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¿Está bien dicho biodiesel versus alimentos?

FIARLa ponencia de la Bolsa de Comercio de Rosario en el marco de la FIAR.

Al título del panel ‘Biocombustibles vs. Alimentos’ lo hemos corregido no eliminando la palabra ‘versus’ sino formulándolo con signos de interrogración. Como se va a tratar de mostrar en este trabajo, es totalmente equivocado presentar el tema como si hubiera que dedicarse a la producción de alimentos excluyendo la producción de biocombustibles.

Al comienzo de la exposición se hizo hincapié en que el aporte de los biocombustibles debía verse como una contribución parcial a la solución de los problemas energéticos que enfrenta y enfrentará la humanidad en el futuro. Esa contribución debe analizarse dentro de un contexto mucho más amplio que abarca la evolución demográfica, la producción de alimentos y los problemas relacionados con el medio ambiente.

En una gráfica se mostró la evolución de la población a través del tiempo. Recordemos los siguientes momentos:

a)El ser humano aparece sobre la tierra hace 6 millones de años. En un comienzo fue un hombre viajero que vivía de la caza, pesca y de los frutos que tomaba de los árboles.
b) Hace 10.000 años, en el período llamado neolítico, el hombre comenzó a labrar la tierra y dio inicio la agricultura.
c)Alrededor del 1700 de nuestra era se produjo una revolución agrícola en Inglaterra que permitió que parte de la población emigrara a los centros urbanos proveyendo de mano de obra a la casi inmediata revolución industrial.
d) A mediados del siglo XVIII el mundo tenía 750 millones de habitantes. Las expectativas de vida eran de alrededor de 25 años.
e) Ya en el siglo diecinueve, y más concretamente hacia 1840, la mejor alimentación, los mayores cuidados médicos y la mayor expectativa de vida hizo que la población mundial creciera más rápidamente.
f) En julio de 2006 poblaban el mundo algo más de 6.500 millones de habitantes. Las expectativas de vida a nivel mundial están en alrededor de 70 años y hay países que fueron pobres que tienen expectativas de vida de 80 años.
g) La tasa de crecimiento demográfico ha ido disminuyendo con el correr de los años. En la última década pasó de 1,37 por ciento de crecimiento anual en 1997 a 1,19 por ciento el año pasado. Esta tasa se irá acercando a 1 por ciento en los próximos años y luego se ubicará por debajo de esa cifra.
h) Para el año 2015 se estima que la población mundial llegaría a 7.180 millones de habitantes.
i) En el año 2050 la población mundial llegaría a alrededor de 8.000 millones de habitantes y estaríamos en el pico de la historia humana.
j) Se estima que a partir de ese momento la población comenzaría a disminuir.

En otra de las gráficas se mostró un cálculo que sólo pretende ser aproximado, sobre a cuanto asciende el total de alimentos consumidos por el ser humano. Se han tomado las últimas cifras disponibles que en algún caso corresponden al año pasado y en otros a los años 2002 ó 2003. Las fuentes de estos datos son la Secretaría de Agricultura de EE.UU. (USDA) y la FAO.

a) El consumo de granos y aceites se estima en alrededor de 1.400 millones de toneladas. Tengamos en cuenta que la producción total es de alrededor de 2.300 millones de toneladas pero una parte importante (granos forrajeros y parte de la producción triguera) es utilizada para la alimentación animal (estimamos alrededor de 900 millones de toneladas).
b) El consumo de carnes se estima en 240 millones de toneladas.
c) El consumo de leche se estima en 480 millones de toneladas.
d) El consumo de azúcar se estima en 155 millones de toneladas.
e) El consumo de frutas y hortalizas se estima en 1.320 millones de toneladas.
f) El consumo de tubérculos (patatas, mandioca, etc.) se estima en 400 millones de toneladas.
g) El consumo de porotos y chauchas se estima en 23 millones de toneladas.
h) El consumo de productos de la pesca se estima en 133 millones de toneladas.
i) El consumo de queso, manteca y otros derivados de la leche se estima en 150 millones de toneladas.
j) El consumo de café se estima en 8 millones de toneladas.
k) El consumo de te se estima en 2 millones de toneladas.
l) El consumo de cacao se estima en 3 millones de toneladas.
m) Otros consumos se estiman en 200 millones de toneladas.
n) El total consumido por el ser humano se estima en alrededor de 4.500 millones de toneladas.
o) El consumo per cápita anual se estima en 670 kilogramos.

