Marcos Fava Neves se refirió al enorme potencial de crecimiento que tienen Argentina y Brasil, pero para conseguirlo, la planificación y la integración entre los sectores público y privado parece un requisito sin equa non.
En la jornada inaugural del XV Congreso de Aapresid, el brasileño Marcos Fava Neves se refirió al excelente potencial que presenta el Mercosur frente a un escenario que en el mediano plazo se presenta promisorio para los commodities. Fava Neves es investigador del Programa de Agronegocios de la Universidad de San Pablo y consultor en Agronegocios.
El experto en biocombustibles sostuvo que si bien el mercado común sudamericano debería ser más ordenado, es un momento excelente para su crecimiento. “Es la hora del Mercosur, por la demanda de alimentos, el surgimiento de nuevos mercados y de los biocombustibles, pero es necesario planificar estratégicamente” subrayó.
Ante un auditorio que escuchó casi sin necesidad de traducción su ameno “portuñol”, Fava Neves se mostró seguro de que los commodities permanecerán en un buen nivel de precios en los próximos años. Para respaldar su opinión indicó que el principal mercado consumidor: los países en desarrollo, está creciendo, la población aumenta y hay que alimentarla.
“Mi auto está peleando con mi estómago”
En el escenario descripto por Fava Neves los Biocombustibles ocupan un renglón aparte. A lo largo de su exposición presentó números que indicaban el alto potencial de desarrollo que tiene la bioenergía en países como Brasil y Argentina sin ir por ello en contra de la producción de alimentos. Hay millones de hectáreas que no están siendo explotadas eficientemente en el Cono Sur y podrían aprovecharse eficazmente tanto para cultivos destinados a la alimentación como para aquellos destinados a energías alternativas.
“Mi auto está peleando con mi estómago” comentó y tras las risas del auditorio continuó “y mi auto es muy fuerte”. Por cada 80 millones de barriles de petróleo sólo se obtienen actualmente, 2 millones de barriles de biocombustibles.
No obstante los impactos de la Bioenergía son palpables en países como Brasil. Con el surgimiento de estas nuevas formas de energía renovables las tierras del principal socio de Argentina en el Mercosur experimentaron una revalorización de entre el 20 a 30 por ciento en dos años, al tiempo que se dio con gran fuerza el proceso de extranjerización. También se registró el desequilibrio de las cadenas productivas por la suba de los insumos destinados, por ejemplo, a la alimentación de animales; aumentó fuertemente la transferencia de fondos del campo a la ciudad y mejoró la imagen de la Agricultura y de los organismos modificados genéticamente entre otros puntos de incidencia.
Para el experto, Brasil en particular y el Mercosur en general, tienen por delante reducir la dependencia del mercado europeo comprador, sobre todo en relación a la soja, y al mismo tiempo diversificar la oferta atento a la aparición de nuevos mercados emergentes.
“Hay que producir lo que el consumidor quiere, lo que ya está vendido y lo que ya está solicitado. Mercados dirigidos a la demanda” sintetizó. Para ello es necesario planificar y para hacerlo, la experiencia le enseñó que se debe tener en cuenta una sigla casi mágica: PINS, esto es “Proyectos Integrados de Negocios Sustentables”
Autor
Licenciada Casasola, María Soledad
Enviada especial E-Campo.com
Fuente: e-campo