Paul C. Anderson, especialista de la firma Pioneer, se refirió a la expansión del etanol.
Paul C. Anderson, Ph. D., estadounidense, manager de las operaciones internacionales de Pioneer, especializado en el mejoramiento del grano para consumo animal o para consumo humano, por su experiencia pasó a ser en la empresa un nexo clave entre lo que representa la investigación y la demanda de lo que la gente necesita para alimentación animal, consumo humano o industrial.
Así, dentro de sus múltiples tareas, Anderson es responsable de fomentar el desarrollo y las oportunidades de uso final de maíz y oleaginosas dentro y fuera de los Estados Unidos. En este contexto, desde los últimos 8-9 meses el tema principal de su agenda es el desarrollo de los biocombustibles, sobre todo el etanol, basado en la política que desarrolla al respecto los Estados Unidos y el mundo en general.
Antes de ingresar en el tema biocombustibles, Anderson recordó que Pioneer tiene dos tipos de usuarios. El primero es aquel que siembra la semilla, el productor de maíz o el productor de soja.
El otro cliente es aquel que consume ese maíz o la soja que el productor sembró. Ese cliente puede ser el que alimenta ganado, el que hace aceite de soja, o alimentos en base al maíz.
La empresa, lo que busca con esos clientes es contactarlos y tratar de entender cuáles son las características que buscan dentro de los productos y, entonces, ir tratando de mejorar la calidad del grano en base a las necesidades específicas que requiere cada demandante. «Cuánto mejor le vaya al cliente de Pioneer, mejor le va a ir a la empresa», sostuvo Anderson. Por supuesto que, en función del maíz, el tema de los biocombustibles crece cada vez más dentro de la empresa.
Anderson sostuvo que el crecimiento del mercado en los Estados Unidos, en los últimos cinco años fue explosivo, exponencial. La causa es bien conocida: el alto precio del petróleo hizo que se comenzara a ver al grano como algo que podría empezar a jugar un rol diferente apuntando a los biocombustibles. Y ahora el tema está bien instalado en el país del Norte.
Funcionamiento
En 2006 las plantas en pleno funcionamiento eran 106 y había otras 48 que se estaban montando. Este año las primeras pasaron a 140 y hay 80 en construcción.
Cada una de esas plantas está produciendo etanol y cada una de ellas está consumiendo entre 40.000 y 100.000 hectáreas de maíz. Es decir que las 140 plantas están absorbiendo, en promedio, 30.000 hectáreas de maíz cada una.
Ese maíz está producido alrededor de las plantas de los Estados Unidos que, en su mayoría son inversiones de los mismos productores.
Para el especialista, por todo esto, la producción de maíz está creciendo y continuará creciendo. Además, aumentó muchísimo su productividad.
La producción de maíz en los Estados Unidos es de 150 millones de toneladas por año. Siembran 36 millones de hectáreas aproximadamente y el 25% de la producción pasa a ser procesada para la producción de etanol.
Anderson consideró que la visión de Pioneer es que el negocio de los biocombustibles vino para quedarse, se va a mantener en el tiempo y que varios países en todo el mundo, están intentando participar activamente de este tipo de iniciativa. En el mundo todavía no hay competencia por los biocombustibles porque el mercado es tan grande que hasta que no llegue un punto en el que todos tengan de más, no va a haber competencia.
El que tomó la iniciativa fue Brasil hace unos cuantos años. Empezó en los ´70. Hoy Brasil produce básicamente 16 mil millones de litros de biocombustibles a partir de la caña de azúcar. Estados Unidos tomó la iniciativa recientemente y en la actualidad logra 25 mil millones de litros de etanol de maíz, lo que lo convierte en el líder en producción.
El estimado para 2020 es que los países productores logren cuatro veces más que lo que hoy producen: se espera que esa cifra ascienda aproximadamente a 120.000 millones de litros. Para el especialista, el mercado va a crecer también en Europa y Eurasia que empezaron más tarde que el resto de las regiones y también en Asia Pacífico.
Brasil viene produciendo etanol hace 20 años, por lo tanto se considera que, de ahora en adelante, el crecimiento no va ser tan acelerado sino más pausado; se considera una tasa de crecimiento del 5% anual, de 15 millones de litros, llegarían entonces a 30.000 millones de litros, el doble, cuando se espera que el resto de los productores cuadruplique su elaboración para 2020.
Otros productos
En los Estados Unidos la producción de etanol está basada en maíz; Brasil lo hace a partir de la caña de azúcar. La Argentina todavía no produce y en Europa el biodiésel se obtiene a partir de canola.
Anderson sostiene que eso es lo que se ve hoy, pero hacia el futuro, lo que se espera es que además de producir etanol a partir de maíz, caña de azúcar u oleaginosas, ocurra algo con otros productos; es decir, que se puedan utilizar en la producción de etanol, por ejemplo, los rastrojos de maíz, los restos de madera u otros subproductos.
Precisamente se está trabajando intensamente en este aspecto, porque se prevé que si esto sigue creciendo, como se da por descontado, podría ser un problema la demanda de granos.
Por Héctor Müller
De la Redacción de LA NACION
Presente en el mundo
Según Paul C. Anderson, en cualquier lugar alrededor del mundo donde se siembra o se produzca maíz Pioneer está presente. En la actualidad, la empresa está localizada en casi 80 países de los cinco continentes. La mitad del negocio de la empresa está fuera de los Estados Unidos. Su principal producto es el maíz, la soja es el segundo, y después viene la canola, pero también trabaja con girasol, sorgo, alfalfa y trigo. La empresa pone mucho énfasis en los rendimientos de maíz por hectárea, «por eso el foco más grande está en mejorarlos constantemente», dijo Anderson. Todos los años Pioneer saca al mercado una docena de nuevos productos que tienen una mejora en el incremento de los rendimientos, una mejora en la estabilidad de los mismos y, también, mayor tolerancia a enfermedades y sequía.
Fuente: Diario La Nación