BUENOS AIRES.- Las asociaciones brasileñas que nuclean a los productores de aceites vegetales de ese país salieron ayer a comunicar a sus afiliados que el conflicto entre Argentina y China por los embarques podría favorecerlos mejorando sus exportaciones en el corto plazo. Así lo confirmó Carlo Lovatelli, titular de la Asociación Brasileña de las Industrias de Aceites Vegetales (Abiove), aunque reconoció que ellos sólo podrían atender una parte de lo que generalmente compran los chinos.
Según Lovatelli, Brasil tendría la capacidad de ofrecer 400.000 toneladas adicionales de aceites de soja a China en el corto plazo, en caso de que el conflicto con la Argentina se agrave. China resolvió impedir el ingreso de aceite de soja argentino que contenga residuos de solventes con un nivel superior a 100 partes por millón, lo cual sería una represalia contra las investigaciones antidumping lanzadas por la Casa Rosada contra productos del gigante asiático.
Con ventas por 1,8 millón de toneladas de aceite de soja en 2009, Argentina es el mayor exportador global de ese producto, y detrás se ubica muy lejos Brasil, con 500.000 toneladas en el mismo período. No obstante, para este año la Abiove estima que las exportaciones de Brasil alcanzarán los 1,25 millones de toneladas, sin considerar un posible aumento de la demanda de China. Mientras tanto, el Gobierno de Cristina Kirchner continúa a la espera de la respuesta de su par chino HuJintao, a quien se le solicitó oficialmente que suspenda la medida para impedir un conflicto mayor.
En ese sentido, el embajador argentino en China, César Mayoral, negó ayer que el bloqueo esté vinculado a la suspensión del viaje de la Presidenta, en enero último, en medio del conflicto por la remoción de Martín Redrado del Banco Central. Mayoral dijo que «cuando se tienen relaciones comerciales importantes existen problemas», pero garantizó que los técnicos argentinos, «en poco tiempo, van a poder demostrar que el aceite argentino está en línea con las normas internacionales». La decisión del país asiático significaría más de U$S 1.600 millones menos para la balanza comercial nacional y otros U$S 620 millones menos de ingresos fiscales por retenciones.
Por su parte, la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) advirtió que la decisión de China constituye una «traba paraarancelaria», y no tiene que ver con una «cuestión de calidad» del producto, como adujo Pekín. Así lo estimó la gerente de Estudios Económicos de Ciara, Raquel Caminoa. (NA)
FUENTE: LA GACETA