El previsible aplazamiento en la construcción de nuevas centrales nucleares en distintos países por la crisis atómica en Japón podría potenciar el mercados de los biocombustibles como energía renovable y no contaminante y eso eleva las expectativas de la Argentina, uno de los líderes en el mercado mundial de ese productos.
Así lo indicó el IERAl, instituto de la Fundación Mediterránea, en un estudio sobre la catástrofe humanitaria y nuclear en Japón como consecuencia del tsunami y sus efectos sobre la matriz energética mundial.
Antes de la tragedia de Japón, el Departamento de Energía de Estados Unidos proyectaba un aumento acumulativo anual de 4,6 por ciento de la producción mundial de biocombustibles en un análisis prospectivo que llega hasta el 2035.
En distintos escenarios que pueden delinearse, en el que la energía nuclear pasa a ser menos dinámica, esas proyecciones representan hoy un piso, indicó el estudio realizado por Jorge Vasconcelos y Juan Manuel Garzón.
Al suponer que los biocombustibles sustituyen parcialmente a la fuente energética nuclear, en un ejercicio simple donde se definen escenarios posibles, se encuentra que las nuevas condiciones de la economía mundial abren espacio para aumentos de la producción.
Esa producción ya va desde el 5,6 por ciento al 7 por ciento promedio anual, es decir entre 1 punto y 2,4 puntos porcentuales de crecimiento adicional al que se proyectaba antes de la catástrofe.
El riesgo de un temporal enfriamiento de la economía global como producto de la tragedia nipona, junto con el fortalecimiento del dólar, han provocado una importante caída de los precios de las materias primas que exporta la Argentina en los últimos días.
Sin embargo, hay también efectos de mediano y largo plazos que van en la dirección contraria como que se abre un escenario muy positivo para los biocombustibles, ante el previsible aplazamiento de distintos proyectos nucleares y esto no es indiferente para la Argentina.
El petróleo, el gas natural y el carbón son las tres fuentes principales de energía que usa el mundo y producen 84 por ciento de lo que consume el planeta, mientras que la actividad nuclear participa con el 5,5 y los biocombustibles (biodiesel y etanol) con el 0,5 por ciento.
La lista se completa con una fuente usualmente denominada como «energía renovable», que hace referencia, básicamente, a energías generadas a través de agua (empresas hidroeléctricas), viento (energía eólica), luz solar (energía solar) y calor (energía geotérmica).
De acuerdo con proyecciones que realiza y actualiza todos los años el Departamento de Energía de Estados Unidos, el consumo mundial de energía crecería al 1,4 por ciento promedio anual entre el 2007 y el 2035.
Tres fuentes energéticas estarán liderando ese proceso: los biocombustibles (creciendo al 4,6 por ciento promedio anual); la electricidad generada por fuentes renovables como agua, viento, sol, calor (2,6); y Energía Nuclear (2 por ciento).
Los biocombustibles más importantes en la actualidad son el etanol a base de caña de azúcar (Brasil) o Maíz (Estados Unidos) y el biodiesel a base de distintos aceites (colza, soja, palma).
El etanol tiene una escala de producción mayor, en una relación 5 a 1 con el biodiesel (5 litros de etanol cada 1 litro de biodiesel).
Estados Unidos y Brasil generan el 80 por ciento del etanol mundial; también son importantes los países de la Unión Europea (UE27) tomados como bloque (7 por ciento) y China (5 por ciento).
El mercado del biodiesel tiene un claro líder mundial en producción, la UE27, que aporta el 53 por ciento de la oferta global; Argentina es el productor que le sigue, representaba el 8,5 por ciento del mercado en el período 2007/2009.
En materia de comercio exterior, dado su bajo consumo interno de biodiesel, Argentina se posiciona como el primer exportador mundial.
FUENTE: TERRA/NOTICIAS ARGENTINAS