Con ayuda de un dispositivo que permite elegir entre gasolina o hidrógeno, un grupo de ingenieros de la Universidad Pública de Navarra ha logrado poner en movimiento un Volkswagen Polo.
NOELIA GORBEA . PAMPLONA Martes, 21 de diciembre de 2010 – 04:00 h.Incoloro, inodoro, insípido, no metálico, altamente inflamable y el elemento químico más ligero. El hidrógeno, un combustible inagotable que no produce emisiones contaminantes ni de efecto invernadero, fue el «ingrediente mágico» que logró poner en movimiento un VW Polo en la Universidad Pública de Navarra.
El Grupo Hidrógeno, que en febrero del año pasado ya consiguió arrancar por primera vez en España un motor de coche alimentado con hidrógeno, dio ayer un paso más, adaptando todos los componentes de un vehículo para que fuera capaz de funcionar de manera autónoma con hidrógeno, gasolina o con una combinación conjunta.
En este sentido, el equipo, constituido en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación, tuvo que integrar el control electrónico de la combustión del gas con el resto de señales y controles en el ordenador de a bordo del coche. «Hemos incorporado un dispositivo en el salpicadero que permite cambiar el funcionamiento del motor, bien a gasolina o a hidrógeno», explicó Pedro Diéguez, director del proyecto y profesor del departamento de Ingeniería Mecánica, Energética y de Materiales.
El hidrógeno, en «casa»
Por otro lado y en cuanto a la producción del hidrógeno necesario para asegurar el funcionamiento del coche adaptado, los investigadores fueron capaces de obtener este gas en el propio centro académico gracias a un electrolizador propiedad de Acciona Biocombustibles, empresa que ha financiado la investigación.
De este modo, el logro supone un abaratamiento de los costes totales, ya que para conseguir el equivalente energético de un litro de gasolina son necesarios unos 14kWh eléctricos. «Pese a que existen diferentes tarifas, la cantidad de hidrógeno equivalente a un litro de gasolina tiene un costo energético del mismo orden que el del litro de gasolina», insistió Eugenio Guelbenzu, director de investigación de Acciona Biocombustibles. En este sentido, el Polo podría alcanzar los 140 km/h, despidiendo por el tubo de escape solamente vapor de agua.
Sin embargo, el equipo de investigación también tuvo que resolver el modo de transportar el hidrógeno dentro del propio coche, handicapque requirió la utilización de bombonas del gas a presión ubicadas en el maletero. «Solo se cambian cuando hay que recargar el combustible», apuntó David Sainz, uno de los ingenieros implicados en el proyecto.
En recuerdo de Carlos
Por unanimidad, los miembros del Grupo Hidrógeno, una vez logrado su objetivo y con intención de trasladar su éxito a su compañero Carlos Sopena Serna, ingeniero fallecido en accidente de tráfico hace un año, optaron por llamar al vehículo Carlos, nombre que plasmaron en la matrícula. «Hemos navegado juntos y superado un reto realmente potente, pero desde que Carlos nos falta, siempre hemos estado escorados», se sinceró Diéguez.
FUENTE: DIARIO DE NAVARRA