AJN.- Ormat, la empresa israelí de energía alternativa y renovable, se prepara para acelerar el mercado del biodiesel y sacar el uso del biodiesel de la esfera de la celebridad y medioambientalismo. Para lograrlo, descubrió una nueva fórmula de biodiesel que supera todas las limitaciones actuales del combustible.
El biodiesel es el nuevo combustible para automóviles del siglo XXI y uno de los productos de biotecnología que, los ambientalistas, consideran exitoso.
Ormat, la empresa israelí de energía alternativa y renovable, se prepara para acelerar el mercado del biodiesel y sacar el uso del biodiesel de la esfera de la celebridad y medioambientalismo. Para lograrlo, descubrió una nueva fórmula de biodiesel que supera todas las limitaciones actuales del combustible. Se espera que, el nuevo biodiesel, esté en las estaciones de gas dentro de los próximos dos años.
Luego de 40 años de pionerismo en nuevas formas de energía alrededor del mundo, junto a su esposo Lucien, Yehudit -Dita- Bronicki, CEO de Ormat, está reviviendo los motores de su empresa, para reducir progresivamente el diesel tradicional. «Desarrollamos un biodiesel de iguales características que el diesel convencional, siendo posible de utilizarse en motores con una concentración del 100% de biodiesel y sin cambiar nada en el vehículo», dice Bronicki, quien co-fundó la compañía con Lucien en 1965.
El biodiesel puede sustentarse en plantas o animales, pero siempre se hace de aceite de soja o canola. Es una fuerte de energía renovable, que funciona de manera más limpia que el común, es menos tóxico que la sal de mesa, y ayuda a frenar la dependencia de América, del combustible extranjero. Su uso ayuda a reducir los gases de invernadero, el mayor contribuyente al calentamiento global.
Mientras se incrementa su utilización en EEUU, el combustible está limitado. Los autos que funcionan con diesel, especialmente los más antiguos, siempre necesitan acondicionarse con un dispositivo especial para combustible, para ser procesado de manera adecuada; en la mayoría de los casos, sólo una pequeña proporción (entre 2 y 5 %) del biodiesel puede utilizarse en una mezcla de diesel tradicional.
Y a pesar que Ormat considera que, su biodiesel, en principio, sea más caro que el tradicional, Bronicki cree que habrá incentivos del gobierno y del Estado en EEUU para promover su utilización.
«El biodiesel es mejor para el medio porque está hecho de recursos renovables y tiene menores emisiones comparado con el diesel de petróleo», declara el Consejo Nacional de Biodiesel en EEUU.
Bronicki, que dirige una compañía con una liquidez equivalente a $ 1 billón, parece, tanto en cuerpo como en espíritu como si recién comenzara en el campo de la energía alternativa y renovable. «Somos gente que tuvo una visión clara que queríamos hacer algo en lo que Israel pudiera sobresalir».
Hoy, Ormat, cumplió su visión. Es una de las empresas de energía alternativa y renovable más importantes del mundo, especialmente en las áreas de energía geotermal y energía de recuperación. «La gente necesita seguridad de combustible y diversidad de combustible», cuenta Bronicki. «Estamos hablando de tener independencia del petróleo de Medio Oriente en países como Canadá y EEUU. Lo que estamos haciendo es un paso importante para que ocurra».
En el área de energía geotermal (tomando energía de calor de la tierra y convirtiéndola en energía utilizable), donde Ormat deriva la mayor parte de sus ingresos; la compañía, que tiene 700 personas y comercializó tecnología llamada Organic Rankine Cycle (ORC).
ORC posibilita la producción de electricidad no sólo del vapor, sino de agua caliente. Ormat tiene 11 plantas energéticas alrededor del mundo, algunas ubicadas en EEUU ( Nevada y California); Ormat construyó unidades similares en una reserva de vida silvestre en Kenia, tomando a las jirafas en consideración y construyendo estructuras para que los animales puedan caminar alrededor.
«El poder geotermal sigue las necesidades del consumo y, por esta razón es que, generalmente, construimos nuestras plantas en áreas pobladas», dice Bronicki, cuyas plantas producen alrededor de 360 Megawatts de energía «la energía suficiente para abastecer a 500.000 personas».
La recuperación de la energía es el segundo área de negocios de mayor importancia. La energía recolectada vuelve tanto al uso de las necesidades de los consumidores asi como es vendida para compañías utilitarias para uso general. Bronicki reconoce la importancia de su compañía, aunque cree que demandará más que las buenas intenciones y acciones para revertir la polución del medio ambiente y el calentamiento global. «Ormat es sólo una gota en el vaso», dice «Ese vaso debería conformarse del esfuerzo de los que toman las decisiones políticas, y de gente que con influencia en la opinión pública, en EEUU y todo el mundo».
«La opinión pública está evolucionando todo el tiempo; estoy segura que sobrevendrá un cambio respecto del uso del biodiesel, el etanol, la energía geotermal, la energía recuperable y otras fuentes alternativas y renovables. La conciencia es más importante en EEUU que en cualquier lobby».
Fuente: AJN Agencia Judía de Noticias