Como puede observarse de los números anteriores la producción alimenticia es suficiente para alimentar al mundo, lamentablemente existen graves problemas en la distribución. El famoso pesimismo del pastor Roberto Malthus (de principios del siglo diecinueve), de que ‘la población crece con una razón geométrica y los alimentos con una razón aritmética’ no se verificó en la realidad. La técnica contribuyó a desvirtuarlo.

En una tercer gráfica se hizo hincapié en el ‘calentamiento global’, el cual es producido por el llamado efecto invernadero. «Este efecto se debe a que la atmósfera es más transparente a la radiación solar entrante que al calor radiante infrarrojo que emite la Tierra; en consecuencia, el calor queda atrapado, como ocurre en un invernadero. El dióxido de carbono es uno de los gases invernadero (también lo son el vapor de agua y el metano) que atrapan el calor.

El dióxido de carbono atmosférico se encuentra ya en un 50 por ciento por encima de su nivel preindustrial a causa del creciente consumo de combustibles fósiles» (Martín Rees, «Nuestra hora final», ediciones Crítica, 2004, pág. 124. Traducción de la edición original en inglés de 2003). El profesor Rees es uno de los principales cosmólogos vivientes y Astrónomo Real de Inglaterra.

En una nota de la página 124 manifiesta Rees que «este efecto (invernadero) es responsable de que la temperatura de la Tierra sea 35 grados más elevada de lo que sería de otro modo». De no ser por el efecto invernadero la vida humana no se podría haber desarrollado como lo hizo. El astrónomo y astrofísico Owen Gingerich lo manifiesta en varios de sus escritos.

Un poco más adelante dice Rees que el clima de la Tierra es muy inconstante. «Hace 500 millones de años había en la atmósfera veinte veces más de dióxido de carbono que en la actualidad, y el efecto invernadero era entonces mucho más fuerte. Sin embargo, la temperatura media no era sustancialmente más alta en aquella era porque el Sol era intrínsecamente menos brillante. El dióxido de carbono comenzó a descender cuando las plantas colonizaron las tierras emergidas, utilizando este gas como materia prima para el crecimiento fotosintético.

El aumento gradual de la intensidad de la radiación solar, una consecuencia bien conocida del proceso de envejecimiento de las estrellas, ha contrarrestado la importancia de un efecto invernadero cada vez más débil. La consecuencia es que la temperatura media no ha cambiado mucho.Hace 50 millones de años, en la era geológica del Eoceno Inferior, había en la atmósfera todavía tres veces más dióxido de carbono que en la actualidad. Se tiene evidencia de la presencia de mangliares y bosques tropicales en el sur de Inglaterra en aquel tiempo; la temperatura local era entonces unos quince grados más elevada que hoy (aunque esto se debía en parte a diferencias en los continentes y en el eje de rotación de la Tierra, que situaban el sur de Inglaterra más cerca del ecuador)» (Ibidem, pág. 122).

También manifiesta el mencionado científico que hace mil años había asentamientos agrícolas en Groenlandia, donde el ganado pastaba en tierras que hoy están cubiertas de hielo.
Hacia fines del siglo XV comenzó lo que se llama la ‘pequeña edad de hielo’ que persistió hasta finales del siglo XVIII. Dice Rees que esa ‘pequeña edad de hielo’podría ofrecer algunas pistas importantes que ayuden a resolver una cuestión controvertida: ‘si las variaciones en el Sol pueden desencadenar alteraciones en el clima’. Durante la segunda mitad del siglo XVII y hasta los primeros años del siglo XVIII se produjo durante setenta años un misterioso fenómeno que se conoce como el mínimo de Maunder, durante el cual, prácticamente, no hubo manchas solares. «La actividad de la turbulenta superficie del Sol –erupciones, manchas solares y demás- por regla general aumenta hasta alcanzar un pico para luego decaer cada once o doce años.

