Domingo 19 de Diciembre de 2010 | El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH) dijo que, pese a que este año no se logró cumplir la pauta de mezcla de etanol en las naftas, lo importante es que el programa comenzó y que se fijó una política de Estado. Asegura que la oferta crecerá significativamente en 2011. «Los fundamentos del mercado son sólidos», afirma el experto.
PRONÓSTICO. Según Molina, en 2011, aunque aún será inferior al 5%, el aporte de etanol a las naftas se duplicará con respecto a este año.
Arrancó, pero no se cumplieron las metas fijadas. El sector azucarero argentino debutó este año con el Programa Nacional de Biocombustibles, pero los ingenios que participaron del esquema elaboraron solamente 87.000 metros cúbicos (m³) de etanol, a pesar de que se preveía un total de 117.000 m³. De esta manera, se produjo un 75% de lo planeado en un inicio (30.000 m³ menos), aún cuando el Gobierno nacional redujo del 5% al 2% el aporte de etanol en las naftas. La baja producción de alcohol se asienta, en buena medida, en las pérdidas que el sector azucarero tuvo que afrontar en la última campaña productiva a causa de problemas climáticos (sequía y heladas), que provocó daños considerables en el cañaveral, aseveran los factores. A pesar de este diagnóstico poco feliz sobre el inicio de un negocio que entusiasma por las posibilidades de desarrollo para la provincia, el socio fundador y director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), Claudio Molina, entiende que lo importante es haber empezado a aplicar el plan y haberle dado el estatus de política de Estado. Invitado por la Fundación IRON y el Consejo Profesional de la Ingeniería de Tucumán (Copit), Molina disertó en el auditorio de la Federación Económica de Tucumán (FET) sobre el panorama de mercado para el bioetanol. Luego, dialogó con LA GACETA.
– ¿Qué pasó este año, que no se llegó a cubrir el ya reducido 2% de aporte de etanol a las naftas?
– En primer lugar, lo más positivo ha sido la introducción de los biocombustibles en la matriz energética y la decisión del Gobierno nacional de convertir a esta en una política de Estado, que supere el gobierno de turno. Esto es fundamental, como así también la utilización de otras fuentes renovables para la utilización de energía eléctrica, el programa Gen Ren, en el marco de la ley 26.190, o la nueva ola de inversiones en el tema nuclear, que estaba bastante olvidado. Incorporar biocombustibles a la matriz energética argentina no es un dato menor. Es poner a la Argentina en una carrera de la que participan solamente los principales países del mundo. Y en el caso específico del etanol la industria azucarera asumió un compromiso muy fuerte pero se produjeron algunos problemas en las zafras, por efecto del clima, que afectó significativamente la producción de azúcar, con lo cual no se acomodó la industria a la posibilidad de poder abastecer ese 5%. Además, cuando se metieron las resoluciones complementarias, en noviembre de 2008, era el peor momento de la crisis financiera internacional. Eso retrasó las inversiones. No había crédito, lógico. Pero el programa, si bien comenzó en enero de manera parcial, comenzó. Y eso es lo importante. Se está llegando a poco menos del 2% en 2010.
– ¿Cómo sigue esto para el próximo año?
– La oferta va a crecer significativamente.
– ¿Se va a poder cumplir ese 2%?
– Se va a más que duplicar. Vamos a llegar a más de 215.000 m³. No va a alcanzar todavía para cumplir el 5%, pero es un avance importante. Hay inversiones grandes que están haciendo los ingenios en mejorar la eficiencia, mejorar los cañaverales, todo el tema del tratamiento de las vinazas, en incremento de la capacidad de deshidratación. Es importante. Hay más de U$S 300 millones que se llevan invertidos y se van a seguir invirtiendo.
Habrá complementación con otras fuentes de materias primas: la industria azucarera va a incorporar el sorgo azucarado, que le va a permitir aumentar dos meses el período de zafra, con la ventaja de que el sorgo azucarado no se utiliza para azúcar y su precio depende directamente del mercado energético. Es muy importante la movida que hay con la instalación de turbinas para la generación eléctrica a partir del bagazo y, en el futuro, por ahí la utilización del residuo agrícola de cosecha.
– A propósito del tema precios, ¿qué pasará con la actualización de precios por parte de la Secretaría de Energía? ¿Esto incide a la hora de hacer inversiones?
– Por ahora no afectó. Es abstracto el problema, porque se venía fijando el precio del etanol por el precio de la nafta más un 67% de impuesto. Pero la resolución 295 de la Secretaría de Comercio Interior, congelando el precio de los combustibles y afectando los biocombustibles, es una señal muy mala para los inversores y lo importante es que el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios ha trabajado con mucha fuerza para resolver el problema, porque para el Ministerio de Planificación es una política de Estado. Fue como un baldazo de agua fría la resolución 295; marcó una diferencia de criterio entre las distintas reparticiones del Estado, pero estoy confiado en que este problema se resolverá a la brevedad.
– ¿Cuál es el grado de convencimiento de los actores del sector de los biocombustibles de la Argentina respecto de la necesidad de desarrollar esta actividad?
– Los que invierten, en general, son empresarios que miran más el mediano y el largo plazo, que la coyuntura de un año, y en el mediano y largo plazo el etanol es imbatible. Esa es la realidad.
– Pero, en general, ¿la gente está realmente convencida de eso?
– Sí. Los fundamentos del mercado son sólidos y quien hacer evaluaciones las hace a mediano y largo plazo, y en ese foco no hay por qué no invertir.
Claudio A. Molina Nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tiene 46 años y cuatro hijos. Es graduado en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Es consultor con vasta experiencia en agroindustria. Asesor de organismos de Estado. Es socio fundador y director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH). Ha sido docente universitario. Es hincha de San Lorenzo de Almagro y se declaró fanático de los ferrocarriles.
FUENTE: LA GACETA DE TUCUMAN