El gobierno de Lula apuesta a ser el primer fabricante y exportador mundial de etanol a partir de caña de azúcar para el 2017.
Brasil es el segundo productor de etanol del mundo, por detrás de Estados Unidos, y el primer exportador mundial y, con inversiones públicas y privadas multimillonarias, el gobierno espera alcanzar el primer lugar en ambos apartados para el año 2017. La producción va en aumento, y sumó 27,582 millones de litros en la cosecha 2008-2009, contra 22,445 millones de litros en la zafra anterior, según datos del ministerio de Agricultura.
En 2009 registró un descenso del 44% de sus ventas al exterior, a 1,300 millones de dólares. Los productores prefirieron producir azúcar, cuyas ventas externas aumentaron un 52%, sumando 8,400 millones de dólares, ante los buenos precios del producto en el mercado internacional. En 2008, Brasil 5,100 millones de litros de etanol, de los cuales 1,500 millones fueron para su principal comprador, Estados Unidos.
Brasil tiene un mercado de consumo interno consolidado tras más de 30 años de experimentar con el uso de alcohol carburante y de que al inicio de la década adoptara el motor híbrido, o flex, que permite el uso indistinto de etanol o gasolina, o ambos mezclados en cualquier proporción. Hoy, cerca del 90% de los tres millones de automóviles nacionales vendidos en el país por año son híbridos.
En octubre de 2008, la venta de etanol (alcohol etílico) combustible (hidratado) superó por primera vez en la historia la de gasolina pura, sumando 15.815 millones de litros, según datos de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP).
Además, en el país la gasolina es dispensada con un fuerte porcentaje de etanol, que en los últimos años fue del 25%. Por un problema en la cosecha, durante tres meses ese porcentaje será del 20%.
Este gigantesco mercado y sus posibilidades de expansión dentro y fuera del país han generado millonarias inversiones nacionales y extranjeras en el sector en el último decenio. El gobierno espera que Brasil produzca 64,000 millones de litros de etanol y se convierta en el mayor productor mundial del ramo (actualmente lo supera Estados Unidos, que fabrica etanol de maíz). El objetivo de los brasileños es que con los compromisos de reducción de emisiones con efecto invernadero en el planeta, más países añadan etanol a la gasolina, que Brasil podría abastecer.
Fuente: GreenMomentum