Hace más de 200 años que se viene proponiendo que este ciclo afecta al clima, pero el debate sigue abierto» (Ibídem, pag. 122).
Lo que hoy ya no se puede discutir es que el gran consumo de combustibles fósiles por parte de la humanidad y las deforestaciones son responsables del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y que las plantaciones son las que hicieron disminuir en su momento ese dióxido de carbono a través de la fotosíntesis.

El ‘ciclo vital’ de las distintas plantas reduce el dióxido de carbono en la atmósfera.
En otra de las gráficas se mostró la proyección de la demanda mundial de petróleo en millones de barriles por día:

2005 85
2010 92
2020 114
2030 139

El incremento en el consumo de petróleo está ligado casi en un 60 por ciento a la utilización del automotor. Veamos la posible evolución del parque automotor según el informe del FMI de abril de 2005:

a) La cantidad de automotores en el mundo llegaba en el 2003 a 751 millones de unidades. De este total a los países de la OCDE y del ERI (economías recientemente industrializadas, como Taiwán, Singapur, Corea, etc.) le correspondían 625 millones y a los países fuera de la OCDE alrededor de 126 millones (dentro de estos a China le correspondían 21 millones).
b) En el 2010 el mundo tendría 939 millones de automotores. Los países de la OCDE y del ERI tendrían 720 millones y los países fuera de la OCDE tendrían 219 millones (dentro de estos a China le corresponderían 80 millones).
c) En el 2030 el mundo tendría 1.660 millones de automotores. Las países de la OCDE y del ERI tendrían 920 millones y los países fuera de la OCDE tendrían 741 millones (dentro de esto a China le corresponderían 387 millones).

¿A cuánto ascienden las reservas mundiales de petróleo? Las reservas mundiales de petróleo llegaban en el 2003 a 1,27 billones de barriles y se distribuían de la siguiente manera:

Arabia Saudita: 281.000 millones de barriles.
Irán: 140.000 millones de barriles.
Irak: 123.000 millones de barriles.
Kuwait: 105.000 millones de barriles.
Emiratos Arabes: 104.000 millones de barriles.
Venezuela: 83.000 millones de barriles.
Rusia: 76.000 millones de barriles.
Otros países (entre los cuales está EE.UU.): 358 millones de barriles.

Un simple cálculo muestra que las reservas actuales alcanzarían para poco más de 40 años. Como el consumo de petróleo se irá incrementando con el paso de los años, ese período se irá reduciendo paulatinamente. Eso dará lugar a un incremento del precio del petróleo que, como se manifiesta más adelante, tiene una importante influencia sobre el nivel de vida de la población mundial, afectando no solo a los países ricos sino también a los países pobres. Recordemos que el fuerte aumento que se produjo en el precio de crudo después de la guerra arabe-israelí de Yom Kippur (1973) hizo que los países productores se encontraron con fuertes excedentes en su balanza comercial.

El reciclaje de los llamados petrodólares a través de los bancos internacionales llevó al endeudamiento de las naciones, especialmente las más pobres, endeudamiento que al principio no se notó dado que la tasa de interés real internacional era prácticamente neutra, pero a partir de 1979, el aumento de esa tasa a valores cercanos al 6 por ciento produjeron la crisis de varios países, entre ellos México, la Argentina y otros.

Cuando se habla del aporte que pueden hacer los biocombustibles para contribuir a la solución de los problemas energéticos hay que considerar que ese aporte es parcial y que no hay que descuidar otros aportes que son también complementarios. Utilizar biocombustibles no implica no desarrollar otras fuentes de energía.

