Proyecto de la Universidad de Tarapacá promueve generación de energía.
Una semilla burdeo parecida a un poroto alargado, pero con el nombre exótico de “Jatropha curcas”, fue el motivo que convocó a representantes de diversos servicios públicos vinculados con el área agrícola, a la presentación en sociedad de un recurso promisorio enfocado a la obtención de biodiesel.
Los investigadores de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Tarapacá, responsables del proyecto relacionado con la potencialidad de los recursos naturales existentes en la provincia de Arica para la producción de biodiesel, efectuaron una evaluación in extenso sobre este cultivo que por primera vez es introducido en la Región de Arica y Parinacota.
El vicerrector de Desarrollo, Gonzalo Muñoz; el director del proyecto, Eugenio Doussolin, y el jefe del proyecto, doctor Eugenio Sotomayor, en una visita guiada a la Parcela Experimental Chacalluta de esta Casa de Estudios, ubicada camino al aeropuerto, mostraron los avances existentes en las 10 hectáreas propiedad de Bienes Nacionales que fueron entregadas en comodato por cinco años a este proyecto que se encuentra en desarrollo. El aporte de 103 millones por parte del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional ha sido fundamental para la materialización de esta iniciativa.
El predio cuenta con seis invernaderos, donde las plantas crecen vigorosas y se plantarán en los ensayos programados para su investigación en 3.600 hoyos de medio metro cúbico, que fueron realizados con una retroexcavadora con un punzón de 45 centímetros para romper la estructura de este suelo virgen, muy duro de roer, una costra salina llamada “hardpan” . También se habilitó energía eléctrica a través de un sistema de energía eólica y paneles solares para el establecimiento del riego tecnificado en un tendido de mangueras a lo largo de 600 metros, que conducen el agua de desde la Copa ZOFRI Arica hasta las parcelas demostrativas.
La metodología utilizada para su geminación fue la selección de semillas por diámetro y ésta se efectuó en la Facultad de Ciencias Agronómicas, luego se realizó la preparación de almácigos y el seguimiento y caracterización agronómica del desarrollo de los cultivos. Fue necesario hacer un ensayo de boro en las plantas instaladas en macetas bajo riego controlado, por las altas concentraciones de boro en el agua de riego. La ruta que siguieron las semillas germinadas fue el traslado de bandejas y estas plántulas a bolsas y luego éstas se establecerán en las parcelas experimentales. En paralelo la instalación del equipamiento e infraestructura como un contenedor y la Estación Agrometereológica.
Gonzalo Muñoz, vicerrector de Desarrollo, señaló que la Universidad de Tarapacá en sus proyectos contempla la incorporación de energías limpias que pueden sustituir energías tradicionales. Señaló que en el caso de la Jatropha, planta que no compite con otros productos de uso alimentario, pues no es de consumo humano, la experiencia está relacionada con la fase de introducción del cultivo en zonas áridas y evaluar la viabilidad de adaptación, con tal de generar un espacio más amigable a las generaciones futuras.
Eugenio Doussolin, decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas y director del proyecto, planteó que se está cumpliendo un sueño, cual es producir biodiesel en Arica, lo que señalo que las semillas fueron introducidas al país desde Brasil, estado Minas Gerais, de la ciudad Joôa Penheiro. Estas fueron adquiridas en la estadía que hizo junto con el académico e ingeniero agrónomo Sotomayor. Se ingresaron 65 kilos de semillas de Jatropha curcas. Asimismo, señalo que hay varias empresas internacionales que están expectantes a los resultados de este proyecto.
El jefe del proyecto, doctor Eugenio Sotomayor, encargado de la fases de planificación y operativa del proyecto, dio a conocer varios aspectos técnicos del cultivo de la Jatropha, que es una planta que tiene su origen en México, América Central y que hoy día se encuentra cultivada en muchos países. Es una planta arbustiva, que puede medir los tres metros de altura y muy longeva, puede vivir hasta cincuenta años y requiere de muy poca agua para su desarrollo. La semilla produce 39% de aceite y se asemeja en un 95% al petróleo, rindiendo de 1.500 a 1.900 litros por hectárea. El investigador señalo los grandes esfuerzos en torno a la búsqueda de tecnología para capturar la energía solar y energía eólica, instalar una planta para abatir el boro y un sistema de riego con todo un componente de innovación. Mostró a los asistentes el predio con los cuarenta módulos cada uno con 90 hoyos donde en estos momentos se esta lavando el suelo para ser habilitado con las plantas de Jatropha en agosto las que podrían conquistar el desierto salino y extender su color verde sobre la costra de tierra dura a punto de ser habitada.UNIVERSIA.
Fuente: Universidad de Tarapacá
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