Hacer biodiésel con el excedente aceite de orujo refinado. Es la propuesta de Asaja-Jaén al Ministerio como ahorro real de energía frente a la dependencia extrema de un petróleo que alcanza máximos históricos. La organización provincial va a solicitar a la nacional
“las reuniones necesarias” con los extractores refinadores de orujo para fabricar biodiésel con sus excedentes. No en vano, explica la organización, los bajos precios a los que se cotiza, por debajo del girasol, lo hacen más que viable.
Asaja-Jaén le pide al ministro Sebastián, “que se deje inventar medidas absurdas” para ahorrar energía y que subvencione el biodiésel. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja-Jaén, explica que desde la organización provincial se va a solicitar a Pedro Barato, presidente nacional de Asaja, así como con la Interprofesional del aceite, las reuniones que sean necesarias con los extractores-refinadores de orujo para que, además del aceite de girasol u otros aceites que se utilizan para fabricar biodiésel, se contemple que el aceite de orujo refinado sirva para obtenerlo.
Si se tienen en cuenta los precios de ambos aceites (781 euros por tonelada de aceite de orujo refinado y 1.145 euros /tonelada en el aceite de girasol), así como los máximos históricos que ha alcanzado el gasóleo, se justifica la “viabilidad de la medida”.
El gerente y portavoz de Asaja-Jaén insiste en que, con la tercera parte de las subvenciones que se dan actualmente a las energías renovables, se podría subvencionar el uso del aceite de orujo refinado para fabricar biodiésel. De esta manera, y siempre según Valero, se solventarían dos problemas: los excedentes de aceite de oliva y el equilibrio de la balanza energética española como país dependiente del petróleo. “Si busca alternativas energéticas, debería fijarse en un olivar cada vez más productivo y con un excedente de producción de orujo refinado que, debido a la situación de los precios, sería más rentable para su conversión en biodiésel”, apunta Valero.
“Ésta si es una medida real y de la que, en poco tiempo, podría comprobarse su rentabilidad, y no las iniciativas absurdas y de última hora como la reducción de la velocidad de los vehículos o la supresión de la iluminación en las carreteras, algo que merma enormemente la seguridad viaria, especialmente en provincias agrícolas como Jaén, donde circulan en plena recogida de campaña numerosos vehículos pesados, más visibles si las vías están bien iluminadas”.
FUENTE: DIARIO DE JAEN