La Nación en el Farm Progress Show de los Estados Unidos. El paraíso de la maquinaria.
DECATUR, Estados Unidos.- Tiene las últimas novedades en maquinaria agrícola, marca las tendencias en fabricación con el lanzamiento de nuevos productos y muestra los desarrollos de los semilleros. En tres días, sorprende con un despliegue de tecnología formidable. Tecnología que hoy deslumbra aquí, pero que también va a estar disponible en otros países.
Es que el Farm Progress Show, la exposición agrícola más importante y antigua de los Estados Unidos, que este año va por su 54° edición, es una especie de adelanto de los productos que apuntan a una agricultura cada vez más eficiente.
LA NACION visitó la muestra esta semana en un viaje organizado por John Deere y Grupo Pancho, con unas 150 personas de la Argentina. Este año, la exposición, que organiza Farm Companies -editora de revistas agrícolas y que realiza otras muestras-, tuvo como sede a esta localidad de unos 100.000 habitantes del estado de Illinois, en pleno corazón de lo que se conoce como el cinturón maicero norteamericano. Decatur está ubicada a poco más de 300 kilómetros al sur de la ciudad de Chicago. En verdad, aquí, por el impulso que el gobierno estadounidense le está dando a los biocombustibles (para 2007 se prevé el destino de 86 millones de toneladas de este cereal para etanol) los campos desbordan de maíz.
En esta zona hay campos con 60-70% con maíz, y parte del 20 % de suba que ha tenido la tierra en el último tiempo -una hectárea ronda de 11.000 a 14.000 dólares- obedece a esa fiebre por los biocombustibles.
Los Estados Unidos parecen volcarse cada vez más al maíz, al menos en esta región (Illinois es el segundo estado productor de este cereal). Lo pide el gobierno norteamericano a través del impulso a los biocombustibles, lo dicen los productores, que este año sembraron 4 millones de hectáreas más del cereal y lo señalan los analistas. Es más, en la exposición todo pareció girar alrededor del maíz, con por ejemplo cosechadoras más grandes para la mayor producción que demanda el cereal y hasta con los semilleros presentando desarrollos concretos enfocados al etanol de este cultivo.
En tanto, aquí la vida del farmer (agricultor) es cómoda en su establecimiento. Alrededor del 80 por ciento de los productores vive en su campo; hay accesos asfaltados, cable, Internet y llega el servicio de correo al menos seis días de la semana, entre otras ventajas.
Así es su vida mientras en los Estados Unidos se está buscando trabajar cada vez más bajo el concepto de cadenas de valor, tema que Matías Nardi, un argentino que se desempeña en la Clemson University recomendó en una disertación para los países en desarrollo.
Por su parte, el Farm Progress sorprende a los visitantes extranjeros. No hay stands como los que se arman en la Argentina, con diseños arquitectónicos y una gran infraestructura. Aquí la regla es instalar carpas, nada más. No hay promotoras que repartan folletos; sí técnicos que explican las novedades de los fabricantes (mientras a ésta vienen los fabricantes, en las otras muestras de los EE.UU. participan los distribuidores).
Otro detalle no menor: todas las calles internas del predio (alterna con otra plaza) están asfaltadas. Algo más: el Farm, con más de 450 expositores y una exposición estática de 30 hectáreas, no es más grande que las megamuestras de la Argentina.
Como dato llamativo, aquí se vio a la firma santafecina Richiger exponiendo una embolsadora y un extractor de granos. Es la primera vez que participa del Farm Progress. La empresa, que también hizo pruebas dinámicas en la muestra, ya tiene colocadas en este país 140 máquinas de ambos rubros, según dijo Gustavo Richiger. La compañía también ya vendió 70 en Canadá.
Tecnología a full
Sin duda, las novedades en tecnología son muchas. En líneas generales, se están buscando máquinas cada vez más funcionales, con mayor capacidad de trabajo, más potencia, menor consumo de combustible y materiales livianos para bajar el peso de las cosechadoras.
Otro aspecto clave: cada vez se observa más dispositivos electrónicos, software y aplicaciones de agricultura de precisión con, por ejemplo, el uso del piloto automático. Entre las empresas expositoras, John Deere presentó lo nuevo en la línea STS de cosechadoras axiales. Se trata de la línea 70, que aumenta la potencia (mientras los modelos 9570 y 9670 mantienen la potencia de 265 y 305 HP, en la 9770 se subió en 20 caballos hasta 360 HP y en la 9870 se incrementó hasta 440 HP desde la potencia de 375 HP).
