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El Ingeniero Gabriel Blanco es el nuevo coordinador General de la Dirección de Cambio Climático de Medio Ambiente de la Nación

Blanco alcanzó trascendencia nacional por su participación en la planta de captura de biogás de Olavarría, la primera del país.

El ingeniero Gabriel Blanco, a cargo del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, fue designado hace algunas semanas como Coordinador General de la Dirección de Cambio Climático de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación.

Desde ese lugar, Blanco tiene a su cargo la coordinación de las fundamentales áreas “Mitigación de cambio climático”, “Adaptación de cambio climático”, “Gestión de la información”, “Relaciones internacionales”, y una más encargada de la “Difusión”.

Habida cuenta del objetivo de la dependencia, Blanco estará encargado de un área definida para llevar adelante una “planificación integral y profunda del rol nacional frente al cambio climático”.

“Hay cosas del clima que ya están ocurriendo y que van a seguir ocurriendo. Se sabe más o menos qué efecto pueden tener. Y esto más o menos es importante porque hay un alto nivel de incertidumbre, entonces hay que adaptarse a esos impactos”, explicaba Blanco, luego de su designación.

“Las negociaciones tienen que ver con los compromisos que tiene la Argentina a nivel internacional”, destacó el ingeniero. “Por ejemplo ahora está vigente el protocolo de Kyoto (un acuerdo internacional para luchar contra el cambio climático) donde nuestro país participa en forma voluntaria, no obligatoria. Pero puede ser que en el futuro estemos obligados, y hay que tener en cuenta eso para tomar medidas”, subrayó.

Para concretar las acciones conjuntas, hace tres semanas se formó una Comisión Nacional Asesora de Cambio Climático, donde participan todas las secretarías del Estado. “Como el tema está muy latente en todos los sectores y nadie quiere obviarlo, hay mucha predisposición para trabajar, pero recién empezamos”, señaló el profesional de la UNICEN.

El docente e investigador, releva por estos días la problemática de cada sector, evaluando su adecuación a un marco regulatorio, para poder implementar medidas de mitigación y adaptación al Cambio Climático y saber en qué medida.

En ese sentido, surge que el diagnóstico nacional en materia medioambiental, será imprescindible para definir la estrategia argentina de negociaciones y propuestas para lo que será el día después del Protocolo de Kyoto, en el 2012.

Cambios preocupantes

El clima argentino ya registra zonas vulnerables que presentan desertificación, inundaciones en sectores costeros, disminución de precipitaciones en la cordillera. “El problema con los escenarios a futuro es el grado de incertidumbre que se tiene”, insiste el ingeniero, “es la parte más difícil del trabajo”, admitió el flamante funcionario.

“Porque cómo hacés para tomar hoy una medida por algo que va a ocurrir dentro de treinta años, cuando las posibilidades de que ocurra son inciertas? Aún en este escenario hay cosas que se pueden ir tomando en cuenta como el tema de desmontes”.

Asimismo, para reforzar aún más la temática ecológica, en breve se organizará formalmente una Comisión Asesora Científico-técnica sobre Cambio Climático, “donde participarán instituciones del sector científico, tecnológico, y académico”, enumeró Blanco: “La idea es sumar conocimiento y tecnología disponible a favor del clima”, agregó.

A media luz

Respecto al actual panorama de restricciones en el suministro de energía, el profesional olavarriense aseguró que “es un problema de infraestructura que no se resuelve de un día para otro. Se perdieron muchos años preciosos para repensar un panorama energético al menos a mediano plazo pero no se planeó nada”.

“Se tendría que empezar a trabajar sobre otros recursos de manera planificada. Con un marco regulatorio adecuado, es posible suplantar pequeños porcentajes de energía tradicional por solar, eólica, o biocombustibles”.

“Entonces podemos tener una diversificación de los recursos. Hasta geopolíticamente es importante porque representa menos dependencia y entonces nuestra matriz energética cambia radicalmente”, explicó Blanco.

Esta diversificación de la generación y el uso de los recursos, “permitiría por ejemplo que el norte aprovechara el sol, el noroeste la biomasa, en el sur el viento, la hidráulica en la zona cordillerana. También los biocombustibles cuidando que no se arrasen bosques y provoquen perjuicios a mediano plazo.

Y hay que hacerlo con una buena planificación”, destacó el especialista.

“Hay mucho para trabajar en transporte, vivienda, industria, que son los grandes consumidores de energía”, enumeró Blanco.

“En viviendas nunca se ha hecho nada y la parte residencial consume el 30 por ciento de la energía del país. Se pueden empezar a tomar medidas por ejemplo con las aberturas, aunque signifiquen mayores gastos son pequeños pasos, para no desperdiciar energía. Empezar a trabajar con el transporte publico, retomar el tema de los ferrocarriles, adecuar el transporte de carga que es un gran consumidor”, planteó.
Fuente: ABC HOY

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