La cadena de los biocombustibles se constituyó en un foro multisectorial permanente durante un encuentro que se desarrolló ayer en la Bolsa de Comercio de Rosario. Se trata de un negocio joven pero cuya expansión está impulsando una nueva ola de inversiones para ampliar la capacidad de almacenamiento.
Ya se están produciendo en el país 2.500.000 toneladas ,de las cuales 700 mil se destinan a abastecer el mercado interno, cumpliendo con el corte obligatorio del 5 por ciento sobre las naftas, que rige a partir de marzo de 2010. Este nicho se ampliaría a partir de un aumento de esa mezcla, al 7 por ciento o al 10 por ciento, en un futuro no muy lejano.
La demanda exportadora primero, y el consumo interno después, impulsó un fuerte proceso de inversión en plantas de biodiesel a partir, fundamentalmente de soja. Las grandes empresas aceiteras hicieron punta y, la consolidación del negocio, anticipa nuevos proyectos. En eso están Cargill, Dreyfus y Vicentín.
La Bolsa de Comercio, que apuesta fuerte a protagonizar esta expansión ofreciendo su sistema de arbitraje, fue el escenario ayer de la presentación del Foro de Biocombustibles, del que participa el Estado, los organismos científicos, las empresas de biocombustibles, las aceiteras y las petroleras, entre otras.
El objetivo es sentarse a discutir y acordar entre los actores de la cadena las perspectivas de este negocio que aparece promisorio a pesar de que los márgenes puedan ser un poco más acotados. El escenario es alentador, por cuanto hay dos horizontes bien definidos como son el ahora más requerido mercado interno con el corte olbligatorio que rige a partir de marzo 2010 y el externo.
Javier de Urquiza, director del Plan Nacional de Biocombustibles de la Nación sostuvo: «Somos el principal país exportador de aceite de soja y ahora tenemos el valor agregado del biodiesel». Reconoció, en cambio, que el desarrollo del bioetanol está un poco más atrasado. En este caso, el mercado está más concentrado y la oferta atada a la producción azucarera de algunas provincias.
En cuanto al corte obligatorio, De Urquiza explicó que están dadas las condiciones para que se amplie a un 7 por ciento, por lo cual desde el programa que se desarrolla en el Ministerio de Planificación, en acuerdo con otros sectores, se está promoviendo su instalación a partir el mes de agosto. «Se podrían aumentar unas 300 mil toneladas y eso es muy bueno», acotó.
Por su parte, Jorge Baldi, presidente de Asociación Argentina de Grasas y Aceites (Asaga), también dio una perspectiva del negocio desde la industria aceitera y señaló que hay dos frentes abiertos tanto con el mercado interno como con el externo.
«Es un negocio en franco crecimiento, hay plantas por instalarse y otras por ampliarse, se está pensando hasta en llegar a un corte de 10 por ciento», dijo, y subrayó que, como en toda cadena, «hay muchos intereses que deben ir encajándose y muchas cuestiones técnicas para ver».
«Por eso sirven estos foros», observó. Y agregó que se está mejorando la relación entre los aceiteros y las petroleras, ya que tienen filosofías distintas pero hoy se encuentran en un negocio común.
En ese sentido, Jorge Tanoni, presidente de la Cámara Arbitral de Aceites de la Bolsa de Comercio de Rosario sostuvo que los foros como los que se desarrollaron ayer dan lugar a un debate amplio y transparente a una actividad que va a revolucionar la argentina. «.
La semana pasada, Claudio Molina, director ejecutivo Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, comentó que en el negocio de los biocombustibles empresas como Ecofuel, Unitecbio y Patagonia Bioenergía están pensando en ampliar sus plantas.
Además, comentó que Cargill construirá una planta nueva en Villa Gobernador Gálvez y fuentes del sector aseguraron que Dreyfuss estaría por el mismo objetivo.
«La inversión sería del orden de u$s 200 millones, para aumentar 1 millón de toneladas anuales la capacidad instalada», indicó Molina.
POR FABIANA MONTI
FUENTE: LA CAPITAL/ROSARIO/SANTA FE