón de litros anuales, para atender la demanda local, y otros 9 millones que se destinarían a la exportación. De todos modos, recién comenzaríamos a exportar cuando consideremos que la demanda interna está satisfecha», señaló Sundheimer.

Precisó que en el sitio seleccionado –prefirió no revelarlo–ya se está realizando el movimiento de suelos para instalar los depósitos, y se está finalizando la construcción del primer reactor, que entrará en producción en 2007.

«El reactor es de fabricación nacional, y pertenece a la firma New Full, con talleres en La Tablada. Creemos que podría entrar en producción en abril» sostuvo el directivo.

Los más y los menos de la producción;
     — ¿Cómo tienen previsto avanzar con el proyecto, considerando que la reglamentación de la ley de promoción de los bio se sigue demorando?
     –La legislación tiene algunos puntos grises, sobre todo en lo relacionado con las cuestiones ambientales. Hay grupos ambientalistas que están planteando interrogantes sobre la disposición de algunos subproductos como el glicerol, sin tener en cuenta que este se puede comercializar en el mercado. La producción de biodiesel no genera desecho tóxico alguno.
     –¿Estas cuestiones ambientales podrían causar demoras apreciables en el desarrollo del proyecto?
     –En nuestro caso, ya es motivo de algunas demoras. La existencia de vacíos legales hace aumentar artificialmente el nivel de la burocracia, y eso siempre crea mayores obstáculos.
     — ¿La demora en reglamentar la ley también podría dar lugar a diferentes interpretaciones cuando la Secretaría de Energía deba comenzar con la habilitación de las plantas?
     –En principio, nos han pedido que nos atengamos al cumplimiento de las normas API, que son las que rigen para la industria petrolera.
     –¿Cómo piensan competir con el gasoil?
     –Creemos que hoy no es posible, pero mucho tiene que ver la manera de encarar la industria. Una industria de escala tiene menores costos. A futuro, el tema de la energía en el país será crucial, y los subsidios se irán licuando por la presión que ejercerá la demanda y la falta de recursos. En ese momento, producir para el mercado interno comenzará a ser rentable.
     — Si algunas de las estimaciones provenientes de la industria son veraces, producir un litro de biodiesel en la Argentina cuesta alrededor de 2,20 pesos, mientras que un litro de gasoil vale 1,49.
     –Es cierto, pero hay que diferenciar entre lo que paga quien se acerca a un surtidor a cargar gasoil, y lo que paga la industria, que en este momento llega hasta 2,50 pesos el litro. Esa diferencia se acentuará.
     –¿El menor rango de especificaciones que tendría el combustible para la industria también haría la diferencia?
     –En nuestro caso, estaríamos en condiciones de proveer B100 (100% de biodiesel) por lo que nos ajustaríamos a normas internacionales. No vemos en eso mayor margen de rentabilidad.
     –¿Las plantas de producción serían de ciclo continuo?
     –No exactamente. Se conocen como de ciclo semicontinuo. Los tanques se asemejan a un contenedor, y los reactores deben entrar en régimen unas 10 horas antes de comenzar la producción.
     –¿A qué se debió la elección del lugar de emplazamiento?
     –Fundamentalmente a razones económicas, teniendo en cuenta el capital que la empresa decidió destinar a esta inversión.
     –¿Usarán resinas de intercambio en el proceso de `lavado` del biodiesel, o emplearán otro tipo de tecnología?
     –Por ahora, esa es información confidencial.
     –¿La producción se hará procesando el aceite vegetal crudo?
     –Sí, pensamos usar aceite de soja.
     — En un contexto donde el gobierno está decidido a fijar el precio de insumos muy sensibles para la canasta básica total, ¿no han pensando en la posibilidad de que también aparezca un precio de `referencia`para el biodiesel?
     –Estamos trabajando junto al gobierno nacional, y existen algunas proyecciones sobre posibles restricciones de la oferta energética durante 2007. Eso también tiene que ver con ciertas seguridades de que no habrá precios de referencia para el biodiesel, ya que la necesidad de ampliar la matriz energética que tiene la Argentina es más que evidente.
     –¿Según su óptica, esto despejaría el horizonte de posibles regulaciones de precios?
     –Bueno… todos sabemos que muchas veces, la inestabilidad política o la inseguridad jurídica generan algunos nubarrones. No obstante, hoy por hoy no avizoramos problemas.
     –¿Hay interés en el sector aceitero en vender la materia prima a la industria del biodiesel?
     –La relación es muy buena, y hay mucho interés en vender, aunque también es cierto que muchas industrias llevan adelante su propio proyecto de producción de biocombustible.

Fuente: Diario La Nueva Provincia

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