Las zonas más aptas para cultivar especies que sirven para fabricar biocombustibles generan atención.
En el INTA están elaborando un Atlas para que los productores, científicos y gobiernos provinciales puedan estar al tanto de cuáles son los múltiples factores que influyen a la hora de sembrar y cultivar las diferentes especies.
En medio de la polémica por el calentamiento global y la demanda creciente de energía, la opción de producir combustibles “amigables” para el medio ambiente se hace cada vez más tentadora a nivel mundial. Y las especies vegetales –que forman parte de la biomasa– adquieren cada vez más protagonismo.
Por ello, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está realizando un Atlas de las zonas aptas para cultivar especies que son clave para la producción del bioetanol o biodiésel en la Argentina.
“Hacia 2020, el 25% de la energía que se consumirá en el mundo provendrá de fuentes renovables, y el 80% de ese sector provendrá de la biomasa”, destacó la investigadora del INTA Stella Carballo, durante una reunión organizada esta semana por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Allí señaló que la caña de azúcar, el maíz o la jatropha (una especie venenosa que no sirve de alimento) son algunas de las especies más prometedoras.
Fronteras.
En la Argentina se utilizan 30 millones de hectáreas para cultivos de alimentos (un 11% del territorio nacional), pero para producir biocombustibles a partir de especies vegetales se debería evaluar la posibilidad de expandir la frontera agrícola ya existente. ¿Cuál es entonces la mejor zona para cultivar una especie con potencial bioenergético? Las precipitaciones, las temperaturas, los suelos y las variables económicas y sociales hacen que una región sea más o menos apta.
El equipo de investigadores, bajo la coordinación del director del Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar, Jorge Hilbert, está en pleno proceso de recopilación de esos datos.
El Atlas estaría listo en unos diez meses. La meta final, el Atlas, reunirá por primera vez toda la información disponible sobre las regiones más –y menos– aptas de la Argentina en materia de biocombustibles. “Brindará información detallada por especie cultivable, y por provincia, excepto la Patagonia”, dijo Carballo.
En todo el mundo, Africa y Latinoamérica lideran el ranking de países con tierras disponibles para cultivos útiles en la producción de biocombustibles. La gran pregunta es hacia dónde avanzará la frontera agrícola.
En la Argentina, los bosques cubren unos 90 millones de hectáreas del territorio nacional; 100 millones son ocupadas por los pastizales; 55 millones son tierras no aptas; y sólo 1,5 millón son “áreas protegidas”. Para Stella Carballo, es posible incursionar en nuevos terrenos de cultivo en el centro y norte del país pero destacó la importancia de hacerlo de una manera sustentable.
Fuente: Porquebiotecnología