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Biocombustibles, una parte de la solución energética del país

biocombustibles-carlos-queriniDoctor Carlos Querini
Docente universitario, investigador del Conicet.

La situación energética que estamos atravesando ya la hemos vivido en años anteriores y, lamentablemente, volverá a repetirse en los próximos años, estacionalmente en los momentos de mayor consumo energético, como cuando se debe trabajar con intensidad en el agro o en épocas de frío intenso.

Se repetirá porque la Argentina es estructuralmente deficiente en la producción de gasoil, ya que el gas que se produce no alcanza para abastecer esos picos de demanda y porque no hay posibilidades de instalar nuevas refinerías en el término de pocos meses. Esto, sumado a la pobre reserva de petróleo conocida de nueve años, y de gas de 10 años.

Se puede presentar la realidad de muchas maneras, pero si sólo recordamos lo que pasó en los últimos años con el gasoil y miramos lo que está pasando en este momento también con el gas y con el fueloil, no necesitamos que nadie explique lo que es evidente.

¿El problema del gasoil tiene solución? Sí, si se importa. Esto significa un costo para el país, sumado a que la calidad, principalmente en el contenido de azufre que provoca fallas en los motores modernos, es diferente a lo que se comercializa normalmente en la Argentina.

Por otro lado, los problemas ambientales generados por el uso de combustibles fósiles ya no son discutidos y la toma de medidas tendientes a revertir este deterioro se hace cada día más necesaria.

En este contexto complejo, tanto en nuestro país como en el ámbito internacional, de demanda de energía y de problemas ambientales, los biocombustibles aparecieron como una alternativa de suma importancia para realizar una pequeña contribución.

La producción de biodiésel a partir de aceites vegetales o grasas animales puede reemplazar de modo parcial al gasoil, contribuyendo a disminuir el efecto invernadero, dado que por ser de base renovable, no conduce a la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera. Nuestro país, al ser el principal exportador mundial de aceites vegetales y disponer del complejo aceitero más eficiente del mundo, no debería estar pasando estos problemas energéticos, en particular de falta de gasoil, que tantas complicaciones genera en el agro y en el transporte.

Si se usara hoy el nueve por ciento de lo que se exporta de aceite, evitaríamos la faltante de gasoil. Esto genera un escenario en el cual la producción de biodiésel para autoconsumo de grandes productores agropecuarios, o de un conjunto de productores más pequeños, es una alternativa que se viene plasmando en nuestro campo.

Desde el punto de vista económico directo, puede o no ser beneficioso para el productor encarar este tipo de emprendimientos. Dependerá del tamaño de su establecimiento, de la actividad que desarrolla, si cría ganado o no, de la distancia al puerto más cercano y por lo tanto de los valores de fletes. Pero desde el punto de vista estratégico, disponer del combustible en el momento en que se lo necesita es tal vez el mayor argumento para estimular a los productores, al menos, a considerar la alternativa de producir biodiésel para autoconsumo.

Técnicamente es posible plantear iniciativas integradas con producción de aceite por prensado, producción de biodiésel y producción de alimentos balanceados para el ganado. No obstante, hay que advertir sobre la diversidad de propuestas que se encontrarán en el mercado, muchas de las cuales no sólo no permiten obtener el biodiésel con normas de calidad para un uso confiable y duradero de los motores, sino que, además, implican riesgos en lo concerniente a la seguridad de las personas e instalaciones.

A gran escala, Argentina no ha dado todavía señales necesarias para que se inicien las inversiones destinadas a producir el biodiésel para consumo masivo en el plano interno. Por otro lado, el escenario internacional es altamente demandante y es una oportunidad de agregar valor a una producción primaria como el aceite crudo, subproducto de la producción de harinas proteicas. Con el objetivo de la exportación, se están instalando grandes plantas de producción de biodiésel.

Plantear la discusión en el terreno de alimentos o energía es parcializar y equivocar el terreno del análisis y discusión, dado que las decisiones deben ser tomadas en forma muy responsable, teniendo en cuenta que la vida y la sociedad, tal como la conocemos, sólo pueden ser sustentables cuando se maneje el objetivo global de energía y alimentos y medio ambiente. Cualquiera, por sí solo, conducirá a consecuencias no deseadas.

Los biocombustibles no son la solución, pero son parte de la solución al problema energético y medioambiental, y la Argentina puede beneficiarse en forma notable si se toman las decisiones acertadas.

Fuente: La Voz del Interior

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