NUEVAS FRONTERAS PRODUCTIVAS: DESDE FORMOSA Y CHACO, UN ESQUEMA MIXTO A GRAN ESCALA.

En una región que era marginal, Unitecagro hace agricultura y ganadería con la más alta tecnología.Con el avance del conocimiento y la tecnología, el concepto de área marginal para la producción va quedando cada vez más desactualizado.

Areas que parecían improductivas tiempo atrás hoy sostienen variadas actividades agropecuarias. Y quienes son pioneros y vislumbran antes que la mayoría esta nueva realidad, transforman esas oportunidades en negocios. Este es el caso de Unitecagro, una innovadora empresa con una base fuerte en Chaco y Formosa, y sus orígenes ligados al algodón, que hoy diversifica sus agronegocios, con visión global.

Con doce años de vida, Unitecagro concentra su negocio productivo en 150.000 hectáreas, distribuidas por la geografía del norte argentino, repartiendo superficies entre Chaco y Formosa. «Desde nuestros inicios tuvimos clara la visión de radicarnos en áreas consideradas por la mayoría como marginales pero que sabíamos tenían un enorme potencial de desarrollo», sostuvo Daniel Tardito, CEO de la empresa.

Esta fuerte convicción, sumada a un arraigado espíritu algodonero, lo llevaron a instalarse en esas latitudes (Ver Los estímulos para invertir…). Sin embargo, hoy la actividad se ha diversificado. «En lo que respecta a producción agrícola realizamos en rotación soja, maíz, sorgo, girasol, trigo, colza y cártamo. Dependiendo de cada zona, vemos la secuencia específica», destacó Tardito.

Desde hace cuatro años, el 100% de la agricultura está en siembra directa, «la cual acompañamos con ajustadas rotaciones y cultivos de cobertura, muchas veces desafiando la lógica», agregó (Ver Con los cultivos…).

Una interesante porción del campo -alrededor de 10.000 hectáreas- se encuentra bajo riego, utilizando las aguas del río Bermejo.

«Y nuestro desafío es llegar a 25.000 hectáreas irrigadas en 2 años más», enfatizó el CEO. El esquema de riego es por aspersión, con equipos de avance frontal y pivot central. A pesar de que en buena parte de los campos llueven alrededor de 1.000 milímetros anuales, la concentración es primavero-estivo-otoñal, con inviernos prácticamente secos. Bajo este ambiente, la presencia de riego «nos permite agregar aquellos milímetros necesarios para asegurar la siembra de cada cultivo», destacó Tardito.

Se trata de un aspecto fundamental a la hora de intensificar la rotación e incluir cultivos de invierno. Así planteado, el esquema se retroalimenta, ya que «hacemos más cultivos por unidad de tiempo, lo cual implica más cobertura en suelo, mayor producción y rentabilidad», enfatizó.

Para el CEO de Unitecagro, «el riego duplica la superficie sembrable, ya que al asegurar la siembra en tiempo y forma, se puede plantear recurrentemente dos cultivos por año».

Finalmente, también les permite cubrir baches de disponibilidad de agua en momentos críticos para los cultivos, lo que da como resultado una mayor estabilidad en la producción y en la rentabilidad empresaria.

Con un manejo como el descripto, «estamos logrando rindes promedio de soja de 2.800 kg/ha, con picos en lotes puntuales que superan los 4.100 kg/ha», destacó entusiasmado. Del mismo modo, y cambiando la fecha tradicional de siembra -pasándola a marzo- hacen trigos que rondan los 3.000 kg/ha.

«Pero lo que más me llamó la atención en la última campaña fueron los 3.800 kg/ha que logramos en algodón», afirmó con asombro. A este esquema agrícola agregan la producción de semilla de girasol, maíz y algodón, como así también la existencia de una desmotadora, «lo cual nos permite vender directamente el fardo de fibra de algodón», agregó.

La otra cara productiva a gran escala es la ganadería, actividad que empezó hace apenas 3 años. Actualmente, cuenta con un plantel de 35.000 cabezas. Dentro de la empresa tienen cabaña de varias razas carniceras, «incluso con premios en Palermo para nuestros reproductores», destacó Tardito.

