biocombustibles

La industrialización de la granja

Ovoprot-Huevo-PolvoEl caso Ovoprot.Cada dólar de maíz exportado sin procesar equivale a US$ 7 si se lo transforma en huevo en polvo, insumo clave de la industria alimentaria.

Como nunca, el maíz y la soja se cotizan a precios récord. El cereal y la oleaginosa son aspirados por las agroindustrias mundiales en cuyos planes de negocio se agregó el capítulo de los biocombustibles: un subproducto por el que se obtienen muchos más dólares que por la mera comercialización de los granos.

Así, Estados Unidos transformará la mayor parte de sus maizales en bioetanol. Y del mismo modo, la industria aceitera argentina (primera exportadora mundial de aceite y harina de soja) levanta tanques como alambiques para lograr biodiésel. 

La bioenergía le agrega eslabones de valor a las materias primas, del mismo modo que lo logra la conversión de estas proteínas vegetales en proteína animal (carnes aviar, porcina o vacuna). Pero siempre se puede dar un paso más: en el caso de Ovoprot International, ese paso fue tomar el huevo fresco de gallina y transformarlo en polvo, un ingrediente clave en la industria alimentaria de pastas, panificados y mayonesa, entre otros.

Clientes globales

Ovoprot tiene una participación del 52% en el mercado local de procesamiento y exporta el 80% de su producción -sus ventas representan más del 70% de lo que la Argentina exporta de huevo en polvo- a multinacionales alimenticias como Kraft, Unilever, Danone y Nestlé, motivos por los que se alzó con el Premio a la Excelencia Exportadora LA NACION-TCA en la categoría «Exportación Agroalimentaria más Innovadora».

La compañía nació en Austria en 1976. En 2001, los socios argentinos tentaron a su contraparte austríaca y fundaron Ovoprot International. Compraron la planta procesadora de huevo líquido más grande del país a una empresa en quiebra, invirtieron varios millones de dólares y la adaptaron para deshidratar el huevo mediante el sistema del secado spray (el mismo que se utiliza para hacer leche en polvo). Las primeras exportaciones se realizaron en 2002 y, a partir de ahí, tuvieron un ritmo de crecimiento exponencial que los transformó en la mayor exportadora de ovoproductos de la Argentina y América latina. Ovoprot pulveriza el huevo entero (yema y clara), la yema y la albúmina (clara), los ovoproductos clásicos.

Gama completa

«Invertimos constantemente en nuevos desarrollos tecnológicos y hoy somos uno de los pocos proveedores globales que puede ofrecer toda la gama de productos», indicó Santiago Perea, gerente general de la firma. La gama se compone de albúminas de alto poder de batido para la industria de panificados, albúminas con alto poder de gel (usadas como aglutinante en la industria frigorífica y en comidas asiáticas como el surimi o el kani kama), yemas termo resistentes (para elaborar mayonesas a alta temperatura) y mezclas con harinas, sémolas y azúcar a pedido de los clientes internacionales.

«Tenemos un horizonte de crecimiento espectacular. El huevo es básicamente maíz y soja transformado, en una proporción de 65 y 35% respectivamente. Pero la Argentina exporta el 80% del maíz que produce, lo que es un gran condicionante para las actividades de granja. Brasil, por ejemplo, ya no puede crecer más en maíz, y tiene que empezar a importar. La avicultura brasileña consume casi la totalidad de la producción argentina de maíz (unas 20 millones de toneladas). El techo argentino lo ponemos nosotros mismos. Tenemos las materias primas para transfromarlas», analizó Perea de cara a la primarización de las exportaciones argentinas.

El maíz representa el 80% del costo del huevo de gallina. Lógicamente, la escalada del precio del cereal se traslada en toda la cadena. Pero mientras en una tonelada de maíz ascienden a poco más de US$ 184 FOB en puertos argentinos, una tonelada de huevo en polvo exportada a Europa redunda en 4000 euros (US$ 5690, aproximadamente).

Si bien existe un alto margen para el crecimiento porque «es un mercado con demanda insatisfecha», las limitantes están siempre latentes: por un lado, está la disponibilidad y los precios de la materia prima (huevos frescos); por el otro el acceso al financiamiento para capital de trabajo.

Respecto de la materia prima, cabe recordar que la avicultura argentina colapsó durante la convertibilidad. Hacia 2001, había 18 millones de gallinas (cada una de ellas pone 0,8 huevos por día durante una vida de producción útil de 20 meses). Sólo a partir de 2002 comenzó un lento proceso de reconversión industrial e, inversiones mediante, actualmente las granjas argentinas tienen cerca de 40 millones de animales.

Financiamiento en la Bolsa

En lo que hace al financiamiento, Perea observó que «la tecnología utilizada para el procesamiento es importada. Existen proveedores locales para el equipamiento chico, pero las torres de secado las traemos desde Suiza y tienen un costo de entre 1 y 2 millones de dólares y el crédito a largo plazo no hay».

El año pasado, Ovoprot incursionó en el mercado de capitales. Emitieron obligaciones negociables (ON) en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires por $ 5 millones. «Las colocamos muy bien, y con eso se terminó la planta de Santa Fe (en Sauce Viejo). Es una buena opción para conseguir fondos y la principal diferencia es que adaptás la el producto a tu necesidad y diseñás tu propia línea. No tenés un banco que te impone plazos de gracia, sino que los establecés vos en función de tu propio negocio», explicó el ejecutivo.

En 2006 Ovoprot International facturó 25 millones de dólares y creció un 50% respecto de 2005. Para este año estima un incremento en su facturación del orden del 30%. Sus ventas al exterior representan casi el 80% del total facturado y se distribuyen entre Austria, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Dinamarca, Macedonia, Rusia, Ucrania, Chile, Japón, Egipto, Tailandia. Hasta allí llega la larga cadena del maíz, alimento balanceado, huevo fresco, huevo pasteurizado y huevo en polvo.

Por Emiliano Galli
De la Redacción de LA NACION

Producción: 432 millones de huevos en polvo

Ovoprot tercerizó la auditoría de sus casi 300 proveedores en todo el país que le permite una trazabilidad total desde la granja hasta la caja de huevo en polvo.

Cuenta con cuatro plantas procesadoras (dos en Buenos Aires, una Santa Fe y una San Luis). Este año industrializarán 1,2 millón de cajas (de 30 docenas de huevos cada una). Comercializa huevo en polvo, yema en polvo y albúmina (clara) en polvo a Austria, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Dinamarca, Rusia, Egipto y Japón, entre otros.

Por siete: Santiago Perea

“Por cada dólar de maíz exportado se exportan siete de huevo en polvo. Si bien no es factible, si se llegaran a tomar US$ 1000 millones de exportaciones demaíz y se los transformara en huevo en polvo tendrías US$ 7000 millones de exportaciones. Esa es la cuenta del valor agregado”, explicó Santiago Perea, gerente general de Ovoprot.

Foto: Fernando Massobrio

Fuente: La Nación

Comentar esta noticia

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fimaco

Noticias más leídas

To Top
0 Compartir
Twittear
Compartir
Pin
Compartir