Se adapta a ambientes con limitada disponibilidad hídrica. Ensayo en el campo de Ciencias Agropecuarias de la UNC.
La captura de los gases de efecto invernadero, o lo que en agricultura sustentable se llama secuestro de carbono, puede plasmarse a través de cultivos con una alta tasa de crecimiento y desarrollo por unidad de tiempo. Esta biomasa no sólo puede ser utilizada para fines específicos sino que también puede pasar a formar parte de un círculo virtuoso en cuanto a la generación de energías limpias y renovables.
Un cultivo que se ajusta a este tipo de exigencias es el kenaf ( Hibiscus cannabinus L .). Su versatilidad productiva y rusticidad agronómica lo convierten en un renglón de importancia económica. Es un cultivo multipropósito y su biomasa puede ser utilizada tanto con fines industriales (pulpa papelera) como energéticos a través de procesos termoquímicos (gasificación).
La producción de biomasa puede alcanzar las 30 toneladas de materia seca por hectárea. Se adapta a ambientes con limitada disponibilidad hídrica (300 milímetros) y posee moderadas exigencias nutricionales (75 kilos de nitrógeno por hectárea).
La fecha óptima de siembra para la producción de fibra va desde principio de primavera a mediado de ésta. Se lo puede sembrar en surcos distanciados por 20, 35 y 52 centímetros. El stand de plantas varía entre las 300 y 600 mil plantas por hectárea. En función de la amplia adaptabilidad ecológica de la especie, puede ser cultivado en ambientes donde otros cultivos no expresan en su totalidad el potencial genético del cual están dotados. La región central semiárida de Argentina está caracterizada por un régimen pluviométrico y térmico en el que el kenaf puede marcar diferencias respecto de otros cultivos en cuanto al secuestro de carbono y la economía del agua.
El objetivo de este ensayo fue medir la producción de biomasa y la eficiencia en el uso del agua para producirla en un cultivo de kenaf implantado fuera de la fecha óptima de siembra.
La experiencia se llevo a cabo en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC). La descripción de la calicata realizada en el sitio del experimento permitió clasificar al suelo como un haplustol étnico muy frecuente en los suelos de la región.
La siembra se realizó el 4 de enero de 2010. El cultivo emergió a la semana de haber sido sembrado. El cultivar de kenaf usado fue el Tainung 2. Cada parcela estuvo conformada por tres surcos de cinco metros de largo, con una separación de 35 centímetros entre éstos para un área total de 5,25 metros cuadrados. Se evaluaron tres tratamientos, 20 centímetros (150.000 plantas por hectárea), 10 centímetros (300.000 plantas) y tres centímetros (800.000 plantas por hectárea) entre plantas dentro del surco, con dos repeticiones cada uno.
El control de malezas se realizó manualmente y se controlaron pulgones en una oportunidad. Se determinó la producción de materia seca a nivel de médula, corteza y hojas (kilos por hectárea) en muestreas efectuados a los 53, 68 y 83 días después de la emergencia.
Para determinar la biomasa aérea se cosecharon las plantas a lo largo de un metro lineal en el surco central de cada una de las repeticiones y de cada tratamiento.
Posteriormente, el material fue separado en las distintas partes y determinado su contenido de humedad en estufa a 70 grados durante 48 horas para expresar los resultados en base a peso seco.
La eficiencia en el uso del agua (EUA) se estimó como la relación entre la producción de biomasa aérea y el agua evapotranspirada en cada muestreo. Se realizaron las pruebas estadísticas de varianza y de medias para detectar la significancia de la diferencia entre los tratamientos. La prueba estadística DGC fue usada para evaluar las diferencias estadísticas significativas entre tratamientos. El análisis estadístico se realizó usando el programa Infostat.
El tratamiento con mayor producción estadísticamente significativa de materia seca fue aquel en el que las plantas estuvieron distanciadas por tres centímetros a lo largo del surco (800.000 plantas/ha). Los 14.543 kilos de materia seca alcanzados con esta densidad se desglosaron en 4.618 kg/ha para corteza, 6.349 kg/ha para médula y 3.575 kg/ha para hojas.
En cuanto a la EUA, los valores fueron 18,7 kilos de materia seca por milímetro y por hectárea; 25,7 kilos de materia seca mm./ha y 14,4 kilos de materia seca mm./ha, respectivamente. La EUA global alcanzó los 59 kilos de materia seca por milímetro y por hectárea. A pesar del atraso en la fecha de siembra, el kenaf logró secuestrar tanto carbono como un maíz o sorgo granífero sembrado en secano y en fecha óptima para la región. En cuanto a la EUA, y considerando una global para el maíz y sorgo (grano y rastrojo) no superior a los 30 kilos/mm/ha, el cultivo también se mostró muy eficiente en el uso del agua.
Informe elaborado por los estudiantes Nicolás Ortiz y Agustín Sommo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC), bajo la tutoría de los ingenieros agrónomos Ricardo Héctor Maich y Jorge Francisco Cosiansi.
FUENTE: LA VOZ