Se trata de una ganadería netamente a pasto, pero con un esquema cada vez de mayor intensificación. En este sentido, «la inclusión de riego nos permitió aumentar la oferta forrajera, lo cual, sumado a un pastoreo intensivo, nos hizo alcanzar, en 1.500 novillos, una productividad superior a los 1.000 kg de carne/hectárea», afirmó.

Pero van más allá en el negocio. Unitecagro cuenta con una marca propia de carne vacuna -ARG Natural Beef- que comercializa, entre otros puntos, en el «Free Shop» de Ezeiza.

«La intención es que el extranjero se lleve a su casa carne argentina, diferenciada por su condición de producida a pasto», destacó.

Para hacerlo posible, cada corte se comercializa en su heladera individual, que la mantiene refrigerada hasta 48 horas. También comercializa cortes «Premium» al exterior, aunque el grueso lo entrega a frigoríficos para el consumo interno.

A estos megaemprendimientos hay que agregarle otras alternativas. «Estamos instalando en Puerto San Martín -en el cordón del Gran Rosario- una planta de biodiésel de soja de 200.000 toneladas», destacó Tardito.

El CEO explicó el proyecto así: «apuntamos a la producción de biocombustibles de estándares internacionales». Y en los planes está la posible construcción de plantas de etanol de caña de azúcar y maíz en Formosa, entre otros proyectos.

Pero Unitecagro también tiene emprendimientos productivos en el exterior. «Tenemos una empresa denominada Tierras de Armenia, con una plantación de 210 hectáreas de vid en Armavir, muy próxima a la capital del país (Ereván)», indicó.

Del mismo modo, están desarrollando la producción de olivos en Marruecos, y la instalación de una cabaña en China para comercializar genética bovina.

Finalmente, Tardito destacó «que la empresa continúa con su visión de desarrollar áreas consideradas marginales, ya que apoyados en el conocimiento tecnológico de vanguardia y en los recursos humanos locales, los emprendimientos son sustentables».

Con los cultivos cambiados

La estrategia de Unitecagro está basada en la innovación y en la distribución temporal de los cultivos. «Estimulados por los argumentos agronómicos y los consejos de Rogelio Fogante -referente agronómico del Grupo La Redención/Sofro- nos animamos a correr la ventana de crecimiento tradicional de los cultivos», destacó Daniel Tardito.

La rotación inicial, en regiones húmedas, era incluir un cultivo de verano -principalmente soja- y una gramínea invernal; esta última sólo para generar cobertura. Pero la mejora en la eficiencia del uso del agua por los años acumulados de siembra directa, los animaron a destinar también para cosecha al cultivo invernal. Así, «comenzamos a sembrar trigos de verano en marzo -con producciones cercanas a los 3.000 kg/ha- para luego ir a soja de invierno», agregó Tardito. La leguminosa se siembra en agosto, y se cosecha en diciembre.

Este cambio de paradigmas en la ubicación temporal de algunos cultivos integrantes de la rotación fue clave para el salto productivo de la empresa. Una evidencia clara de la interpretación y el aprovechamiento eficiente de la oferta ambiental.

Los estímulos para invertir en una zona con potencial

Daniel Tardito, CEO de Unitecagro, explicó que se instalaron en Chaco y Formosa por varias razones:

Cultura fuertemente algodonera: muchas de las personas relacionadas a la empresa tienen una clara orientación cultural hacia el algodón, lo  cual «te ubica geográficamente en estas latitudes», destacó Tardito. Sumado a ello, parte de los capitales de la empresa tienen origen en empresas textiles, para las que el algodón es un insumo clave.

Amplias superficies cultivables: la región norte del país,»considerada marginal por muchos, tenía y tiene un enorme potencial de desarrollo», destacó. Y eso va en línea con la visión de esta empresa.

Los recursos disponibles: según el CEO, «tecnologías como la siembra directa y la biotecnología, junto al riego, permiten dar un salto productivo de gran magnitud en esas áreas inicialmente consideradas marginales». Agua en cantidad y calidad: la pluviometría generosa, sumada a la disponibilidad de agua de río para riego, es otra de las claves de la elección.

Santiago Lorenzatti. Especial para Clarín

Fuente: Diario Clarín-Suplemento Rural