La suba evidenciada en el precio internacional del aceite de soja complica los costos del corte en el combustible.

El biodiesel argentino pasó de $3,11 por litro en Septiembre de 2010 a $3,76 a fin de año, acompañando el movimiento al alza internacional del aceite de soja, marcando un 20% de incremento en 3 meses.

En igual periodo, el gas-oil convencional, proveniente de la refinación de hidrocarburo pasó de $3,23 por litro a $3,34, un 3,4% de incremento. Esto encarece la estrategia de combinar ambos productos químicos para abastecer el mercado interno de combustibles.

Para producir biodiesel hay que sacrificar aceite de soja. De esta forma, el precio del biodiesel acompaña la tendencia evidenciada en el mercado internacional del aceite. Esta situación encareció el litro del biocombustible utilizado para el corte del gas-oil, que ya se ubica por encima del precio que paga, por litro, el consumidor argentino.

La obligatoriedad de adicionar un 7% de combustible de origen agropecuario al tradicional hidrocarburo determinó que se destine una proporción creciente de lo que antes se exportaba al abastecimiento local. Esto implica una menor generación de divisas vía exportación pero, también, por otro lado, un ahorro en términos de importación de gas-oil. De esta forma, las exportaciones de biodiesel entraron en 2010 en una fase de “estancamiento” tras haber crecido un 64% en 2009.

La reciente alza de los commodities agropecuarios complica la estructura de costos de quienes diseñaron la ley de promoción de los biocombustibles ya que resulta difícil aislar los shocks externos de los precios locales de la energía. Al mismo tiempo, la fijación de un precio interno poco atractivo para la producción del biodiesel condena a la industria a destinar una mayor proporción del grano de soja a la producción de aceite para exportación.

Esta situación interna podría generar algunas dudas en el futuro en cuanto al desempeño que mostraba Argentina como cuarto productor mundial de biodiesel y país líder en exportación de soja y sus derivados. Esto en la medida en que se profundice la divergencia entre los precios internos de combustible y los de biodiesel, con una orientación al mercado interno creciente.

FUENTE: abeceb.com