En la publicación «Deutschland» (número 2 de 2006) del Gobierno de Alemania Federal se publicó un detallado artículo sobre «El mix energético del futuro», donde se mencionan los siguientes recursos energéticos que hoy son aprovechados por el hombre y que lo serán aún más en el futuro:

a) La energía del vertedero, es decir energía que aprovecha los residuos orgánicos. En el vertedero estos residuos se fermentan y el biogás producido se utiliza como combustible. Sólo en el 2005 se construyeron en Alemania 800 nuevas plantas de biomasa.
b) El biodiesel del campo: el llamado sun diesel, combustible de baja carga medioambiental, que se elabora a partir de biomasa, sobre todo madera, paja y residuos de la agricultura.
c) Energía solar: sólo en Alemania la industria de este tipo de energía facturó hace dos años 3.000 millones de euros. Esta industria produce células solares. Pero también se ha desarrollado en otras naciones, como EE.UU., Israel, etc.
d) Energía eólica: a fines de 2005 en Alemania se habían instalado casi 18.000 molinos eólicos. El uso de esta energía evitó en el 2004 la emisión de 21,4 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. También se han desarrollado estas instalaciones en EE.UU., en España y en otros países.
e) Pila de combustible: distintas empresas ya fabrican los automóviles que funcionan con estas pilas. La energía se produce a partir del hidrógeno el cual se convierte en electricidad y calor mediante una reacción electroquímica controlada. El producto residual es agua pura. La pila de combustible está dividida en dos partes por una fina hoja de plástico dotado de un catalizador y de un electrodo permeable al gas. El hidrógeno es dividido en un electrón y un protón. Los protones, de carga positiva, pueden atravesar la hoja, pero no así los electrones. De este modo se genera una tensión.

Al conectarse los electrodos fluye corriente continua.
f) Fusión nuclear: una planta de fusión atómica es una réplica en pequeño de los procesos en el Sol, que obtiene su energía de la unión de núcleos atómicos. El combustible es un fino gasionizado – un plasma- compuesto de dos tipos de hidrógeno: deuterio y tritio. Para dar inicio a la fusión, el combustible es encerrado en un campo magnético y calentado a temperaturas de más de 100 millones de grados centígrados. Los conocimientos existentes hasta hoy hacen posible, como próximo gran paso de la investigación mundial, la construcción de la planta internacional ITER que tendrá una potencia de fusión de 500 megavatios.

Estos proyectos están en marcha, pero mientras se vayan concretando en los distintos países del mundo, los biocombustibles contribuirán, aunque en forma parcial, a ir sorteando las necesidades energéticas de la humanidad. Hagamos un pequeño resumen de los aportes que los mismos pueden hacer.

La producción mundial de los cuatro principales aceites (palma, soja, girasol y colza, que representan el 66 por ciento del total de los aceites), tendría la siguiente evolución en millones de toneladas:

2000 72
2005 93
2015 120

El total de aceites y grasas producido en el 2005 llegaba a alrededor de 135 millones de toneladas. Para el 2015 se estima en alrededor de 203 millones.
El consumo mundial de aceite per cápita llegaba en el 2005 a 21 kilogramos. Si estimamos que en el 2015 estaría en 22 kilogramos, esta sería la necesidad alimenticia:

7.180 millones de habitantes por 22 kg = 158 millones de tn.

La producción de aceites y grasas para el 2015 se estima en 203 millones de toneladas. Quedaría un excedente de 45 millones de toneladas (203 millones – 158 millones) que daría lugar a la producción de 53 millones de metros cúbicos de biodiesel (hemos dividido 45 millones por 6,1 y multiplicado el resultado por 7,2).

El consumo mundial de gasoil en el 2005 fue de 1.210 millones de metros cúbicos. En el 2015 llegaría a 1.572 millones. Si se reemplazase el 5% de gasoil por biodiesel necesitaríamos 79 millones de metros cúbicos. Recordemos que sólo tendríamos un excedente de 53 millones de biodiesel. Faltarían 26 millones de metros cúbicos.

