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Argentina, reserva mundial de granos

Thomas-Mielke-girasol-argenLa Federación de Acopiadores de Granos hizo posible la presencia de Thomas Mielke en el Congreso de Girasol.

América del Sur y, sobre todo la Argentina, se está comportando desde hace 3 años como la reserva de granos del mundo.

El contexto más que favorable requiere, sin embargo, de un urgente crecimiento de la superficie cultivada y de los rindes. El girasol se presenta como la gran oportunidad para esta expansión.

Estas fueron las principales conclusiones de la disertación de Thomas Mielke, director de ISTA Mielke, del Oil World, sobre “El Mercado de Aceites en el Nuevo Contexto”. El especialista fue especialmente invitado al país por la Federación de Acopiadores para participar en el Congreso de Agrotendencias 2007, realizado ayer en el Hotel Hilton Buenos Aires. La Federación fue quien hizo posible la asistencia de Mielke al 4to. Congreso Argentino de Girasol.

Asagir agradece especialmente a la Federación de Acopiadores y a su presidente, Raúl Tomás, por hacer realidad algo tan imprescindible para el sector agroindustrial argentino: la sinergia y cooperación entre sus integrantes.

La disputa por la tierra

“En los últimos 3 años, América del Sur y la Argentina se convirtieron en la reserva principal de todo el mundo en cuanto a producción de granos. Pero hay que prepararse para un aumento mayor de la demanda en un futuro cercano, no estamos hablando de 2010, sino de mañana. La pregunta es cómo el mundo va a poder producir la demanda mundial de granos y oleaginosos que se avecina”, se preguntó Mielke.

El especialista detalló que la población mundial aumenta entre 72 y 73 millones de personas por año, que demandan 1,6 millones de toneladas de granos anuales para alimentarse y “el mundo no puede brindar cosechas que abastezcan este crecimiento poblacional”, advirtió Mielke.

Esta coyuntura está generando que los demás granos desplacen a los oleaginosos, mientras que la industria de los biocombustibles también ejerce su propia presión sobre la producción, aunque se “está registrando una ralentización en la producción de bioenergía”.
Por ello, “es muy importante lo que ocurra en esta parte del mundo”.
Según Mielke, el futuro estará signado por una producción y demanda mundial en continuo crecimiento, con la consecuente caída de los stocks, en una tendencia que seguirá por lo menos hasta 2008/2009”.

Para el especialista, esta situación se está dando porque los agricultores se están pasando a los granos y “vamos a encontrar una lucha por la superficie cultivada en 2008, sobre todo teniendo en cuenta que los stocks de maíz están cayendo, al igual que otros granos, pero el caso más severo es el del maíz”, sentenció.

La demanda por lo biocombustibles, con un crecimiento de entre 3,5 y 4 millones de toneladas está impulsando esta tendencia. Paralelamente, la UE se convirtió en el mayor importador del mundo, al igual que China y la India.

De la vereda de enfrente, “Argentina se perfila como uno de los principales proveedores, sobre todo en aceite de soja, de girasol y otros. También Rusia y Ucrania, mientras que Brasil ha desaparecido, porque utiliza su producción doméstica en biocombustibles. El mundo se está poniendo más dependiente de las exportaciones de aceites de la Argentina”.

Todo esto se está produciendo “en un mercado mundial que ha sido sacado de su equilibrio”, razonó el especialista, antes de aclarar que –igualmente- se prevé un mantenimiento en el precio del maíz, “lo que aumentará la superficie dedicada al cereal y la disputa por la tierra” para oleaginosas.

La oportunidad

A 2010, “el mercado mundial necesitará entre 5,5 y 6 M de t de girasol argentino”, anticipó Mielke. Si bien la Argentina perdió participación en este mercado a favor de Ucrania y Rusia, el primero de estos países está declinando su superficie dedicada al cultivo y fomentando la implantación de colza. Incluso, “el mismo gobierno ucraniano está tratando de convencer a los agricultores de reducir la superficie de girasol, por los mejores márgenes que ofrece”.

En el caso de Rusia, también se vislumbra una reducción en su superficie, al igual que en Turquía.
Esto está dejando fuera a los principales competidores de la Argentina y “realmente existe una perspectiva de mayor demanda por el girasol argentino en 2008. Pero el aceite de girasol se considera una cosecha de riesgo, por lo que se necesita una prima para tomar este riesgo y el mercado está dispuesto ahora a dar esta prima, para que los productores amplíen la superficie cultivada con girasol”.

De hecho, Mielke anticipó un nuevo aumento en los precios del aceite de girasol, comparado con el de soja y colza, generando “una oportunidad para la Argentina de aumentar su superficie cultivada y sus rindes. Estamos esperando una cosecha de 4 M de t ha comienzos de 2008”.

Es que el mercado mundial está viendo reducir sus existencias de aceite en casi 7 millones de t. “Esto es favorable para que los productores puedan ampliar sus cosechas, pero los gobiernos deberían ser proactivos y ayudar a los productores. En la Argentina, uno paga los impuestos y el dinero desaparece”, resaltó Mielke, ante el aplauso generalizado de los asistentes.

El especialista sugirió que en nuestro país “se necesita hacer más lobby para lograr que el dinero vuelva a los sectores, como el de infraestructura que es tan necesario. El gobierno debe ayudar a los productores a transportar la producción a los puertos”, insistió.

De la mano de la colza

Independientemente de la coyuntura mundial, las perspectivas para el girasol en la Argentina “están influenciadas por la colza, que también tiene un muy buen potencial, planteado en una rotación”, explicó el especialista.

Sin embargo, Mielke advirtió que este cultivo “necesita mucha inversión, al ser una semilla muy pequeña”, e instó a que se profundicen las investigaciones sobre si este cultivo, que además aún no cuenta con la intervención del gobierno”, destacó.

También son buenas las perspectivas para el aceite de palma: “En Indonesia, se producen 4 a 5 t de aceite por ha, mientras que la soja deja 0,5 t de aceite por ha”. Esto está impulsando la inclusión de 7 millones de hectáreas anuales de colza en ese país.
Finalmente, Mielke consideró que “el aceite de palma puede ser una verdadera solución para la demanda alimenticia. En la actualidad, el 34% de la producción de aceites vegetales es de palma”.

Comunicado de prensa Asagir

Emilio López King Enviado especial por www.biodiesel.com.ar

Fimaco

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