La entrada del gigante chino CNOOC al grupo de Bulgheroni genera interrogantes por el futuro de las reservas, que vienen cayendo por falta de inversiones. Petrobras negocia la venta de una de sus refinerías y entran nuevos jugadores al mercado.
Hace diez días, escasez de nafta y colas de automovilistas en las estaciones de servicio. Hace una semana, el anuncio de la compra del 50% del grupo Bridas (que controla el 40% de Pan American Energy, la segunda petrolera del país) por parte del coloso chino CNOOC, que abonó US$ 3.100 millones.
Con pocos días de diferencia, se produjeron dos noticias de alto impacto que, para los analistas del sector, anticipan cambios más profundos en una de las industrias más sensibles para la economía.
También por estos días, trascendieron algunas negociaciones por la venta de refinerías, y los especialistas advierten sobre la caída del nivel de reservas petroleras de la Argentina, y la falta de inversiones en exploración y explotación.
El ex secretario de Energía, Daniel Montamat, dibujó un cuadro preocupante: «Hasta el año pasado, éramos un país exportador de saldos de nafta. La capacidad productiva está en declinación, y estamos perdiendo el autoabastecimiento», dijo el experto.
En este contexto, la empresa estatal brasileña Petrobras estaría a punto de cerrar una negociación con el rey de los casinos, Cristóbal López, para la venta de la refinería de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe. Una fuente del sector reveló que «la operación está muy avanzada, pero todavía hay diferencias de entre un 10 y un 15% entre las partes para acordar». Petrobras declinó formular declaraciones.
No es la primera vez que trasciende el interés de López por el negocio, al que ingresó creando su propia petrolera: Oil M&S. Empresario de muy buena llegada a la Casa Rosada y más conocido como el «Rey del juego», López obtuvo en los últimos años importantes áreas de explotación en las provincias de Santa Cruz y Mendoza. La compra de una refinería le permitiría estar en las dos puntas del negocio: en la extracción de crudo y en la destilación de combustible.
El negocio de la refinación genera muchas quejas desde la industria. Y suspicacias. Hace dos semanas, fue visible ver colas de autos esperando cargar nafta, sobre todo en las estaciones de Repsol YPF, que conduce Enrique Eskenazy, otro empresario kirchnerista, dueño del 15% del paquete accionario de la compañía. La escasez fue resuelta de apuro con la importación de 50.000 metros cúbicos de nafta, pero surgió el interrogante: ¿fue un hecho circunstancial o es la punta de un iceberg? Precios y riesgos Desde la petrolera desdramatizan.
«Hubo un pico de demanda, de un 10%, sorpresivo para enero, y lo afrontamos nosotros porque tenemos el precio más bajo del mercado», dicen y prometen que el hecho «no volverá a ocurrir, al menos en los próximos 6 meses». Un estudio de la consultora IES asegura que Repsol YPF es el principal oferente de combustibles del país (58%), muy lejos de sus competidoras Esso (13,3%), Shell (13%) y Petrobras (11%). «Con relación a 2008, aumentó la participación del líder del mercado en ambos segmentos (naftas y gasoil), y eso podría estar vinculado a sus menores precios de la principal empresa», señala IES.
El mismo estudio destaca la situación de Petrobras: «Es de notar puntualiza la caída de su participación, en paralelo a su caída en la producción petrolera, lo cual reforzaría ciertos indicios en la intención de la compañía de reducir sus negocios en el ámbito local».
Al respecto, la estructura tarifaria bajo supervisión oficial es resistida por las refinadoras. «Nuestra participación de mercado será una consecuencia directa de la posibilidad que tengamos de maximizar, en forma rentable, la utilización de nuestra capacidad instalada de refinación», dijo Juan José Aranguren, el CEO de Shell.
Luego de desembarcar en el país, en 2002, con la compra de Pérez Companc, desde Petrobras descartan una retirada del mercado argentino. Además de dos refinerías, posee áreas de explotación y, según el IAPG (Instituto Argentino del Petróleo y del Gas), casi 22 millones de metros cúbicos de reservas en el país, sobre un total de 400 millones. Como contrapartida de la venta de una de sus refinerías, en el mercado dan crédito a una versión que indica que Petrobras intenta comprarle a Esso su destilería de Campana. Esto implicaría la retirada de Esso del país, tal como ya ocurrió en Chile (cuyos activos fueron comprados justamente por Petrobras) y Brasil.
La mayor dueña de reservas es Pan American Energy (147,5 millones de metros cúbicos), le siguen YPF (84 millones), la americana Occidental Exploration (38 millones) y Tecpetrol (20 millones). La venta del 50% de Bridas, el grupo de la familia Bulgheroni, a CNOOC, plantea interrogantes en la industria petrolera. Sin embargo, Mario Calafel, vocero de Pan American, buscó despejar dudas: «Si se confirmara la entrada del grupo empresario, tendremos un socio que aportará know how en exploración offshore, tecnología y espaldas financieras, lo que contribuirá a robustecer la compañía».
Montamat, por su parte, celebra la llegada del gigante chino. Y sobre el futuro de Pan American, el especialista ahuyentó fantasmas: «La operación tiene más que ver con el desarrollo del grupo Bridas en Asia que con el interés chino por las reservas petroleras».
por Damián Kantor
Fuente: IECO DIARIO CLARIN