De un trabajo de María Beatriz Allan, «El nuevo boom de las oleaginosas: biodiesel» (Revista ComuniCampo) extraemos la siguiente tabla de los llamados cultivos energéticos:

a) Jatropa: tendría un rendimiento de 1.419 litros de biodiesel por hectárea.
b) Ricino: tendría un rendimiento de 1.290 litros de biodiesel por hectárea.
c) Colza: tendría un rendimiento de 906 litros de biodiesel por hectárea.
d) Soja: tendría un rendimiento de 502 litros de biodiesel por hectárea.
e) Cártamo: tendría un rendimiento de 397 litros de biodiesel por hectárea.

De un estudio titulado «Condiciones para proyectos de Biocombustibles», realizado por el Ing. Jerónimo J. Cárdenas, de la Estación Experimental Agroindustril «Obispo Colombres», extraemos los siguientes datos sobre el potencial energético para los diferentes cultivos, que creemos de interés para el lector:

Caña de Azúcar: el rendimiento por hectárea es de alrededor de 75 toneladas. La tonelada tiene un rendimiento en alcohol de 93 litros y, por lo tanto, el rendimiento en alcohol por hectárea es de 6.975 litros. Rinde también 96 kilos de bagazo por tonelada y 7.200 kilos de bagazo por hectárea. El total de Kcal por tonelada es igual a 642.450 constituido por 469.650 producidas por el alcohol y 172.800 producidas por el bagazo.

Sorgo Sacarífero: el rendimiento por hectárea es de alrededor de 50 toneladas. La tonelada tiene un rendimiento en alcohol de 69 litros y, por lo tanto, un rendimiento por hectárea de 3.450 litros. Rinde también 75 kilos de bagazo por tonelada y 3.750 kilos de bagazo por hectárea. El total de Kcal por tonelada es igual a 483.450 constituido por 348.450 producidas por el alcohol y 135.000 producidas por el bagazo.

Maíz: el rendimiento por hectárea es de 7 toneladas (hoy el rendimiento promedio supera esta cifra). La tonelada tiene un rendimiento en alcohol de 392 litros y un rendimiento por hectárea de 3.450 litros. Rinde también 320 kilos de bagazo por toneladas y 2.240 kilos de bagazo por hectárea. El total de Kcal por tonelada es de 2.613.200 constituido por 1.979.600 por el alcohol y 633.600 por el bagazo.

En otros de los cuadros del mencionado estudio se analiza el balance energético de los mencionados cultivos a través de los Kcal obtenidos sobre el Kcal invertidos. Estos son los resultados:

Caña de Azúcar: 6,95 para el alcohol y 9,51 para el alcohol + otros combustibles.

Sorgo Sacarífero: 5,16 para el alcohol y 7,15 para el alcohol + otros combustibles.

Maíz: 1,5 – 3,5 para el alcohol, 1,5 – 3,5 para el alcohol + otros combustibles y 2,83 – 4,83 en total.

En la presentación en la Feria Internacional de la Alimentación se mostró un análisis también de las necesidades de maíz para producir etanol en el 2015. Se partió de una producción mundial de maíz de la campaña 2006/07 de 696 millones de toneladas y se estimó para el 2015 una
producción de 800 millones de toneladas.

La producción mundial de naftas en el 2005 llegó a 1.407 millones de metros cúbicos y se proyecta a 1.690 millones en el 2015.
En EE.UU. se necesitan 41 millones de toneladas de maíz para producir 19 millones de metros cúbicos de etanol. Si en el 2015 se quiere reemplazar un 5 por ciento de la producción mundial de naftas con etanol se necesitarían alrededor de 181 millones de toneladas de maíz.

El título de otra de las proyecciones era: ¿Tiene el etanol de maíz un balance energético positivo? Se mencionó allí un estudio del Argonne National Laboratory que dice lo siguiente:

a) Energía utilizada para proveer 1 millón de BTU de etanol: 0,74 millones de BTU de energía fósil.
b) Energía utilizada para proveer 1 millón de BTU de nafta derivada de petróleo: 1,23 millones de BTU de energía fósil.

