Noble suma aceite de soja y energía.En Timbúes, la multinacional habilitó una planta para moler 10 mil toneladas diarias. Funciona con biomasa.
Cuentan que cuando Richard Elman leyó el libro La Casa Noble , publicado en 1981 por el escritor australiano James Clavell, y que relata las vicisitudes de la casa mercantil más antigua e importante de Hong Kong, quedó maravillado por la historia. A tal punto que cuando en 1986 este empresario inglés fundó su empresa con sede en Hong Kong la llamó Noble, hoy devenida en el mayor grupo con sede en Asia dedicado al comercio de materias primas.
El holding , integrado en un 85 por ciento por capitales británicos y el resto por chinos, tiene 150 oficinas en todo el mundo y 38 plantas en diferentes países; también participa en la gestión de logística portuaria, financiación del comercio, minería, plantas de molienda de soja y azúcar y fábricas de etanol en Brasil. El año pasado facturó 31.200 millones de dólares y comercializó en todo el mundo un total de 180 millones de toneladas.
A comienzo de la década
En Argentina, a través de su filial, acaba de inaugurar su planta de molienda de soja en el puerto de Timbúes. El acontecimiento hizo que Elman viajara hasta Rosario para ver materializada una inversión de más de 150 millones de dólares. El establecimiento cuenta con una capacidad de molienda de 10 mil toneladas diarias.
“Nos sentimos orgullosos de poder ampliar nuestra presencia en Argentina”, comentó el fundador. La planta ya está operativa desde marzo y en los últimos días industrializó el primer millón de toneladas de la oleaginosa.
De esta manera, la multinacional se suma a la liga argentina de empresas que producen aceites vegetales, la más competitiva del mundo. Prevé dar valor agregado a tres millones de toneladas de soja por año.
El grupo Noble arribó al país en 2001, en plena crisis económica y política, y lleva invertidos desde ese momento más de 250 millones de dólares.
La compra de 230 hectáreas en el puerto de Timbúes, la terminal ubicada más al norte del Gran Rosario, era un indicio de que la compañía tenía grandes planes en Argentina. Su complejo tiene 2.100 metros de frente sobre el río Coronda y comenzó a construirse en 2005. Un año después ya contaba con una capacidad de almacenaje de 270 mil toneladas y de carga de 35 mil toneladas. El tercer paso en Timbués lo dio este año, con la apertura de la planta de molienda y la ampliación de su capacidad de acopio de granos y subproductos hasta 800 mil toneladas.
“En la medida de que consolidemos esta inversión tenemos nuevos proyectos para el complejo. No nos queremos apresurar demasiado pero en la medida de que estén dadas las condiciones vamos a seguir invirtiendo”, adelantó a La Voz del Campo Alfonso Romero, presidente de Noble Argentina. El biodiésel figura en esa carpeta de futuras inversiones.
El modelo de la planta en Argentina comenzará a ser replicado en Brasil. El ingeniero de proyecto de la filial local fue el elegido por el grupo para encarar la construcción de un complejo de molienda en Mato Grosso.
Energía propia
El cuidado del medio ambiente que tiene la compañía en todas sus filiales en el extranjero se ve reflejado en la terminal en Timbúes. La estrategia del grupo de sustituir combustibles fósiles por energía alternativas lo ha convertido también en un jugador importante en el mercado de los bonos de carbono. Según Tobías Brown, su presidente ejecutivo, la compañía administra a nivel mundial el 20 por ciento de los créditos de carbono generados por Naciones Unidas.
Una planta de energía alternativa, que tuvo un costo de 12 millones de dólares, es la encargada de mover la maquinaria del complejo. El funcionamiento de una caldera con biomasa, a partir de la combustión de residuos de la industria maderera (chips de madera), permite reemplazar al gas y al fuel oil como combustible.
El vapor excedente es utilizado para mover una turbina que produce la electricidad para abastecer el 90 por ciento de las instalaciones.
“De esta forma estamos tomando sólo el 10 por ciento de la energía del mercado. El resto es autoabastecimiento”, explicó Alfonso. A nivel de costos de producción, la energía renovable muestra números similares, o por debajo, de la fuente convencional, aunque la inversión es mucho más alta.
China, un aliado
La estadía en el país de los máximos directivos de Noble Group coincidió con la noticia de que el Gobierno de China reanudaba la compra de aceite de soja argentina, luego de que suspendiera las adquisiciones en marzo pasado. Noble Argentina prevé reiniciar en breve los embarques del subproducto al gigante asiático. “Nuestro departamento comercial nos informó de hay expectativas para hacer los primeros embarques de aceite desde Timbúes a China para fin de octubre, o principios de noviembre”, indicó Romero.
La compañía, que tiene plantas de molienda en China y como socio al propio Estado, reconoció tratativas con el Gobierno chino para destrabar el diferendo comercial. En China, Noble posee cuatro plantas de molienda con una capacidad de 11.300 toneladas por día que abastecen alrededor del 10 por ciento de la demanda local.
En octubre del año pasado, el Gobierno de China a través de un fondo de inversión adquirió el 15 por ciento del grupo en 850 millones de dólares.
La decisión del país asiático de reanudar las compras argentinas no sólo impactará en el valor de la soja en el mercado disponible, sino que también le permitirá al aceite de soja argentino recuperar los 70 dólares que hoy tiene de descuento en el mercado internacional. En los últimos meses, India se había convertido en el principal destino del subproducto nacional, pero a un precio inferior debido a la falta de la competencia china para el origen.
“Es bueno que los países busquen resolver los problemas que se generan en el trato comercial”, reconoció Brown. El CEO del grupo se mostró asombrado por el nivel tecnológico y de eficiencia desarrollado por los productores argentinos, con quienes se reunió el día antes de visitar Timbúes. “Podrían (los productores) dar cátedra en el cinturón productivo de Estados Unidos”, destacó Brown.
Diplomático
Consultado sobre si el desempeño de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), respecto al desempeño de algunas compañías cerealeras en el pago de impuestos, genera inseguridad jurídica, el actual presidente ejecutivo buscó atenuar los efectos de la medida. “Tenemos 85 oficinas en 50 países del mundo y tratamos de tener la mejor relación con el país para poder desarrollarnos de acuerdo a sus reglas”, afirmó. Además del puerto en Timbúes, Noble Argentina controla el puerto Delta Dock en la localidad bonaerense de Lima, donde tiene una capacidad de acopio de 95 mil toneladas y de carga para 25 mil toneladas en contenedores.
POR ALEJANDRO ROLLAN
FUENTE: LA VOZ