En rigor, hoy lo que interesan son los HP disponibles por kilo de cosecha. Se busca aumentar los HP pero no el peso de las máquinas. La 9870 tiene, con más HP, el mismo peso que el equipo anterior de esta compañía. Entre otras cosas, el exterior es de compuestos plásticos que tienen como base soja. A esto se suma la electrónica disponible, la opción del piloto automático y el rediseño de los monitores de control y operación, apuntando a simplificarlos y hacerlos más entendibles para el operario, en menos monitores están disponibles las mismas funciones. Otro dato: la 9870 tiene una nueva medida de duales con mayor poder de flotación. Según comentó Carlos Luppi, de ingeniería de ventas de la firma en la Argentina, la empresa trabaja en aumentar la capacidad de trabajo, en hacer hectáreas en un menor tiempo y en bajar los costos, con por ejemplo un menor consumo de combustible. Mientras la 9870 va a estar en la Argentina desde mediados de mayo, el resto de la línea estará desde enero.
El modelo presentado estaba acompañado, además, de un nuevo cabezal maicero, rediseñado para que sea más liviano, funcional (para trabajar con distintos anchos) y con más resistencia de estructura. Además, viene con unidades de recolección de nuevo diseño apuntando a reducir el material que no sea espiga.
Recientemente, John Deere lanzó una nueva cosechadora de algodón, 7760, de 500 HP, cabezal picker de 6 surcos normales u estrechos y que puede hacer rollos de 2,4 m de ancho con diámetro variable de hasta 2,3 m. Además de mayor productividad, la máquina permite una reducción de la cantidad de equipos de soporte en la cosecha, como tractores, camiones.
Nuevos formatos
En tanto, en Lexion, marca de Claas, se observan nuevos formatos en los monitores para control de cosecha en agricultura de precisión y aumento de la capacidad de transmisión de potencia a la plataforma. En su stand la marca tenía modelos como la Lexion 585R con oruga (425 HP) y la Lexion 595R (462 HP). Por el lado de Gleaner, aquí estaba el modelo A 75 con rotor longitudinal; el modelo anterior, de flujo axial, tiene el rotor transversal. Aquí también hubo otras marcas como Massey Ferguson, New Holland y Case. Una característica llamativa que se observó es el uso de cintas transportadoras de lona en vez de sinfines en algunas plataformas sojeras. Esto se vio por ejemplo en la CR 9060 de New Holland. Se trata de un desarrollo que mejora el flujo de material hacia la cosechadora. Por el lado de Case, aquí estaba una máquina que esta marca no tiene en la Argentina en clase VII: se trata de la 7010. En esa clase la compañía sí ya está en el país con la 2399.
Por Fernando Bertello
Enviado especial
Tractores con mayor eficiencia
Se vieron en la muestra numerosas novedades
DECATUR, Estados Unidos (De un enviado especial).- En el Farm Progress Show, además de las cosechadoras también brillaron los tractores, donde se busca más eficiencia, menor consumo de combustible y guiado automático (ya no sólo para mantener una línea especificada sino para que la unidad doble sola en cabecera).
Entre otras marcas, John Deere presentó la serie 9030, lo más grande que tiene en articulados desde 325 a 530 HP.
En el mismo rubro, Challenger lanzó la serie MT 900 B, que se mete en el segmento de los articulados de 430 a 570 HP.
New Holland también tenía articulados con mayor potencia, en este caso de 335 a 535 HP. Un ejemplo de esta serie es el T 9060.
La marca Case también tenía algunas novedades en tractores: entre ellas un equipo articulado, modelo 485, pero con orugas separadas en la parte delantera y trasera.
En el rubro sembradoras, se pudo ver, a diferencia de lo que ocurre en la Argentina, muchas máquinas que para el transporte se pliegan hacia delante. Esto se vio, entre otras marcas, en Case y White.
A todo esto, en sembradoras John Deere tenía la 1990, de 9 a 12,6 metros para grano fino y soja.
Como se vio en la muestra, la tendencia es aumentar el ancho de trabajo e incrementar la precisión de la dosificación.
Diferentes
También hubo cosas diferentes en el rubro tolvas, que consolidan tendencias. La firma Kinze, referente en tolvas en los Estados Unidos, trajo un equipo de 30 toneladas con oruga.
Claramente, la oruga responde a la necesidad de disminuir la compactación por el mayor tamaño y peso que soporta el equipo.
Otra cosa que aquí se apreció con fuerza es el desarrollo de pulverizadoras autopropulsadas que cada vez se presentan con mayor ancho de trabajo.
Por ejemplo, la marca Hagie tenía una de 40 metros con control automático para nivelar el botalón.
Al margen de este modelo, en este rubro se busca además del ancho más eficiencia con el piloto automático, mapeo de la aplicación, dosificación variable y control sectorizado del botalón para minimizar pérdidas.
Por su parte, Geringhoff presentó un cabezal maicero que viene hasta 24 líneas a 50 centímetros, promocionado por la firma como el más grande del mundo.
Fuente: La Nación