El input de energía fósil utilizado para la producción de etanol es menor al utilizado para la producción de nafta debido a que debe incluirse en este último la utilización de un recurso escaso como es el petróleo, recurso no renovable.

En cambio, para la producción de etanol se utiliza la energía proveniente del Sol que no tiene costo. De todas maneras, también hay que considerar que la tierra que produce el maíz es limitada.

Luego se proyectó una transparencia que tenía como título ¿Petróleo Caro y Alimentos Baratos? Contra el argumento que se esgrime que la utilización de granos para la producción de etanol y biodiosel va a llevar a un incremento en los precios de los alimentos afectando a las poblaciones pobres, se expresó lo siguiente:

a) Consumo mundial anual de petróleo: 31.025 millones de barriles por u$s 65 el barril = u$s 2,02 billones.
b) Producción mundial anual de granos: 2.300 millones de toneladas por u$s 130 la tonelada = u$s 300.000 millones.

El valor de la comercialización de petróleo asciende a casi 7 veces el de la comercialización de granos. A nadie se le puede escapar que el aumento del precio del crudo tiene una incidencia sobre la pobreza mundial muchísimo mayor que el aumento del precio de los granos que se pueden utilizar como alimentos.

Un aspecto que por falta de tiempo no se llegó a desarrollar es el siguiente: los países subdesarrollados tienen muy pocos sectores que pueden ser ‘pautadores’ para el crecimiento de sus economías, y entre esos pocos sectores el más importante es generalmente algún subsector de la producción rural: cereales, oleaginosas, frutas, ganado, hortalizas, etc. Así es como se desarrollaron en sus primeras etapas una serie de países que no contaban con petróleo o con una mano de obra capacitada para la producción de artículos más sofisticados de la producción industrial.

Los países pobres del mundo han reclamado de los países ricos o centrales la disminución de sus subsidios para que los productos alimenticios que puedan exportar lo hagan a mejores precios.

¿A qué se debe entonces la exagerada crítica que hacen algunos a los incrementos en los precios de los granos? ¿No están justificando de esta manera el que el precio del crudo se siga incrementando?

Lo anterior no implica que se deba apoyar una irracional producción de biocombustibles cuyos balances energéticos sean negativos, pero a nadie se le escapa que los biocombustibles pueden hacer un aporte parcial a los problemas energéticos que enfrenta y enfrentará el mundo.

Esa contribución es complementaria de otras producciones derivadas de los granos como pueden ser la carne porcina o avícola y otros muchos derivados de la soja o de las otras semillas oleaginosas.

La exposición terminó con un corto análisis de la posibilidad de nuestro país en la producción de biodiesel. Recordamos a este respecto que somos el tercer productor mundial de poroto de soja, que tenemos una capacidad instalada de crushing de soja cercana a las 160.000 toneladas diarias, que por los puertos aledaños a la ciudad de Rosario se exporta casi el 90 por ciento del complejo soja y que nuestro país es el principal exportador mundial de aceite y de harina derivados de ese grano.

Estos son los datos de la producción y utilización del aceite de soja en nuestro país:

Producción 2006: llegó a 6,16 millones de toneladas.
Consumo interno 2006: llegó a 0,46 millones de toneladas.
Exportación 2006: llegó a 6,08 millones de toneladas.
Producción 2015: se estima que podría llegar a 7,92 millones de toneladas.
Consumo interno 2015: se estima que podría llegar a 0,60 millones de toneladas.
Exportación 2015: se estima que podría llegar a 6,32 millones de toneladas.

Para obtener 1 millón de toneladas de biodiesel la producción de soja tendría que llegar en el año 2015 a alrededor de 52 millones de toneladas. Si a esta suma le deducimos 8 millones de toneladas que se exportarían como poroto y para cubrir las necesidades de semilla, el crushing de soja podría llegar a 44 millones y la producción de aceites a 7,92 millones de toneladas. Por supuesto que esta dedicación a la producción de biodiesel dependerá de los precios internos y externos del petróleo, de los aceites y del biodiesel.

Fuente: Punto Biz

Fimaco

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